Ghost of you || Emiliaco

Capítulo Siete

— ¡Joaquín!

El castaño se volteó hacia el pelinegro que se acercó a él a paso apresurado, Eduardo dejó un beso en su mejilla como saludo, haciendo que se ruborizara.

— Hola— murmuró el más bajo, encantado, se sonrieron.

— Mañana hay una muestra de arte, tengo dos entradas, tienen desde pinturas hasta un show de danza, ¿Quieres acompañarme?

Joaquín rió con algo de nervios, con vergüenza murmuró:

— Lo siento, iría pero... Tengo una cita con alguien más.

Emilio en parte sonrió con orgullo al ver la expresión emocionada de Eduardo desaparecer.

— Oh, bueno— dijo, acomodó sus cabellos largos con algo de incomodidad.

— N-No es lo que piensas— Joaquín negó, moviendo sus manitos frente a él—. Voy a... Ver a alguien, al cementerio.

— Oh, Joaquín, no necesito explicaciones— dijo Eduardo, aunque se notaba más aliviado después de escuchar eso y volvió a sonreír—. Lo siento mucho.

— No, está bien.

— Bueno, lo dejamos para otro día, ¿Sí? — Joaquín asintió—, nos vemos, Joaco, cuídate— besó su mejilla otra vez para despedirse, antes de salir del estudio con una encantadora sonrisa en sus labios.

Fue al vestuario y lo primero que le dijo a Emilio fue un "No sé si me gusta".

— ¿Cómo que no sabes si te gusta? — preguntó el mayor— ¡Joaquín! Tiene cara linda, le gusta la danza, sonríe bonito y tiene abdominales donde podrías lavar la ropa, ¿Cómo que no te gusta? ¿Sabes lo que ahorrarías en la lavandería?

Joaquín rió por lo de los abdominales.

— Te recuerdo, Emilio, que mi tipo son flacuchos, sensibles, que piensan mucho, critican a la sociedad, me dan atención y me cuidan mucho.

— No conozco a nadie así— Emilio negó.

— Claro, yo tampoco.

Practicó su baile una vez más, su entrenador le dijo lo mismo de siempre, pero que hoy había mejorado un poco más, así que lo dejó ir más temprano.

Tomó su celular y vio varios mensajes de un número que no le hablaba desde hacía unas cuantas semanas.

— Airam dice que ha mejorado lo suficiente para dejarle usar el celular más de una hora al día— le comentó Joaquín a Emilio.

El rubio se encogió de hombros, en verdad, no le gustaba mucho hablar de él desde lo que había pasado.

— Aún le queda mucho en el loquero para que pueda salir— dijo Joaquín, con algo de alivio.

— Joaquín, no lo digas así, queda muy despectivo, él no tiene la culpa de estar mal— dijo Emilio, su ceño estaba ligeramente fruncido.

Joaquín lo miró un segundo hasta que suspiró, asintiendo.

— Tiene la culpa de otras cosas— dijo, por lo bajo.

— Tampoco, él no lo hizo a propósito— corrigió —. La depresión hace que hagas esas cosas, y que hables tan feo no lo ayuda.

Joaquín parpadeó rápido para despejar su vista, Emilio acarició su cabello.

— Él no tiene la culpa de lo que me pasó, ¿Está bien? Fue un accidente, necesita apoyo con lo que tiene, no le tengas rencor, no va a cambiar nada— continuó hablando el rubio con tranquilidad, aunque Joaquín no reaccionó — ¿Qué tal si hago tu comida favorita? — preguntó Emilio, mirando al castaño, quien negó.

— Hace meses que no como eso.

— Lo sé, por eso te lo estoy ofreciendo.

Joaquín lo pensó un momento.

— ¿Puedes hacer eso? — cuestionó, a lo que Emilio hizo una mueca de "Puedo intentar"—. Bueno, me gustaría...

El mayor asintió y sonrió, hacía mucho que no cocinaba tampoco.

La comida favorita de Joaquín eran unos tacos picantes en donde Emilio básicamente metía todo lo que quedaba en la heladera, le agregaba una que otra cosa más, y resultaba en una especie de revuelto, al que el menor le gustaba poner picante, lo podía comer sólo o con una tortilla de maíz para que tuviera más interés.

Al final del día, Joaquín estaba con una verdadera sonrisa y un rubor en sus mejillas, totalmente encantado y sintiéndose mimado.

— Gracias.

— No me agradezcas, tonto— Emilio hizo un gesto con su mano para que no se molestara.

— Eres muy lindo conmigo, siempre lo fuiste.

— ¿Sentimentalismo? Nada de sentimentalismo, Bondoni.

— Emilio.

— Joaquín.

— Te amo.

Emilio sonrió mínimamente, sus mejillas se ruborizaron.

— También te amo.

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Airam... Airam...  👀

La Iris que no se llama Iris, les ama. ♡