CAPÍTULO 6

6 2 0
                                    

Max y Julio también subieron, y mientras preparaban los aperitivos Max no dejaba de mirar a Julio que se encontraba extrañamente preocupado e inquieto, su mirada vagaba por toda la habitación pero nunca llegaba a encontrarse con los ojos de su compañero. Estaba claro que algo escondía ¿pero qué? Se tapaba las manos con nerviosismo pero alcanzó a ver que tenía los nudillos ensangrentados.

- Julio -dijo hablando muy calmadamente, con un tono de voz que solo él sabía emplear- ¿Qué ha pasado?

- ¿A qué te refieres? -respondió esquivando su mirada.

- No nací ayer, ¿sabes? Conozco a mi hermana y estoy comenzando a conocerte a ti y ambos están muy raros. - se frotó el rostro y seguidamente guardó sus pulgares en los bolsillos de sus vaqueros mientras observaba a Julio, quién extrañamente se había puesto pálido.

¿Qué acaba de decir? ¿Hermana? ¿Acaso Max y Jessica son hermanos? ¿He estado equivocado todo este tiempo? Dios estoy hecho un lío. A Julio la cabeza le daba vueltas y miles de ideas cruzaban por ella sin un orden lógico. Acaban de quitarle un gran peso de encima porque a pesar que hacía poco que conocía a los hermanos ya consideraba a Max su mejor amigo (el único que tenía realmente) y Jessica se había escondido muy profundo en su pensamiento y aún sin quererlo en su corazón.

- Esta bien, tú ganas, te lo contaré. Cuando venía de regreso encontré a Jess a punto de un ataque de histeria. Estaba aterrada así que tuve que tranquilizarla un poco y la traje hasta tu casa, no sé que pasó antes de encontrarla. -Mentía descaradamente pero no podía roomper su promesa.

- ¡Oh! Vaya, así que era eso. Me preocupé, pensé que había pasado algo grave. Jessie lleva algunos años muy rara y no me ha dicho que le pasa. Estoy preocupado, mamá no sabe nada y ella no quiere que le cuente.

- Sí, lo sé.

- ¿Lo sabes? - no pudo disimular la sorpresa en su voz.

- Sí, ya Thalia y Abby me lo contaron en una ocasión. Realmente no sé qué decirte, yo no conocí a la Jessica de antes pero si necesitas mi ayuda oara recuperar a tu antigua novia cuenta conmigo. -mencionó la palabra novia para confirmar sus sospechas y mientras le daba una palamada amistosa en el hombro.

En su habitación Jessica no era capaz de imaginar la conversación que estaban teniendo los dos muchachos, se quitó la ropa lo más rápido que pudo y entró corriendo a la ducha, quería borrar de su cuerpo el rastro de aquel repulsivo hombre pero como bien sabía no era tan fácil. Llevaba ya un rato bajo el chorro de agua caliente cuando a su cabeza vino el recuerdo de los brazos de Julio cuando la abrazó para que llorara, recordaba su olor, se le había quedado pegado en su ropa y en su piel, recordaba cada centímetro de su pecho, su calor. Entre sus brazos se sentía extrañamente segura, algo que no conseguía desde la noche en que todo comenzó.

Salió de sus ensimismamiento, corrió la cortina azul celeste de corazones de un color azul más oscuro que usaba como decoración y para no hacer un lío de agua por todas partes, cogió la toalla y se envolvió con ella mientras volviá al cuarto para vestirse, quería bajar antes de que Julio se fuese, necesitaba volver a agradecerle.

Entró rápidamente a su armario y tomó unos shorts negros y una camisa cualquiera, se los puso rápidamente y se miró en el espejo, casi suelta un grito al ver el caos que tenía en el cabello. Lo peinó un poco con las manos porque mojado como estaba no tenía más que hacer y tampoco le apetecía secarlo.
Corrió por las escaleras y se dirigió a la sala donde se encontraba su madre con su hermanita pequeñe viendo un capítulo de Los Simpsons que tanto le gustaban a la niña. Sabía que Julio aún estaba arriba con su hermano y que tendría que pasar por ahí para irse.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 30, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No digas que me escondo en tus besos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora