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Y la tan esperada noche llegó, era 3 de agosto y todos las personas se estaban preparando para asistir al Festival. Muchos iban con sus parejas, otros con la persona que les gustaba y otros solo iban como amigos.
Y eso último pensaba Atsushi que estaba haciendo, asistiendo al Festival con su mejor amigo.
El pelirrojo vestía un buso color gris oscuro sobre una camisa color rojo, llevaba una chaqueta color verde oscuro sobre el buso. Tenía unos pantalones ajustados color gris, un cinturón con el símbolo de la ToMan y también llevaba un brazalete en el brazo izquierdo con el mismo símbolo. Y claro, con su sombrero y guantes.
La música tradicional de aquel país ambientaba el lugar al igual que las risas y voces de las personas a su alrededor. Atsushi miraba con emoción todo a su alrededor.
Hace años no iba a un festival como ese.
—¡Esto es asombroso!— habló emocionado el pelirrojo mirando los puestos de comida —Vamos a allá, se ve que tienen cosas buenas— señaló un puesto a la lejanía de donde estaban, tomó la mano del rubio y corrió en dirección a ese puesto. Todo bajo la sonrisa del sano.
Todo iba bien, y la sonrisa del de ojos zafiro lo confirmaba. Ambos disfrutaban de los diversos puestos de comida al igual que los Juegos.
Atsushi se ganó el premio grande en el juego de lanzar dardos, el premio era un peluche de oveja gigante con un collar azul y el logo de una cabeza de oveja pequeña.
—Eso fue genial Sushi-kun, ahora dame el peluche— dijo el rubio quitando de sus manos el peluche de oveja —Se llamará Spanky— anunció mirando feliz al peluche.
—¿Por que Spanky?— pregunto con gracia.
—Por que quiero llamarlo así, solo por eso.
El pelirrojo soltó una risa gracias a lo dicho por su amigo y camino hacia otro puesto de premios, esta vez era el dispararle al blanco donde obtuvo un premio más chico, otra oveja igual a la que Manjiro tenía pero más pequeña. Y así fueron varios juegos después donde lo único que ganaba eran ovejas pequeñas. Ovejas que Mikey se quedaba.
—¿Por que solo obtengo ovejas? — cuestionó cansado mirando como Manjiro tenía alrededor de 7 ovejas de distintos tamaños —¿Sabes? Si sigo así podría iniciar mi propia organización y llamarla "sheep".
Manjiro rio ante la imagen que tuvo en su cabeza, el pelirrojo rodeado de pequeñas ovejas siguiendo sus órdenes. Una tierna imagen a decir verdad.
—Entonces, eres el rey de las ovejas— soltó una carcajada ante el apodo que le otorgó.
