CAPÍTULO 3

12 2 0
                                    

El Viernes me levanto más temprano de lo normal y mientras mi desayuno se está cocinando hago ejercicio dentro del depa y descanso.

me sirvo el desayuno y antes de comer me doy una ducha, salgo más refrescado gracias al agua y me pongo algo cómodo mientras espero que se haga un poco más tarde.

Me siento a desayunar y noto un raspeteo en la ventana de la sala, es el gato que aún esta en la parte de la escalera.

Que haces todavía por aquí amiguito?

Me levanto y voy a abrirle la ventana, al hacerlo lo agarró y lo pongo en el mueble.

-Debes tener algo de hambre supongo- le digo mientras lo acarició, -Vamos, te daré algo para que comas.

Lo llevó al comedor, mientras busco algo de carne para darle de comer, volteó y me doy cuenta que ya el gato se está comiendo mis tostadas con salchichas que había preparado para mí.

Bueno, si tenías mucha hambre entonces.

-Me tocará cocinar otra vez.

Vuelvo a hacerme tostadas y ahora hago huevos fritos, y me siento en la mesa y desayuno en el depa, bajo el otro plato para que el gato coma en el piso.

No estoy acostumbrado a desayunar en mi departamento, siempre compro algo por fuera y desayuno en el trabajo, pero tenía tiempo y quise hacer eso.

Terminó de comer, voy al baño a cepillarme.

Noto la hora, 7:10.am, me visto y voy a buscar al gato.

-Bueno niño, vamos a ver a quién le perteneces-, digo mientras agarro el gato arriba.

Subo algunos pisos preguntando en cada departamento sin encontrar respuesta.

Hasta que subí 3 pisos más arriba de mí depa.

Toco la puerta, me abre una chica, cabello castaño hasta los hombros, mediana altura.

-Meito apareciste-, dice sorprendida y alegre cuando vé al gato.

-Hola mucho gusto, soy Alessandro, este gato es tuyo?- le pregunto, aunque parece obvio que si es.

-Hola sí, es mío, un placer Fabiana-, me dice ella con una sonrisa, -Bueno, es de mi pareja y mío, donde estaba?.

Dandome sustos innecesarios.

-Estaba por las escaleras de emergencia, se quedó en mi departamento y le abrí la ventana- dije mientras me rascaba el cabello.

-Gracias, a Alfonso le dará mucho gusto que haya aparecido sano y salvo- dice ella con un tono muy sincero de alegría.

¿Alfonso?, Debe ser la pareja supongo

-No se preocupe, ya está en casa, bueno adiós, que tenga un feliz día- digo mientras acaricio al gato por última vez.

Fabiana me da una sonrisa y sólo se despide con la mano.

Bajo a mi departamento busco mi bici y bajo a la calle.

Pedaleo hasta llegar al parque y me detengo en una banqueta, reposo la bici a un lado y yo me siento a mirar al cielo.

Aún falta 30 minutos para que abra el trabajo.

Estaba tranquilo admirando cualquier cosa del parque cuando escucho una voz que me suena familiar.

-Bueno además de un buen barista, eres amante de la naturaleza-, con vos seductora.

-Bueno es normal no sentirse apasiona...-, decía eso mientras volteaba a ver de quién se trataba, pero a quien ví me paralizó el corazón.

Abre Los OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora