Dejando las cosas claras

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Tras cambiar de cuerpo con su hermana, Lincoln se había pasado toda la noche pensando en la mejor forma de terminar esa relación sin poner en compromiso la palabra de su amada. Había sido un impulso súbito, sabia que era debido a la rabia, en especial al sentimiento de que tras lograr lo que había esperado durante años, algún musculitos creído o alguna fanática obsesionada le pensaba arrebatar a su hermana sin apenas esforzarse. Tras caminar varias cuadras, se detuvo para pensar con claridad, para hacer las cosas impulsivamente mejor hubiese dejado a Lynn asistir a esa tonta cita.

Lincoln: Bueno, piensa Lincoln, piensa, la violencia no solucionará nada por muchas ganas que tengas de machacar al que la derrotó... Para empezar, debo hacer que lo que sea que le guste de Lynn se vuelva algo malo. Mmmm... Ya se. *ejem* *ejem* "Ahora que somos novios ya no tengo porque volver a practicar deportes, por fin tengo a alguien fuerte que me puede defender." Si con eso no basta, también me engancharé a su brazo sin soltarlo, apenas dejándolo caminar, Lynn siempre es muy independiente por lo que será un gran shock verla tan apegada, dependiente y acaramelada. 

Con decisión se puso a caminar hacia el lugar de la cita que su hermana había indicado el día anterior, pero su mente seguía pensando y empezó a preocuparse.

Lincoln: Aunque... si es de esos idiotas que les es igual la personalidad y solo quiere tener contacto sexual con ella... *glups* con-conmigo... Bueno, empezaré llamando a su entrepierna algo ridículo como "Princesa Dorita" o algo parecido, aunque lo primero será obligarlo a comprar una planta de esas que se mueren fácilmente como "Símbolo de nuestro amor" y spamear su celular cada poco tiempo quejándome porque han pasado 5 minutos sin que me escriba y claro, si llegamos a pasar juntos una semana y sigue insistiendo en que vaya a su casa yo...

El cuerpo de la deportista se quedó parado durante unos momentos con los ojos muy abiertos, tras unos segundos se estampó la mano en la cara con un sonoro PLAFF. Esas tonterías no le servirían, no tenia 10 días para que esa persona se olvidase o no quisiese volver a verla. Debía hacer lo que fuese para solucionarlo hoy mismo, cuando regresase a casa, Lynn lo molería a golpes... Con suerte antes de volver a intercambiarse los cuerpos.

Lincoln: Puede que simplemente deba decirle la verdad y es que ya estoy saliendo con otra persona pero que lo guardo en secreto y...  Eso es lo que hago yo y no sirve de nada, cuando se lo digo a Stella o a las otras...

Todas sus intenciones, todo lo que pensaba se vio derrumbado en el instante en que vio quien le estaba esperando en la entrada de aquel parque. El cuerpo de su hermana temblaba ante la visión de aquel pecoso de pelo castaño que lo miraba con sonrisa desafiante. Las piernas del cuerpo que ahora habitaba se ponían tensas y los brazos de su nuevo cuerpo se agitaban viendo como el muchacho hacia una pose de machito sacando musculo. 

Lynn: Hey nena, ¿qué se siente contemplar al hombre de tus sueños?

Empezó caminado, pero tras un par de pasos se encontraba corriendo con todas sus fuerzas, antes de que el pretendiente reaccionase, el puño de Lincoln ya se encontraba haciendo contacto con el estomago de la victima logrando que los pies de este dejasen de tocar el suelo levemente. La mirada colérica que Lincoln le dedicaba al muchacho hacia que hasta los animales del parque retrocediesen.

Lincoln (con ojos rojos): ¿Se, puede, saber, que pintas, tú, aquí?

*******

Después de que sus hermanas se separasen de la ventana, Lynn se apresuró para ir al bunker de la joven científica para enterarse que estaba pasando, pero en su interior únicamente encontró a Lincoln, solo y tecleando frenéticamente en su celular. Lynn se rascó el pelo blanco de su cabeza sin saber muy bien como iniciar la conversación.

¿Así es como te sientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora