Entrada a la Academia

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 Estábamos de camino a la gran ciudad de Sevika, sinceramente era todo lo que un cuento de hadas describió alguna vez como ciudad, unos grandes muros blancos con detalles en dorado, unas puertas demasiado grandes como para ser eficientes y un gran palacio que se alza en el centro de la ciudad, un gran afluente de gente entraba y salía de ella mientras hablaban de sus mundanas vidas. Todo parecía de ensueño... Salvo para Luna, nunca la había visto tan nerviosa y para ser sincero la entiendo.

Tras muchas décadas de guerra entre humanos y demihumanos y una guerra fría de otros pocos años, ambas partes acuerdan hacer un intento de paz haciendo un intercambio de alumnos entre escuelas, haciendo que 6 demihumanos puedan estudiar en la Real Academia de Magia del reino humano, que se unen a la ya extravagante mezcla de humanos elfos y enanos. Dado que esto es algo delicado el Director Gandor quería que la aprendiz del legendario Segismundo, se uniera a la plantilla de elegidos, gracias a lo cual yo tuve la oportunidad de entrar como invitado de honor, Luna sin embargo estaba aterrada, iba ir a la capital de  aquellos que hasta no hace mucho la cazaban.  

-Oye tranquila, Gandor y Segis nos aseguraron que todo estaría bien, yo estoy contigo ¿Si?-  Puse mi mano sobre la suya y la acaricie tratando de calmarla, con mi otra mano le limpie una lagrima que se escapaba por su mejilla.- No queremos manchar los uniformes nuevos ¿Verdad?

-Gracias Arlet.- Luna respiro profundamente y volvió su sonrisa burlesca de siempre, estaba preciosa con el nuevo uniforme, es verla y que algo en mi interior se acelere, de golpe me llega el recuerdo de la noche en la que estuvimos jugando con mis canicas y sobre todo de ese beso, no pude evitar sonrojarme, por suerte llegamos a las puertas antes de que ella se diera cuenta.

-Documentación.- Le dimos los papeles al guardia que se nos acerco y acto seguido miro con desdén a Luna.

-¿Algún problema oficial?

-Pues veras...- Este empalideció cuando al revisar nuestros permisos se encontró con las firmas del héroe legendario y del propio director de la academia real de magia adornándolos.-Nonono, disculpen la tardancita ¡Abran paso!

Y así entramos en la capital, la gente paseaba sin darle mucha importancia a nada, el carro nos llevo directamente a la Academia donde en recepción, Gandor nos esperaba junto con una señora joven, no mucho mayor que nosotros.

-Los jóvenes prodigios llegaron al fin, es un placer volver a veros chicos, una pena que esto sea breve, no tengo mucho tiempo jeje, pero no os preocupéis.- Hizo una señal y la mujer que estaba con el se acerco.- La señorita Anais os enseñara lo básico.

-Es un placer conoceros, Gandor no a dejado de hablar de vosotros.

-El placer todo nuestro.- Ambos hicimos una ligera reverencia.

-Educados, me gusta, seguirme, tenemos mucho que ver.

La Real Academia de Magia se encontraba en las cercanías del palacio real, era un recinto con varios edificios entre los que se encontraban los dormitorios, separados por géneros, un campo de practica de combate, el edificio principal donde se encontraban las aulas y espacios al aire libre donde poder tomar un descanso, las miradas hacia nosotros variaban entre el interés, el desprecio y la envidia. 

Al final llego la hora de separarnos e irnos a nuestros respectivos dormitorios, nos despedimos con un abrazo y quedamos para nuestra primera clase mañana a primera hora y así ir juntos, las habitaciones eran de dos pero al ser un invitado de ultima hora esperaba poder tener una para mi solo, cuanto me equivocaba, al entrar en la habitación, la puerta se cerro de golpe tras de mi y una figura me tiro contra el suelo, era un demihumano con rasgos de gacela.

-Voy a admitirlo humano, tienes valor para entrar en mi habitación como si nada.- Era fuerte, no podría salir de ahí solo con fuerza bruta, así que saque tome una canica de viento y la use para lanzarle contra la pared.- ¿Qué cojones?

-Tu si que tienes valor para atacarme por la espalda en MI habitación.- Me acerque a mi confuso compañero y le tendí la mano.- Espero poder llevarnos bien.

-Llevarnos bien... ¿Sabes que soy un Demi verdad?

-Si, pero eso no es un problema para mi si no lo es para ti, mi nombre es Arlet.

-Podemos al menos ver cuanto dura esto, Robin, encantado.- Entonces el me toma la mano y sonreímos al unísono por las nuevas aventuras que nos quedan por vivir.

Caos: CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora