LOST & FOUND ✧ ajak

part one!

° :. ° . ✩ [ parte uno! ]

❛i'll spend forever wondering if you knew
i was enchanted to meet you❜

HAWKINS, IN — 1981

Thena y Gilgamesh creían en luchar por lo amado, pero Ajak nunca había sido una guerrera, ella creía en poner la felicidad del ser amado sobre la suya propia, tal como sus poderes de curación, era la única manera en la que sabía amar.

Así que dejó ir a su familia, para que vivieran y fueran felices con su libre albedrío, mientras ella seguía perdida.

Siendo la Suprema Eterna era difícil desligarse de su misión, en más de 400 años, Ajak seguía aprendiendo a comportarse como humana, los había observado por siglos, pero las diferencias entre ella y ellos seguían muy presentes. Por eso se mantenía aislada de todos.

Vivía en una pequeña casa, sus vecinos apenas la veían, conversaba de manera amena con las personas cuando lo requería, pero siempre tenía un límite, aunque invisible, era inquebrantable, como su lealtad con los Celestiales. La única constante en su vida era su visita a la tienda por comestibles y demás, donde siempre se encontraba con Celia.

— Hola, tú de nuevo. —saludó la humana cuando Ajak dejó sus artículos en la cinta de la caja registradora para que la mujer los cobrara.

— Hola, buen día. —correspondió la eterna de forma educada.

— Este pueblo es muy pequeño como para esconderte, no sé como lo haces.

Y esa frase era tan peligrosamente acertada.

— No me escondo. —se negó, manteniendo un semblante fuerte, aunque la diversión de la mujer era algo contagiosa.

— Nunca te he visto en otro lugar que aquí, —comenzó a enumerar a la vez que pasaba los artículos por la chequeadora.— nadie te conoce, y créeme que aquí todos se conocen.

— Eso no quiere decir que me esconda.

— Claro. —replicó con marcado sarcasmo.

— Y, ahora tú me conoces, —atinó a decir la Eterna, por un simple impulso que calificaría como uno muy humano.— me llamo Anya.

Había usado muchos nombres, Alma, Ava, Asia, Arya, Alba, todos con la letra A y la poca longitud en común, para no olvidar quien era realmente.

— Celia.

Y tal como un evento cataclismico, ese fue el inicio de todo.

— Lindo nombre. —agregó Ajak con una ligera sonrisa, mientras prestaba suma atención a los movimientos de la mujer. Lo cierto es que le gustaba como sonaba con su voz, aguda, pero suave, era muy agradable.

— Gracias. No es algo que escuche seguido. —se encogió de hombros devolviendole el gesto sonriente.— Y, si no es para esconderte, ¿porqué viniste a Hawkins? No quiero sonar grosera o entrometida, pero este lugar es solo un parada en el camino.

— Vengo de un lugar pequeño como este, así el cambio no sería tan brusco. Me gusta la tranquilidad.

Mentira, había vivido en imperios reales durante sus mejores épocas. Era la tercera vez que le mentía en tan solo minutos, con el tiempo fácilmente perdería la cuenta.

— Bueno, supongo que por eso yo también sigo aquí.

— ¿Adónde crees que debería haber ido en lugar de Hawkins? —cuestionó con genuina curiosidad la Eterna, esperando no sonar sospechosa.