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𝙵𝙴𝙴𝙻𝙸𝙽𝙶𝚂
10 de Enero de 1985
Cher patinaba hasta algunos departamentos de Reseda. Habían pasado tan solo unas semanas del torneo de All Valley, su brazo izquierdo se encontraba dentro de un yeso tan grueso que pareciera irrompible.
La chica había tomado cierta distancia de los chicos, en especial de Dutch. A quién aún no le agradaba luego de lo que le hizo. Pero no podía culparlos del todo, Kreese había manipulado sus mentes, convirtiéndolos en una extraña especie de soldados sanguinarios.
Este era un día que ella consideraba especial. Y deseaba pasarlo con alguién especial.
La joven se bajó cuidadosamente de la patineta, la levantó con una sola mano y entró rápidamente por aquellos departamentos. La joven como pudo soltó la patineta y tocó la puerta de un departamento característico.
──Buenos días, Señora LaRusso. ¿Está Daniel?── La ahora pelinegra le preguntaba a la mujer que estaba frente a ella.
──Oh, Cher. Vaya sorpresa, adelante pasa, está en su habitación. Primera puerta a la izquierda── Lucille le indicó con una gentil sonrisa
La ojiazul se acercó sigilosamente a aquella puerta y entro rápidamente. Cuando estaba por hablar, escuchó aquel acento de Newark tan marcado.
──¡Mamá, ya te dije que no quiero ver novelas contigo!── El semblante del pelinegro cambió al ver a la pelinegra── Cher, ¿Qué haces aquí?
Cher miró con curiosidad la pierna de su amigo e inconscientemente sintió una culpa ante algo que ella no ocasionó. Pero igual, si pudiera regresar el tiempo y darle una paliza a Kreese, lo haría.
──¿Acaso no puedo venir a ver al chico de patadas karatecas poderosas?── Aquella mención hizo reír a Daniel
──Todo bien con tu brazo, chica de puños asesinos── Cher rió ante aquel comentario
──¿Lawrence?
──¿Qué pasa LaRusso?── La chica levantó una ceja
──De verdad, ¿Por qué viniste a verme?── El chico decía algo desanimado
──Eres mi mejor amigo, me preocupo por ti── La chica se acercó cuidadosamente a él y con su brazo sano acaricio su cabello── Además, tenía semanas sin verte, me aburro sin molestarte
El chico rodó levemente los ojos mientras reía. Pero luego su semblante cambio al ver el cuello de Cher.
──¿Como sigue tu cuello?
La sonrisa en la chica de Massachusetts desapareció de golpe. Suspiró pesadamente y cuando pudo recobrar el aliento se limitó a decir.
──Siento cierto dolor, además de tener algunas pesadillas horribles. Kreese por poco nos mata a Johnny y a mí. Fue uno de los momentos más traumáticos de mi vida── La chica volteó la mirada── Lo bueno es que el Señor Miyagi intervino, habría sido terrible que te quedarás sin la chica que te hace burlas constantemente
