Oscuridad

7 3 0
                                    


Estábamos en la cocina cuando sentí una gran fuente de poder en el bosque, pensamos que Arlet podría correr peligro así que salí corriendo con Luna siguiéndome, según nos acercamos a la fuente de poder los colores parecían desaparecer y el viento ya no sonaba entre los árboles, seguimos avanzando hasta encontrarnos una escena que nos dejó sin habla.

-Ar... ¿Arlet?

-¿Qué demonios?

Arlet estaba inconsciente y una masa negra le rodeaba, se movía al son de un viento inexistente, parecía volátil, como si con un soplo fuera a desaparecer. Lo sorprendente era, que en ella había un hombre atravesado por varias cuchillas hechas de la misma sustancia, el rojo de su sangre era lo único que adornaba la paleta de grises que se había impuesto en el bosque. Nos acercamos a la masa para comprobar el estado de mi alumno y analizarla un poco más, pero al hacerlo esta desapareció dentro de la sombra de Arlet y con ella los colores y el viento volvieron, acompañados del ruido seco del cadáver del hombre al caer.

-¿Dónde estoy?

Me desperté en la oscuridad más absoluta, no había nada a la vista, solo oscuridad rodeándome como si fuera algún tipo de líquido. De golpe algo detrás de mí empieza a moverse, al girarme pude ver unos ojos mirándome, estaban a mi altura, eran rojos y me miraban fijamente.

-Ehm... Hola... ¿Amigo? Verás acabo de despertar aquí y me gustaría ir a... cualquier sitio que no sea aquí, no se si sabes a lo que me refiero.- Los ojos pestañearon una vez.- Y... Le estoy hablando a unos ojos flotantes en el vacío, definitivamente estoy loco.

-Es una posibilidad.

-AAAAATUPUTAMADRE.- Debajo de los ojos se dibujó una sonrisa blanca como la nieve, casi se burlaba de mi.

-No hay que asustarse, solo soy un humilde servidor de tu persona, puedes llamarme ******.

-¿Cómo dices?

-******

-Tío, no hablo ruso.

-Ou... Aun no puedes entenderlo...- Entonces aparecieron cientos de relojes, de distintos tamaños y formas, llenando el anteriormente silencioso vacío con el ruido ensordecedor del tic tac de todas sus agujas.- Parece que aparecí un poco antes de tiempo, no te preocupes, volveremos a vernos pronto, por ahora tú deberías despertar.

Entonces desperté en mi cama, en casa de Segismundo, intenté levantarme pero solo conseguí dar un traspiés y caerme al suelo. Al oír el golpe Luna entró rápidamente a la habitación.

-¡Arlet!- Se acerco a zancadas hasta a mi y me ayudo a volver a tumbarme.- Tonto, nos tenias preocupados, más te vale explicarte.

-Lo siento, lo siento, solo actué por instinto y me metí donde no me llamaban.- Cuando llegó Segismundo les conté todo lo que recordaba, desde encontrarme con los bandidos a salvar a la chica con mi magia hasta ser noqueado por el bandido, al acabar ellos parecían preocupados por algo.- Pero oye, estoy bien, supongo que me salvasteis una vez más.

-Veras Arlet... No te salvamos, solo te trajimos a casa.- Les mire con clara confusión mientras me explicaban lo que habían visto.

Caos: CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora