3. Todo por unas llaves de coche

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Las miradas de desconocidos se convirtieron en miradas incómodas. Cada vez que Jorge veía a José, le dirigía una mirada traviesa, un guiño o incluso, una vez, le hizo señas con la cabeza para que lo siguiera, pero el geógrafo siempre bajaba la cabeza y seguía su camino, con su maletín de cuero y sus libros bajo el brazo, lo que hacía que Jorge se mofara de risa, aunque nunca llegó a reírse en alto

Hasta que un día, un lunes después de quinta hora, a las 13.15, salía Jorge del aula de 3ºD cuando se chocó con José que entraba en el aula.

- Uy, perdona-dijo Jose, que no sabía con quien se había chocado, sólo que era más alto que el. Al darse cuenta que se trataba de Jorge, se apartó rápidamente- de verdad lo siento, es que he tenido aquí clase a segunda y no encuentro las llaves del coche. Emh...y tal vez me las he dejado aquí.

-Vaya, no sabía que dabas clase en 3°- eso era mentira- y no las he visto- eso también era mentira- ¿tienes clase ahora?

-Si, llego tarde- dijo mientras se ponía más nervioso de lo que estaba- pero también tengo un montón de aulas que revisar y más profesores a los que preguntar.

-Bueno, hacemos una cosa. Yo las busco, que tengo libre -mentira- tu vete a clase. Si las encuentro te busco en el parking y me invitas a comer¿hecho? - era de las pocas cosas que eran verdad-¿Qué coche es? Dijo antes de que el otronse fuera

-Emh si, un Toyota negro, híbrido

-Perfecto, deseame suerte- José le dio las gracias y se dirigió a su clase

Cuando el geografía estuvo lo suficente mente lejos, Jore se sacó de su bolsillo las llaves del otro, las reviso, se las volvió a guardar y se dirigiona su próxima clase, pensando en lo que iba a tomar más tarde con Jose.

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A las 2.10 , Jose salió corriendo de la clase, y se fue directamente hacia su coche, pero allí no había nadie. Espero 5 minutos y antes de darse por vencido, apareció Jorge con las llaves dando vueltas en subdedo índice.
Por un momento Jose se alegro de no haber perdido las llaves del coche, y luego se acordó de que iba a ir a comer con la persona que le desvelaba por las noches, la persona que le había vuelto un despistado por no ponérselo sacar de la cabeza, la persona que le ponía(nervioso)solo con dirigirle una sonrisa. Pero también era el hombre por el que se volvía cuando le miraba, era el hombre por lo que ir al instituto era algo más que ir a hacer de niñero.

Pero no, Jose se negaba a aceptar que le atrayera. Eso le haría gay y el tenía claro que gay gay no era. Y se tenía que quitar esa tonteria de la cabeza. Pero por desgracia por las noches, su cuerpo pensaba lo contrario. Jorge era demasiado para él, era un bruto, extrovertido y un loco de la vida, al contrario que Jose.

"Seguro que es un alcohólico, o que frecuenta bares de su zona"penso Jose, al que se le notaba que no tenía nada de su acompañante.

-¡Las tengo!- el propio Jorge fue quien le sacó de sus pensamientos- estaban detrás del ordenador de 3°D- otra mentira, pero si decía que las llevaba en el bolsillo porque se las había cogido de la sala de profesores mientras Jose hacia unas fotocopias, para poder estar con él sin tener que estar atento a qué les viera algún alunñmno, o peor, otro profesor, iba a quedar mal.

-Gracias, gracias, gracias-contestó el otro copiado las llaves y metiéndose en el coche. Jorge también se subió- ¿a donde quieres ir?
- A comer- contestó Jorge reclinado un poco el asiento hacia atrás.

Jose como costumbre, se ató el cinturón y se quito la mascarilla, dejando ver una barba como la de Jorge, pero mucho menos poblada.

- Ostras, perdona, la costumbre- dijo el conductor cuando se dio cuenta y se la volvió a colocar.

-No pasa nada, igualmente vamos a comer juntos, ¿no?- y se quitaron los dos las mascarillas- ¿nos vamos?

-¿Y tu coche?

- Se me ha estropeado a 4° y se lo ha llevado la grúa. Te noto angustiado,¿todo bien?

-Si si, olo que tengo una perra y lleva sola toda la mañana.

-No te preocupes, yo también tengo una perrita. No te robaré mucho tiempo.

Juramento eterno de salDonde viven las historias. Descúbrelo ahora