ᑭᗴTᗴᖇ : ǪᑌᗴᗴᑎS 17:30ᴘᴍSaltaba de un edificio a otro y soltaba telarañas mientras avanzaba por las calles de Queens en mi patrulla diaria, combatía el crimen y ayudaba en los "conflictos menores" de aquellas tranquilas calles.
Iba persiguiendo a un hombre que había intentado asaltar un mini supermercado, y había robado algo de dinero.-¡Mierda!- con los dientes apretados intente buscar rastros del hombre que se había mezclado entre la multitud de gente que iba y venía. Estaba tan absorto en mis pensamientos que le había perdido el rastro.
Subí por las paredes hasta el techo del edifico más cercano. Desde allí miré hacia abajo, examine el grupo de gente varios segundos hasta que localize al sujeto.
En ese mismo momento el hombre me miró directamente y salió disparado hacia un callejón oscuro. Sin pensármelo dos veces salté tras el.Una ves que llegue al callejón, el tipo freno en seco al ver que su intento de huida se veía frustrado por un alto muro.
- ¡Muy bien, ya es suficiente!- jadeando un poco por la carreras, aterrizé detrás de él, el hombre se dio vuelta, tiro la bolsa con el dinero al piso y comenzó a caminar hacia atrás trastabillando.-¡Lo siento, lo siento!- me decía al borde de las lágrimas -¡No por favor, no volveré a robar, realmente lo siento!- el hombre tropezó y calló al suelo.
Al verlo, la verdad sentí una punzada de lastima por el hombre, que ahora yacía de rodillas en el duro pavimento.
Era un hombre de unos 58 años de edad. Su ropa estaba rota, su cabello y barba estaban enredados y sucios. Su cara estaba mugrienta y sus ojos parecían estanques de terror mientras me miraba.-Tranquilo - le dije mientras levantaba ligeramente mis manos para no demostrar agresión.-No te preocupes, no te haré daño-.
Me acerque despacio y
me puse de cuclillas para quedar a su altura.El hombre se relajo un poco pero seguía pareciendo desconfiado.
-No te haré daño- repetí, lo ayudé a levantarse y nos sentamos juntos en una gran caja de madera abandonada.
Nos quedamos un rato en silencio.
- De verdad lo siento...- murmuró señalando la bolsa de dinero.
No sabía muy bien qué decirle así que me quedé en silencio, mirando el suelo.
-Sé que no tiene excusa...yo..solo tenía falsas esperanzas...- continuó el.
- ¿a que te refieres?- le pregunté mirándolo.
El hombre suspiró.
-No siempre he vivido en esta situación...antes tenía una dulce esposa y una preciosa hija. Teníamos una gran casa y un hermoso jardín lleno de flores que mi hija amaba, salíamos al parque, reíamos y comíamos helado.
Un día, cuando estaba preparando la cena, me sentí terriblemente mal, no podía respirar.
Fui al medico y me diagnosticaron atelectasia, una enfermedad que provoca el colapso total del pulmón a largo plazo.
Ya no podía seguir trabajando para proveer a mi familia. Mi esposa.....ella sufría de esclerosis múltiple leve...por lo que no podía trabajar.
Pronto el dinero se fue y con el nuestra casa y vida perfecta.
Miriam, mi esposa, no tardo en aburrirse de nuestra nueva vida a base de lo que le sobra a la gente y decidió marcharse con nuestra hija.
Yo le rogué y llore que por lo que más quisiera no me dejara, pero me ignoro completamente.Tomo sus cosas y se fue para siempre.
Actualmente, solo espero que la ateclectasia acabe con mi miserable vida.
- Yo....la verdad pensaba...que si podía conseguir dinero, Miriam regresaría algún día con nuestra hija y podríamos estar juntos otra ves.Tras el relato, el viejo hombre cerró los ojos, dejando escapar una lágrima.
- Yo...yo te ayudaré...- le dije suavemente.
ESTÁS LEYENDO
ꌚᑌꏂÑOꌚ // ꀤᖇOꈤ ꀷᗩꀷ
Aléatoire...Con el rabillo del ojo vi como otros nueve hombres entraban de golpe, me encargue de algunos pero pronto me rodearon. Sentí un dolor punzante en el brazo y todo se volvió negro...