あ ; 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗼 𝗿𝗮𝗽𝘁𝗮𝗱𝗼 ♥︎ 𝗃𝖺𝖾𝗒𝗈𝗇𝗀

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Después de colgar, la biblioteca quedó en silencio. Sólo se escuchaban los sollozos de Taeyong.

Jaehyun se acercó y lo miró fijamente. Él trató de ahogar su llanto, pero no pudo. Él tenía razón: Taeil lo había traicionado. Había abusado de su inocencia y su ingenuidad. Y de su amor.

Él nunca lo había amado, sólo lo había deseado. Ya estaba casado, y había estado esperando a...

──Desea que su esposo se muera ──susurró en voz alta.

──Así es ──dijo Jaehyun tocándolo suavemente en el brazo──. Vamos. Ha tenido un día muy duro. Lo llevaré a la cama.

No ofreció resistencia cuando él lo agarró de la mano para ayudarlo a levantarse del suelo. Se estremeció al sentir el contacto de su mano y apenas tuvo fuerzas para sujetarse su maltrecho traje con la otra mano. Estaba desfallecido. Le temblaban las piernas. Casi no podía caminar.

Lo miró mientras lo llevaba por un pasillo oscuro, sombrío.

Observó la crudeza de su expresión. Jaehyun era completamente distinto de Taeil. Era despiadado y vengativo. Pero era sincero.

De repente, Jaehyun lo tomó en brazos y lo apretó contra su pecho. Sintió una corriente eléctrica atravesando todo su cuerpo, como cuando lo había besado en el avión.

Él no podía saber que ése había sido su primer beso ni que todo él se estremecía ahora de deseo. De un deseo contenido durante veintinueve años de soledad.

Oyó el ritmo pausado de sus pasos sobre aquel suelo de mármol, que parecía mezclarse con el rugido de las olas rompiendo entre las rocas.

Volvió a mirarlo. Su expresión era cruel. Y, sin embargo lo sujetaba con suma delicadeza. Había pensado en él como en una especie de demonio maligno, pero quizá no lo fuera. Tal vez fuese un ángel negro que había aparecido inesperadamente para salvarlo.

Al llegar al final del pasillo, él empujó una puerta con el hombro.

Luego, una vez dentro del dormitorio, lo sostuvo con una sola mano, como si fuera una pluma, y encendió una pequeña lámpara con la otra.

El cuarto era espacioso pero austero y con un aire típicamente masculino, desprovisto de todo color. Las paredes eran blancas y la cama negra. Tenía unos grandes ventanales y una terraza con vistas al mar iluminado por la luna.

Lo sentó sobre la cama y lo miró fijamente con sus ojos oscuros como la noche. Oscuros y llenos de deseo.

Él supo que iba a besarlo de nuevo a pesar de su promesa. Taeil le había demostrado que las promesas de los hombres no tenían ningún valor. Ahora Jaehyun iba a poseerlo sin piedad. Se haría dueño de toda la inocencia que él había esperado dar sólo al hombre que lo hiciese su esposo.

Pero ya no le quedaban fuerzas para luchar.

Lo empujó dejándolo tendido sobre aquella enorme cama y comenzó a abrirle lentamente el traje por arriba hasta dejar al descubierto su pecho y la piel desnuda de su vientre. Sintió la fuerza magnética de su cuerpo sobre el suyo mientras la miraba con sus ojos negros y enigmáticos.

──Le... odio ──dijo en un susurro, incapaz de resistirse.

──No necesito que me ame, sólo que me obedezca ──replicó él con un rictus sensual en los labios.

Taeyong cerró los ojos, esperando que él le quitase finalmente el traje, lo dejase totalmente desnudo y lo violase brutalmente sin compasión.

Casi no le importaba. Se sentía completamente perdido. Hacía apenas unas horas era un hombre idealista, romántico y soñador.