La perdición llegara, un alma se dividirá y de esta dos seres se crearan. El bien y el mal serán, la existencia de que conocemos controlaran. Sus vidas nunca terminaran, pues vivos nunca estarán. Sus frutos serán la salvación, enemigos se aliaran y una antigua especie volverá. La clave es el...
-...¿Lía?, Lía... ¡¿Lía?! – el grito ensordecedor de Audrey me saca del trance en que el inconscientemente entro, pegando un fuerte salto riego mi Coca-Cola y me golpeo las rodillas con la mesa. - ¡¿A dónde demonios te vas cada vez que te quedas en silencio y entras en ese estúpido trance?! ¡Demonios chica un día de estos no voy a poder sacarte de ahí! – su rostro se ve preocupado y pálido.
-¿Cuánto tiempo estuve perdida? – sé que mi pregunta no responde a ninguna de las de ella pero aun así la hago.
-Cinco minutos... aproximadamente. – lanza un gran suspiro de cansancio. – Lía esto ya se están poniendo más preocupante, tus trances se están volviendo cada vez más frecuentes y más duraderos ¿Qué pasa si un día no vuelves? – sus hermosos ojos color avellana se inundan de lágrimas no derramadas y su barbilla empieza a temblar.
-No pasara nada, Audrey. Lo prometo. – saco mi libro de notas y empiezo a apuntar la última parte de la profecía que me ha llegado: La clave es el...
-¿aun sigues con esa basura de frase? Es tan apocalíptica que se me ponen los pelos de punta. No deberías seguir con esto, te vas a volver loca.
-No sabes nada, tengo que escribirla, esto es importante para mí. – guardo la libreta en mi feo bolso negro desteñido y me levanto de la silla enojada y frustrada. Así son mis estados de ánimo, volubles e incontrolables. Al recoger mi bolso y dar la vuelta para irme de la cafetería y dejar a mi única amiga sola y confusa, choco con Miranda y su banda, ella es la princesa de la universidad, la bella rubia con cuerpo de Barbie, cara de ángel y personalidad de bruja-puta. Me mira con superioridad. Sabe que soy su más grande competencia y su peor pesadilla. siempre intenta aplastarme sacando mis defectos al público, pero nunca ha podido conmigo, no soy rival fácil de vencer, ella es solo para mi basura y basura siempre será.
-¿Qué pasa fenómeno? ¿otro de tus ataques? ¿Por qué no vas al loquero para que te cure los defectos?... ¡ups! se me olvidaba que ellos no curan defectos físicos y seguirás siendo mutante de ojos distintos, así como un X-Men. ¡Asqueroso! – ella y su banda de perritas falderas se carcajean de forma estrepitosa solo para llamar la atención de los demás comensales de la cafetería.
-¡Qué tal Miranda! Tiempo que no te veía. Espera, ¡te vi ayer! ¿si eras tú la que se la estaba chupando en al profesor de actuación verdad? – su rostro enrojece de vergüenza y de ira. Ahora la atención de los comensales está en ella.
-¿de-de que hablas Amelia? – oh sí, me encanta poner a estas estúpidas nerviosas. Es mi nuevo pasatiempo favorito.
-Ay Miri, no te hagas la tontita, toda la universidad sabe que eres una chica mala, aunque no sabía que tuvieras esos dotes de actriz porno. Creo que en la actuación eres súper, bueno eso si te quieres dedicar al cine para adultos, claro está. Pero, tengo una pregunta ¿Qué harás con las clases de literatura? Hasta donde sé quién nos dará esas clases es una mujer. – la chica pasa de estar roja como un tomate maduro a ponerse pálida como un muerto. – ¡¿no sabías?! ¡Ups!... creo alguien tendrá que dedicarse a la lectura... A y por cierto te dejo de tarea consultar mi mutación, para que te informes más del tema y podamos charlar de forma más interesante, se llama heterocromía. - colgándome mi feo bolso en el hombro, le guiño mi ojo verde jade y salgo despampanante de la cafetería como la princesa que siempre he sido. Si algo he aprendido es a lidiar con esta clase de personas, aunque por lo general no los hería de esta forma, los dejaba muertos en combate... literalmente.
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Matriarcas Del Inframundo
VampireSINOPSIS: Dos gemelas... un alma compartida... Amelia y Amelinda son dos princesas vampiras unidas no solo por sangre sino por alma, nacidas bajo una apocalíptica profecía representando el bien y el mal. Una condenada a vivir eternamente como humana...