01. Nuevos planes

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La búsqueda fue exhaustiva. Hunter ya estaba bastante cansado. No podía entender en como una chica de catorce años pudiese esfumarse de la nada. El joven, a regañadientes, siguió observando son su visión de halcón.

Los minutos pronto se convertían en horas, ya era de noche, se desconocían que horas eran. El rubio escuchó un bostezo por su lado opuesto. Luz. Le calentó el corazón.

No paso mucho cuando sintió algo abrazador recorriendo por su espalda. La humana, otra vez. Abrazada a él, Hunter no pudo evitar enrojecer con el contacto físico. Sintió que su corazón salía disparado de su pecho, bombeando más sangre de lo debido, mudándose a su rostro y corriendo por sus oídos.

No se concentraba lo suficiente con todo ese amor alrededor a él. Juraba que se iba a desmayar en cualquier momento. No es la ocasión oportuna para eso. Decidió llevar a Luz a hogar temporal, ambos no están en buenas condiciones para continuar averiguando este misterio. Al pasar a los lugares cercanos, oyeron voces. Uno masculino, bastante joven, en particular.

─ ¡ Luz ! ─ Gritó, Era Gus. Contento por la presencia de los dos. En específico, de su amiga. Su chillido fue bastante estruendoso.

Dirigió su atención hacia el brujo castaño. Su sangre se le heló por completo, causando pavor. Se olvidó por completo a sus amigos. Hunter se acercó más cerca a la zona, curioso por la desconocida voz. Gus notó los mayores aproximándose.

Poniéndose a la defensiva cuando vio al Guardia Dorado. Escoltando a su conocida. Dejó la posición cuando vio de cerca a su amiga, sin ningún rasguño. El menor está al borde de estallar en llanto. Está viva.

─ ¡ Gus ! ─ Exclamó la latina, yendo hacia su camarada, abrazándolo. Llanto fluyendo de él y empapando su ropa. Consuelo.

─ No nos asustes así, creí que estabas muerta, No queremos que desaparezcas como lo hizo Amity. ─ Sonó desesperado, al mencionar el nombre, Luz sintió su interior se caía y se hacia pedazos más de lo que está. Amity. Ya va una la tercera semana.

Gus notó el sentimiento encontrado de Luz.

─ Lo lamento Luz, no quería mencionarla a propósito. ─ Argumentó, entristecido. No le gusta ver a su amiga en ese estado por mucho tiempo.

Era turno de él en consolar a su amiga.

─ Tranquilo, Gus. ⎯ Replicó la protagonista, Hunter, en ver a Luz así, no pudo evitar sentirse igual de culpable. Era como un rayo de sol, no renunciaría su sonrisa por nada del mundo.

Otras voces también se dirigieron al sitio, son los demás. Tanto la Dama Búho como los hermanos mayores de Amity. Se rehusaban en perder a otro aliado. Especialmente, la persona que les cambió la vida a cada uno de ellos, para una mejor. Mejorandola. Hunter no va negar eso, Se siente relajado estando alrededor de Luz, un nombre sagrado, reflejando una hermosa verdad.

La luz de su vida.

El Grimwalker negó con la cabeza. No era momento pensar en esas cosas, tiene que salir de ahí. Belos no tiene que sospechar, ni siquiera Kikimora.

Esa odiosa ese demonio. Por algo no pudo tener un puesto superior al mío. Reflexionó. Hunter soltó una carcajada, delatandolo por completo, idiota.

─ La mano derecha de Belos, El Guardia Dorado. ─ Habló la Dama Búho, Edalyn Clawthorne. Preferible Eda. Hunter sintió humillación por su acción. Luz intervino. Explicándoles que la estaba ayudando, los demás parecían escépticos con tal declaración.

Por otro lado, Edric y Emira lo miraron con desprecio, sabiendo de la pelea con Hunter y su hermana menor. No pudo evitar el miedo recorriendo su ser. Temblando inconscientemente. Esos faroles dorados se les veía una furia increíble.

¿ Desde cuándo esos dos eran tan sobreprotectores ?

Son conocidos por ser alborotadores, haciéndoles bromas a desconocidos por la calle. Desde luego, formando parte de la familia Blight. Hunter detesta ese apellido. Nunca sintió un ambiente familiar entre los miembros, siempre fue frío y hostil.

─ El Guardia Dorado. ─ Habló la primogénita. Emira Blight. La celebridad se ubica acorralado.

Prácticamente, por el grupo. La atención hacía él. No iba a salir vivo de esto. Eso se creía. Luz, desde su perspectiva, Hunter es una adoración, un chico malo pero triste. Para Hunter, es el ser humano más tierno que ha conocido y única humana que conoce. Aparte de Belos, sin siquiera saberlo.

─ Te estamos hablando, imbécil. ─ Insultó el del medio. Edric Blight.

Cielos. Había captado toda su atención en Luz. Nunca había visto a los gemelos tan serios. Siempre tenían esa diversión captada.

La emoción encontrada es normal, son hermanos mayores, que deben cuidar y estar preocupados por su hermanita, encontrarse con el mismo brujo que la enfrentó, empeora las cosas.

─ Un gusto también. ─ Comentó sin ninguna pizca de humor en su tono.

Para ser de su edad, se veían bastante alto. Dan terror con ese comportamiento, es la genética, sin duda alguna.

─ Escucha, si vas a colaborar, más te vale que no vayas a hacer algo estúpido. Puede que seas el famoso Guardia Dorado, aún no te quita el hecho de ser sospechoso. ─ Amenazó la hermana mayor, con veneno. causándole un escalofrío a Hunter.

─ Estoy haciendo lo que puedo, gracias. ─ Defendió el amenazado.

Todo el tiempo pasado, la vigilancia estuvo encima de él. dándole mucha incomodidad, costándole hablar

─ Gracias. Por haber haberte sumado en averiguar el caso de la bebé Blight y de haber cuidado a mi hija. ─ Añadió Eda, con maternidad en lo último.

Luz dio una brillante sonrisa. Sabiendo que está en problemas. Maldijo en voz baja, dándole la razón a la adulta.

─ Ni creas que estás salvada jovencita, tenemos que hablar luego de esto. ─ Indicó Edalyn, sin siquiera voltear hacia ella. Cruzándose de brazos

Hunter se rascó la nuca, necesitaba ir al castillo, no quería hacer esperar al Emperador por más tiempo prolongado. Una vez se dió la vuelta, sintió un abrazo. Luz. Esto se sintió perfecto.

─ Gracias por el intento, Hunter. Ojalá nos veamos pronto. ─  expresó Luz. Con mucha honestidad.







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Una luz dorada || The Owl House Donde viven las historias. Descúbrelo ahora