Un Año [BajiFuyu]

<Capítulo 10>

13 de septiembre

-Oye Chifuyu tienes planeado hacer algo esta tarde?

-No exactamente, hay algún sitio que desee ir Baji-san?

-Podríamos ir de nuevo a alimentar ya sabes -guardaba sus cosas mientras que el rubio lo esperaba en la puerta-

-En serio?! Entonces vamos de una vez!

Apenas terminó de guardar sus cosas fue jalado por el rubio, la verdad que no debía preguntarle las demás veces fueron tranquilos a aquellos lugares pero esta vez sería un poco diferente, aunque tenía planeado algo para dentro de tres días esperaba que su nuevo amigo se llevara bien con Kazutora, aunque por el momento la palabra "Amigo" no durará mucho

Tenía inseguridades por algunos momentos, una de ellas el comportamiento del menor podría ser normal que se ponga nervioso al hablarle desprevenido pero no era así, si le dirige la palabra lo observe o tan solo le de caricias en la cabeza que era algo común en él lograba poner nervioso a este o sino algo rojo? Ni él mismo lo sabe

Trató de ignorar este hecho, vamos a admitir que ese par son bastante lindos y guapos quién lo confirma? Algunos estudiantes de la Secundaria bueno ese no es el caso, esa tarde donde escaparon de aquel señor con el rastrillo le pareció más que divertido además de que se sentía la adrenalina por su sangre, divertirse no haría daño a nadie mientras alguien no llegara a tener sentimientos por el otro ninguno saldría mal

O eso pensaba nuestro azabache...

—Falta poco para llegar al último lugar de los bellos gatitos —dijo con una tierna sonrisa—

—Tienes razón, oh mira allí están

—Voy primero a verlos! —a penas terminó de hablar fue corriendo al pequeño callejón que no era a vista de otras personas—

Esto causó que el pelinegro soltara una leve risilla por la acción del rubio, podría admitir que era tierno en estas situaciones y algunas otras, llegando al callejón donde se metió Chifuyu pudo presenciar algo que podría matarlo de tanta ternura a su parecer

Era un Chifuyu lleno de gatitos a su alrededor mientras ronronean y uno se subió a su cabeza, el pequeño rubio estaba entre pequeñas risas con todo ello, causando como si el corazón de Baji fuera flechado

—Jajaja... Oh Baji-san, hace cuanto estás aquí? —seguía acariciando a los mininos y a la vez lo observa—

No pudo decir nada, tan solo asiente y da media vuelta estaba con un pequeño rubor en sus mejillas también se apoya en la pared

—Baji-san se encuentra bien? —apareció detrás suyo como si nada—

—Ahhh! Chifuyu no andes asustando a los demás, se me sale el alma —es ahí cuando se le bajó el rubor por el susto—

—Ah lo siento, parecía que estuvieras en otro mundo además nos falta alimentarlos —de fondo se escuchan los maullidos—

—Cierto, espera un minuto

Camina hasta el grupo de gatitos poniéndose de cuclillas, de su mochila saca algunos platitos y en estos echa con cuidado la leche a la temperatura exacta

—Bien, disfruten de la leche pequeños gatitos tiernos —acariciando uno—

—Son demasiado tiernos para ser tratados de esta forma, quisiera tenerlos todos aunque no sea posible... —dijo Chifuyu poniéndose al mismo nivel que Baji a su lado—

—En algún momento de nuestras vidas lo haremos, bueno yo pienso ayudar a todos estos gatitos —sonríe leve—

—Si Baji-san tiene esa meta, ayudaré con ello —voltea a verlo mostrando una sonrisa sincera—

Esa sonrisa... Tan solo esa sonrisa pudo hipnotizarlo unos segundos que parecían durar horas, luego, sacudió su cabeza y también dedicarle una pequeña sonrisa junto con el rubor leve

—Ahora que lo pienso, no eres tan molesto como creí, Chifuyu —posó su mano en la cabeza de cabellos rubios, desordenando estas—

Esto dicho junto con la acción contraria logró provocar un color carmín en sus mejillas, mirando a otro lado

—Bien es hora de retirarnos —dando unas últimas caricias a los mininos—

—Es cierto, se hace tarde para ir a casa —se eliminó el color rojizo de sus mejillas levantándose para tomar su mochila—

—Exacto, otro día volvemos pequeños —repite la acción de Chifuyu—

Ambos salieron del callejón hablando en todo el camino de cosas triviales hasta llegar a los departamentos