Perfecto Peligro [PERFECTOS 1] ©

VEINTITRÉS

Canción en multimedia—You were good to me de Chelsea Cutler y Jeremy Zucker

LUCIEN CULLIMORE

Iba directo a la habitación de la hermosa pelinegra, en cuanto escucho que Meridia empieza a llorar y entro a la habitación notando que su madre no está. ¿Y Morrigan?

Cargo a la pequeña castaña entre mis brazos y salgo de la habitación escuchando como su llanto empieza a detenerse, iba por los pasillos del castillo viendo a uno que otro guardia y en cuanto veo a mi hermana Aurora la detengo.

— ¿Oye has visto a Morrigan?—le pregunto mientras veo a la bebé que se ha quedado dormida nuevamente.

Mi hermana se encoge de hombros y sigue su camino.

«Qué gran ayuda»

Suspiro mientras vuelvo a caminar por el lugar hasta la sala principal, la librería, la cocina y el jardín, lugares donde normalmente va Morrigan, pero en ningún lugar la encuentro y la preocupación empieza a invadir mi pecho, mi ceño se frunce y no puedo evitar empezar a imaginar los peores escenarios donde Morrigan ha sido arrebatada de nuestro lado, de mi lado.

Camino hasta unos guardias.

— ¿Han visto a la reina Morrigan?—les pregunto, ambos hacen una reverencia antes de contestar.

—No mi rey, la última vez que la vimos fue cuando entró a su alcoba con la princesa Meridia para dormir. ¿Sucede algo?—los veo enojado.

—Si sucede algo, sucede que la reina no está en ninguna parte y ahora irán por cada maldito guardia de este castillo dando este aviso para que todos empiecen la búsqueda de la reina, su reina—ellos sin necesitar más palabras caminan con prisa y yo sólo espero que la búsqueda sea rápida.

Voy por mi celular a mi habitación para marcarle pero su celular me manda directamente a buzón de voz, cosa que me pone de los nervios aún más.

Voy junto a una dormida Meridia hasta la habitación de Dorian y Harry, ambos se sobresaltan de sus camas cuando escuchan la puerta abrirse escandalosamente y yo me mato mentalmente tratando de que no se despierte la bebé.

— ¿Y a ti qué te pasa?—me pregunta Dorian adormilado mientras se rasca la parte trasera de la cabeza.

—Morrigan no está.

— ¿Cómo que no está?—pregunta Harry con el ceño fruncido mientras se pone una sudadera para cubrirse.

—No está, fui a buscarla a su habitación porque íbamos a tener...

—Omite esa parte por favor.

—... Eres un insensible, como si nunca hubieras escuchado la palabra sexo.