あ ; 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗼 𝗿𝗮𝗽𝘁𝗮𝗱𝗼 ♥︎ 𝗃𝖺𝖾𝗒𝗈𝗇𝗀

𓏲 ་˖ 🎀 𝖮𝖮𝟤. ♡̸

No se había imaginado que el pudiera ser tan hermoso.

Mientras el todoterreno circulaba a través de las carreteras nevadas, Jeong Jaehyun miró al pequeño rubio que tenía sujeto por las muñecas. Al verlo tratando de escaparse, se había abalanzado sobre el de forma instintiva, apresándolo entre su cuerpo y el cuero del
asiento.

Jaehyun podía sentir su aliento y oler el perfume a ropa limpia y a flor de té que emanaba de su piel. Con cada suspiro, su pecho se marcaba bajo el traje tan ceñido que llevaba, pareciendo pugnar por salir de su encorsetada prisión.

Se sintió excitado y trató de apartar la mirada de su cuerpo.

Se suponía que él no deseaba a Lee Taeyong. Sólo lo despreciaba. Y quería utilizarlo. ¿Por qué estaba sintiendo entonces aquel súbito arrebato de deseo?

A él le bastaba desear a un hombre para acostarse con el. No sentía el menor interés por conocer sus sentimientos. ¿Para qué podría servirle? Tampoco sus amantes eran tan inocentes. Ellas tenían sus ambiciones, codiciaban su cuerpo, su dinero, su poder o las
tres cosas a la vez. Él sabía que todo el mundo tenía un precio.

Pero desear al hombre que tenía ahora a su lado suponía un desafío, incluso para él. Sabía que Lee Taeyong era un hombre inmoral, despiadado y ambicioso. Pero no se había imaginado que
fuera tan hermoso. Ahora podía entender por qué Moon Taeil se había arriesgado tanto celebrando aquella falsa boda. Cualquier hombre querría tener una pareja así. Él lo miró, aún jadeante y asustado. Tenía el pelo suelto después de arrancarle el velo y la diadema. En su rostro de porcelana resplandecían unas mejillas
sonrosadas. Sus ojos, enmarcados por unas pestañas largas y espesas, eran del mismo color turquesa del mar Egeo. Sus labios eran carnosos y su cara reflejaba la indignación y la rabia que sentía en ese momento.

Tenía el aspecto de un hombre que acabase de hacer el amor de forma ardiente y apasionada.

Lo deseaba.

Y eso le hacía sentirse más furioso. Pensó que el era el culpable. Debía estar provocándole, tratando de seducirle, para intentar librarse así de su castigo.

Pero no contaba con que él era un hombre despiadado y sin corazón.

Sus secuaces habían estado vigilando el castillo de Trollshelm desde que se había enterado de la celebración de aquella supuesta boda. Había planeado secuestrar a Taeil para obligarle a revelar el paradero de Jungwoo. Sabía que Moon Taeil era demasiado astuto para dejarse atrapar, pero no había podido esperar más. Había pasado un año, no sabía en qué condiciones estaría Jungwoo. Podría estar muriéndose.

Había irrumpido en las puertas del castillo con todos sus hombres armados, aún a sabiendas de que su aventura podría acabar trágicamente. Entonces había visto al novio de su enemigo saliendo del castillo, paseando por el jardín a la luz de la luna. Al verlo iluminado por las luces sobrecogedoras de la aurora boreal, había
decidido cambiar los planes y aprovechar la ocasión.

Lo sabía todo acerca de Lee Taeyong, aquel camarero surcoreano que había dilapidado la fortuna de Jungwoo en joyas, pieles y ropa de diseño. El ambicioso cazafortunas que no había tenido escrúpulos en jurar fidelidad a un hombre para convertirse en un joven millonario, respetable a los ojos del mundo.

Sintió un odio feroz hacia el mientras lo sujetaba por las muñecas en el asiento trasero, y percibía el perfume de su piel.

──No va a salirse con la suya ──afirmó el, jadeando.

──¿No? ──replicó con ironía, tratando de apartar la vista de aquel pecho que subía y bajaba de forma cada vez más rápida al ritmo de su respiración.

──Mi marido...

──Usted no tiene marido.

──¿Cómo que no? ¿Qué le ha hecho? ──exclamó él, preso de pánico──. ¿No habrá sido capaz de...?

──Sabe muy bien a lo que me refiero.

──No le habrá hecho nada, ¿verdad? ──insistió él con la cara muy pálida.

Jeong había tenido efectivamente la tentación de matar a Moon, pero había llegado a la conclusión de que podría ser contraproducente.

Probablemente, Moon tendría retenido a Jungwoo en algún escondite inhóspito. Si lo mataba, nunca conseguiría dar con él.

──Déjeme marchar y le doy mi palabra de que no le diré nada a nadie ──susurró Lee Taeyong.

──¿Su palabra? ──dijo él con desprecio──. Los dos sabemos el valor que tiene su palabra.

──¿Cómo puede decir eso? ──replicó él con voz ahogada en lágrimas──. ¡Ni siquiera me conoce!

──Más de lo que cree. Y ahora usted y su amante van a pagar por...

No pudo terminar la frase, porque él se revolvió contra él y comenzó a darle patadas con el tacón de los zapatos. El conductor estuvo a punto de salirse de la carretera al sentir un fuerte golpe en la espalda del asiento. Luego él se puso a dar patadas a la ventanilla con tal fuerza que Jaehyun tuvo que agarrarlo de los tobillos para que no acabase rompiendo el cristal.

──¡Basta ya! ──le ordenó, echándose sobre él para tratar de reducirlo.

──¡Maldito sea! ¡Es usted un cobarde! ¡Un criminal! Mi esposo lo encontrará y lo detendrán. ¡No conseguirá salirse con la suya!

Siguió forcejeando y, cuanta más resistencia ofrecía, mayor era el deseo que despertaba en él.

──¡Estese quieto de una vez!

Él dejó de luchar, dirigiéndole una mirada de odio y desafío que consiguió acrecentar aún más el deseo de él.

El vehículo comenzó a aminorar la marcha.

Vieron entonces un jet privado esperándoles en una pista de aterrizaje abandonada, barrida por un fuerte viento que levantaba los copos de nieve.

Taeyong sintió pánico. El todoterreno se detuvo.

──No haga esto, por favor ──susurró él llorando──. Haya lo que haya entre Taeil y usted, no me obligue a subir a ese avión. Sea usted quien sea, déjeme volver con la gente que amo. Déjeme volver con mi marido.

──¡Amor! ¡Ja, ja! ¡Como si un hombre como usted supiera lo que es el amor! ──respondió él con una amarga sonrisa──. Además, ya se lo he dicho. Usted no tiene marido.

Le miró aterrorizado mientras el conductor abría la puerta.

──Se lo ruego ──le imploró él bañado en lágrimas──. ¡No le haga daño a mi marido!

──Usted no tiene ningún marido ──dijo él agarrándolo por el brazo── ¿Sabe por qué? Muy fácil. Moon Taeil ya está casado.