¡Hoy soy libre!

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-¡Caroline! Escuchó el grito, de mi jefa desde la otra, parte de la oficina. Esa era la señal de que estoy «acabada»

Salgo corriendo de mi lugar de trabajo, y entro a su oficina asustada.

-Caroline Whiteley. Quiero saber, ¿por qué todavía no está listo el informe de contabilidad?

-Señorita, Hollie con respecto a eso el informe no está listo, por qué usted ayer me dio el día libre, y me dijo que no hiciera nada...

- ¿Y por qué yo te dije eso «Tú» no hiciste nada?

-Lo lamento, señorita Hollie- Agachó mi cabeza.

-De verdad, Caroline contigo ¡Siempre es lo mismo! Esto te costará tu último pago del mes, y te quedarás está noche haciendo horas extras.

-Está bien, señorita Hollie gracias y disculpe.

Salí de la oficina de mi jefa, regresé a mi puesto y me puse a trabajar.

Y si está soy yo Caroline, Vivo en Queens de la ciudad de Nueva York y trabajo cómo secretaria de contabilidad mi trabajo es hacer cuentas y ordenar todas las carpetas posibles antes de que se acabe el día, junto con mi amiga Morgan.

Hoy no fue el mejor día tengo que quedarme, hasta otras extras y matarme en un viernes por la noche.

-A que no se imaginan chicas, tengo entradas en la primera fila para asistir al juego de hoy en Citi field.

-Que emoción tengo Óscar, no sabes cuánto. Caroline no va a ir con nosotros- Morgan rueda los ojos.

-¿Ves Caroline? Esto siempre pasa no hagas, enojar a Fiona cuándo sabes que no tiene a su Shrek.

-Gracias, por la oferta Óscar, pero será otro día, puedes invitar a Cloe ella seguro quiere ir.

-Como, digas burro.

Óscar y Morgan estaban molestos, ellos saben que Hollie o Fiona como le decimos, no se cansa de presionarme para que sea su ángel de la guarda en todo momento. El reloj sonó, y todos salían de la oficina.

Las luces se apagaron y la única en la oficina era yo y la luz de mi portátil. Me levanté de mi asiento y me, asome por la ventana, tiendo el movimiento de las personas afuera, los carros, las luces, las señales de alto.

Tome una bocanada de aire, y regrese a mi asiento hacer lo que mejor y peor hago. «Trabajar» Comencé a revisar todas las carpetas, ordenarlas por su color y categorías, mi teléfono comenzó a sonar era mi madre. Asistí su llamada.

-Buenas noches, mi niña- Hablo mamá con su voz dulce.

-Buenas noches, mamá ¿Cómo has estado?

-Bien, mi niña aquí junto a tu gato...

-Qué bien...

-Hija, seguro ¿qué estás bien? Noto tú vos cansada y afligida.

-No es, nada mamá. Las lágrimas se me acumulaban, no puedo mentirle a mi madre ella sabe que no estoy bien.

-No mamá no estoy bien, hoy tuve que quedarme horas extras y no pasaré un fin de semana agradable.

-Hija, ese trabajo te está matando lentamente sabes que puedes quedarte conmigo y Topo tu gato.

-Lo sé mamá, pero me siento inservible si no hago algo en casa, no estaré todo el tiempo viendo programas de cocina contigo.

-Yo se Caroline, pero piensa no tienes tiempo para tus amigos tampoco para tu familia. Llevas más de seis años trabajando con Fiona y todavía no te ha ascendido a un puesto mejor.

-Puede, ser que todavía no estoy preparada para un «gran» puesto.

-¡Tonteras! Tú has estado estos últimos años matando té en una silla, y haciendo todo lo que te pide Fiona y ella solamente te presiona más, Marcos fue ascendido tan solo con dos años de trabajo y tú llevas «seis»

-Lo lamento mamá, tengo que continuar hablamos otro día sí. Te amo

-Piensa Caroline, la decisión que tomes la apoyaré, y también te amo. Nos vemos

Mamá tiene razón, siempre la ha tenido. Todos estos años matándome por Fiona y lo único que recibo son bajas de sueldo. Pongo un poco de música en el computador para iniciar otra vez, a ordenar las carpetas. Un anuncio interfiere la música de Coldplay mi banda favorita.

-Odio estos, estúpidos anuncios. Dejo las carpetas a un lado y voy directo a quitar el anuncio, pero antes de apretar algo me llama la atención de este.

¡Hola!

Alguna vez te has preguntado, ¿Qué son de las personas que no tiene a nadie en su vida? ¿No tiene un lugar a donde ir tampoco un propósito? Estás personas las conocemos cómo mochileros, personas soñadoras que buscan otra vía de escape en la cultura y recreación espíritu. Tú también puedes ser uno de ellos. ¡Únicamente tienes que tener una gran valentía y entusiasmo!

Me quedé, muy pensativa con este anuncio jamás he sido valiente y mucho menos explorador, pero ahora veo que hay otras cosas en las que puedo adentrarme.

Tomó el teléfono y llamo a mamá.

-¿Sí? Caroline.

-Voy a hacer mochilera.

Mamá comezón a reír del otro lado de la línea.

-¿Qué cosa?

-Como, lo escuchaste mochilera.

-Hija, veo que pensaste muy rápido lo que te dije- Hablo confusa.

-No, sé lo que quiero, tampoco sé lo que estoy diciendo. Sé que me voy a arrepentir, de los que estoy a punto de hacer, pero no tengo otra oportunidad más que está noche. Pero, aunque tenga miedo quiero esto.

-Si eso, es lo que pensaste en menos de dos minutos, por mí está bien. No tienes más opciones.

-Gracias, mamá.

-No tienes que agradecerme, agradecerle a lo que hiciste en menos de dos minutos que te cambió rápido. Creó que mejor te dejó.

Mamá colgó la llamada, de verdad no tengo e idea de lo que estoy haciendo, pero, es lo único que me queda adentrarme en una aventura, sin futuro. Tomó un papel y un bolígrafo y escribo en el rápido.

De: Caroline.

Para: Hollie.

Querida señora Hollie, quiero decirle que esté, papel es mi carta de renuncia. Ya no siento motivos para estar en la empresa, he luchado demasiado y siento que no he obtenido nada. Además, que odio si estúpido peinado de muñeca si me disculpa, me retiró.

Dejé el papel en la mesa junto con el bolígrafo tomé mi bolso y salí de la oficina corriendo por la calle gritando cómo loca.

¡Hoy soy libre!

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