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Me movía en mi cama intranquilo.
Los susurros en mi cabeza se habían hecho presentes toda la noche, sin dejarme dormir y la punzada aún me seguía alertando de un gran peligro inminente.

Medio dormido escuchaba pasos, susurros y respiraciones. Pero más que todo, tenía un horrible sentimiento de culpa. No sabía a que se debía, estaba en su departamento con May como todos los días.

Sin poder pegar ojo, me levanté de mi cama y me dispuse a ir a la cocina en busca de un vaso de agua.

Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina.
Lo que me encontré allí, me hizo quedarme paralizando y recordar todo de golpe. Como si alguien me hubiera lanzado un chorro de agua fría.

Cuerpos por todos lados, de hombres con armamento y ensangrentados.
Pero lo que me dejo petrificado, fue ver el cuerpo de May.
Tendido a la mitad de la sala con la pegajosa y repulsa sangre por enormes cantidades, tiñendo todo el suelo de rojo escarlata.

- M...May?- me acerque corriendo con pánico y me incline a su lado.- ... May...?- llamé con voz temblorosa. Se me había formado un nudo en la garganta y apenas podía respirar por el horrible sentimiento de culpa que me aferraba.

Era su culpa. Ellos lo querían a él pero se habían topado con May a medio camino y no habían dudado en acabar con ella. La habían asesinado a sangre fría, sin siquiera molestarse en eliminar las evidencias.

Era su culpa...debió cuidarla, debió tener cuidado, debió protegerla. Debió y no lo hizo. Ahora estaba muerta.

Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas mientras abrazaba el cuerpo inherente de May.

Quería que no hubiera pasado.
Quería que siguiera con vida.
Pero no había sido lo suficientemente fuerte como para salvarla.

Con mis desarrollados sentidos. Sentí la sangre, deslizándose de la cabeza de su tía hasta su cuerpo ... caliente y espesa.

Sentí como la culpa y el desasosiego me quemaba como fuego.

- May? May despierta por favor- susurré a la nada- No no no ... May! ¡May despierta despierta! - grité desesperado.

De pronto desperté de golpe. Volvía a estar donde antes. Ensangrentado, debilitado y encadenado sobre la camilla de metal.

Cerré los ojos intentado asimilar lo que había pasado.
¿Fue un sueño?
A él le pareció bastante real, quizá demasiado.

Ya había dejado de intentar contar cuanto tiempo llevaba ahí. Pero lo que si sabía, era que estaba empezando a ser demasiado.
Tenía que ser bastante si su mente comenzaba delirar en sueños de esa manera......

TOᑎY: TOᖇᖇᗴ STᗩᖇK 12:23pm.

Tres semanas.

Tres semanas de búsqueda desesperada.

Pero nada. No habían hallado absolutamente nada.

Estaba en la sala, sentado con las manos cubriéndome la cara. Intentado asimilar todo aquello.

Peter había desaparecido, al igual que su Tía hace tres semanas, casi cuatro. Sin dejar atrás nada más que sangre por todo su departamento y varios cuerpos sin vida. Que según las investigaciones que se habían llevado a cabo, habían estado en libertad condicional unos años pero dados algunos crímenes de homicidio, su condena se había alargado a ocho años o más.