🅹︎𝕦𝕖𝕧𝕖𝕤┊𝑻𝒂𝒎𝒂𝒌𝒊 𝑨𝒎𝒂𝒋𝒊𝒌𝒊

🆅︎𝕚𝕕𝕒 𝕤𝕚𝕟 𝕤𝕖𝕟𝕥𝕚𝕕𝕠

Una semana, una puta semana, maldita vida de mierda, hay días en los que me preguntó, ¿Cómo mierda gané la carrera de espermas?

Enserio, pudo haber ganado un futuro arquitecto, o doctora, contadora, veterinario, o quién sabe, pude haber sido mejor persona, ¿Pero quién ganó? El imbécil de Tamaki, chingada madre.

He buscado en Google, “¿Cómo abortar un feto de 17 años?” no sale nada, ¿Necesito ayuda? Probablemente, ¿La quiero? ABSOLUTAMENTE NO.

Antier un grupo de niños se me acercó y me dijeron gallina, que insulto tan patético, pero tiene razón, mis amigos no estuvieron ese día para apoyarme, así que me las tuve que lidiar solo, peleamos, ellos cuatro contra mí, creo que sabes quién ganó…

Mientras me golpeaban me decían cosas como “Eres una basura”, “Por eso te abandonaron”, “No serás nadie en el mundo” entre otros insultos más, no quiero ponerlos porque van más allá de lo normal, no quiero preocuparte, tampoco a mamá.

Hablando del tema, cuando llegué a casa por obvias razones me hizo muchas preguntas, me quedé callado, ella sabe lo que me han hecho desde que estaba en la primaria, ese día fue un infierno, tenían mucha fuerza.

Era hora del recreo, yo comía tranquilo en unas bancas del patio de la escuela, hasta que unos niños se acercaron a mí.

—— Tamaki, amigo mío, ¿Quieres jugar con nosotros? .—— preguntaron.

—— ¡S-si! Claro .—— contesté, era muy ingenuo en aquel tiempo, débil, un idiota total.

Me llevaron al baño donde me explicaron las reglas del juego, sonaba sencillo, me gustó la idea, estaba entusiasmado, al fin y al cabo, era un niño…

—— Muy bien, tu tienes que correr, si te logramos atrapar te traeremos de vuelta al baño, ¿Entendido? .—— dijo uno de ellos.

—— Si, pero, ¿No es peligroso andar corriendo?.

—— Tranquilo, todo estará bien, confía en nosotros.

—— Bueno…

—— ¿Listo?.

—— ¡H-hai!

—— Entonces, ¡Corre!.

Al oír eso mis pies comenzaron a trotar, algo lento, una de las reglas era que tenía una ventaja de 15 segundos, mis pequeños pies iban a todo lo que podían, al punto que casi me tropiezo yo mismo.

Giré mi cabeza para notar si me seguían, no los logré ver por ningún lado, sonreí pensando que los había perdido de vista, gran error.

Al voltear de nuevo para ver enfrente, los ví, ¿Cómo fue posible eso? Ay que no chinguen, había perdido.

—— ¡Te atrapamos, ahora, iremos al baño de nuevo!.

—— Como, como gusten.

Ya en el baño, me pusieron una venda, todo era oscuro, no veía nada, solo escuchaba sus voces, ¿Eso pueden hacer chamacos de 7 años?

Me metieron a un cubículo, el sentimiento de nerviosismo y temor se apoderaba de mí, a cada segundo.

—— ¿E-ésto es parte, d-del ju-ego?.

—— Oh, si que lo es, ¿No te gusta? Ja,ja, eres muy idiota Tamaki.

—— ¿Creíste que queríamos ser tus amigos? Jamás, oye bien, JAMÁS, seríamos amigos de alguien como tú .—— dijo otro de ellos.

—— ¿Alguien, cómo yo?.

Posterior a eso recibí el primer puñetazo, dolió como el infierno, el segundo, tercero…

Solo podía escuchar sus risas, y sus insultos, patadas, golpe tras golpe, en un momento solo quedé inconciente, lo último que supe es que terminé en una cama de hospital, aquellos que me pegaron tuvieron su lección y los expulsaron.

Ahí entendí que no podía confiar en nadie, mi vida cambió, desde ese instante, para mí, mi vida no tiene sentido alguno…

Conforme pasaron los años conocí a mis salvadores, primero hablé con Nejire, o mejor dicho, ella me habló y rescató.

Ya era costumbre de que me agredieran, aún conservaba la esperanza que en cada ciclo escolar esos bastardos se cambiaran de escuela, o que mi mamá lo hiciera, pero no, en cambio entro una niña, cabello azul, estatura un poco baja.

En la hora del receso ya me la sabía, tenía que ir al baño para entregarles cosas a ellos, pero una pequeña personita me siguió, el líder me pidió mi dinero, y de ahí procedió a lo de todos los días.

—— ¡Basta! Dejenlo ir, o les romperé la puta cara .—— clamó una voz femenina detrás mío.

—— ¿Y qué si no lo hacemos? Eres una simple niña ingenua e inepta.

—— Que lo suelten, dije .—— advirtió.

—— Ay pero que miedo tengo .—— el chico simuló estar temblando.

—— P-por favor, n-no te hagas, daño.

—— Colman mi paciencia pedazos de mierda andante.

Dicho ésto aquella pequeña niña que parecía no tener mucha fuerza, demostró lo contrario, dejando a todos con un dolor en el estómago.

—— Hola, ¿Cómo te llamas? .—— se agachó hasta estar a mi altura, ya que yo me escondía en un rincón.

—— T-tamaki, Tamaki Amajiki.

—— Lindo nombre, y mucho gusto, soy Nejire, ven, toma mi mano, iremos a la enfermería.

Asentí, y desde ese día nos volvimos mejores amigos.

¿Te acuerdas que nombro igual mucho a Mirio? Con el te lo resumo que pasó lo mismo, solo que como eran más, el fue al rescate de Nejire y mío.

Si no fuera por ellos, y el cariño incondicional de mi madre, yo ya estuviera muerto, en una mugre caja.