CAPÍTULO 4

3 0 0
                                    

Las chicas pasaron el resto de la tarde entre clases sin ver a Max ni a Julio y cuando por fin sonó el timbre de salida se dirigieron a las canchas a ver las pruebas tal y como habían prometido.

-El profe de Matemáticas me dejo medio libro de ejercicios, se cree que es la única asignatura que tengo –se quejaba Abby.

-Pues a mi el de Química me ha dejado un ensayo de diez cuartillas y realmente ni me acuerdo cual era el tema –aportó Thalia.

-Chicas no se quejen tanto que yo también tengo deberes y no lo hago –las riñó Jess.

-Sí, pero tú eres una rata de biblioteca –dijo Abby y Jess le lanzó una mirada fulminante- Sin ofender en serio. –y las tres se echaron a reír.

Llegaron a la cancha entre risas y fueron a tomar asiento entre las gradas pero no se percataron que también se estaba realizando las pruebas para animadoras.

-Vaya, vaya. ¿A quién tenemos por aquí? –dijo Lucía tocándole la cara a Jess- ¿No pensarás presentarte a las prueba de animadoras? Porque con e se cuerpo de niña serías una completa inútil.

-¡Basta! –Chilló Jessica dejando sorprendidas a sus amigas, a Lucía y a ella misma por el tono de su voz- Sabes bien que en el momento que quiera puedo quitarte tu puesto de reina y reducirte a un simple recuerdo.

Lucía se fue sin decir palabra, en el fondo sabía que era cierto. Sus amigas estaban mudas, no podían creer  lo que acababan de presenciar.

-Wow, hacía tiempo que no te escuchaba hablar así, estoy orgullosa de ti –dijo Thalia mientras Abby la abrazaba riéndose.

Max y Julio también vieron la escena desde lejos.

-Julio ¿Tú acabas de ver lo mismo que yo?-dijo Max mientras se preparaba para iniciar las pruebas.

-Sí, sí que lo vi. Por Dios, esa chica vale mucho. –se  arrepintió inmediatamente de lo dicho y miró al chico que tenía al lado que sonreía orgulloso.

-Está regresando, la verdadera Jessica está regresando.

-¿Regresando? ¿Acaso había ido a alguna parte? –y de pronto acudió a su memoria lo que le había dicho Thalia un rato antes.

-Pues sí, ella era una chica alegre y divertida, todos los chicos babeaban detrás de ella desde muy joven y un día. Sin previo aviso, cambió, se encerró en sí misma y ni siquiera yo sé el motivo.

Julio decidió en ese momento decidió que iba a descubrir lo que le había pasado a esa chica tan hermosa. Se iba a meter en un lío se dijo pues era la novia de un amigo, el único que tenía en todo el instituto. 

Al terminar las pruebas las chicas bajaron corriendo a felicitar a sus amigos. Julio lo había hecho muy bien y fue el primer seleccionado para empezar a formar parte del equipo.

-Lo único que me molesta de esto es que el imbécil de Christopher también entró. –dijo Max mientras se dirigían a la salida.

-Ey no le llames así –protestó Jess y todos pusieron los ojos en blanco excepto Julio que no había entendido.

Pasaron varias semanas y cada día Max y Julio se hacían más y más amigos, ya eran inseparables por lo que Julio no tenía más remedio que seguir viendo a Jessica que cada día le gustaba más, se sentía fatal por ese sentimiento.
Jessica por su parte se encontraba en un mar de emociones le gustaba Christopher de eso estaba segura pero no podía evitar tener ganas de hablarle a Julio, y pasar tiempo con él a solas. Sin embargo, él ni siquiera la miraba, claro cómo era la hermana de su mejor amigo, era invisible.

Una noche Jessie y Max estaban charlando mientras cenaban con su madre y su hermana menor.

-Hoy viene Julio a estudiar conmigo. Tenemos examen el viernes.

-¡Qué bien Max! Y al fin voy a conocer a ese chico con el que tanto andas últimamente. –dijo su madre.

-Yo voy a la tienda de mascotas de Abby, está sola hoy y me pidió ayuda.

-Jess, sabes que no me gusta que andes sola por ahí tan tarde. –la reprendió su madre.

-Pero mamá Abby me pidió ayuda y le dije que sí, no puedo dejarla plantada ahora.

-Tranquila mamá yo la llevo y si Julio viene mientras no estoy que me espere en mi habitación. Los padres de Abby pueden traerte de vuelta ¿Verdad?

-Supongo que sí –respondió con un poco de duda.

-Bueno pues caso cerrado, recoge tus cosas que ya estamos llegando a la tienda.

-¿Y mi opinión no cuenta? –dijo la madre de ambos.

-Sabemos que dirás que si mamá –respondió Max mientras se paraba de su asiento.

-Vanessa por favor nunca crezcas. -era algo que le decía bastante seguido a la pequeña.

Pero bueno Jess estás sacando tu carácter? El próximo capítulo se pone bueno, os lo prometo...

No digas que me escondo en tus besos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora