Reconciliación

797 118 47
                                    

Mientras me perdía aun mas en mis pensamientos y dudas, el mesero llegó para cobrarnos la cuenta, la chica saco su billetera y le pagó amablemente, pareciera como si antes no hubiera llorado.

-Bueno... después de haberte contado ésto...¿Qué opinión tienes de Katsuki?-.

Reflexioné un poco...¿Mi opinión sobre Bakugo?...Lo sigo viendo igual que antes, solo que ahora lo admiró mucho mas, por su increíble valentía e imponencia al enfrentar dicho suceso.

-La misma-le contesté.

Ella se cayó un rato y se quedó analizandome, después me regaló una muy grande sonrisa y me contestó con un leve "está bien".
Agarró sus cosas y se fue de la cafetería sin antes pagar también mi cuenta. Yo me quedé otro rato mas en la cafetería, pensando.

Sin darme cuenta habían pasado unas cuantas horas y el sol se estaba poniendo asi que me fuí de allí.

Llegué a mi casa muy cansado, física y mentalmente. Tomé una ducha fría, ellas hacian que me calmara un poco cuando mas lo necesitaba, salí y me dediqué a prepararme mi cena para después irme a dormir.

-Hoy fue un día tan extraño...-dije antes de caer dormido.







Otra vez mi puta alarma de los cojones volvió a sonar sacándome de quicio, la volví a aventar a quien sabe que rincón de la habitación y proseguí a pararme.
Me cambié, y comí mi desayuno listo para ir a trabajar.

Hoy las calles estaban mas serenas de lo normal, crudas diría yo.
También los autos eran casi escasos. Dirigiendome para mi trabajo me topé con la floreria, dudé si deberia entrar o no después de saber algo del pasado de Bakugo, no quería incomodarlo, pero tampoco queria perderlo si es que el también gustaba de mí. No quiero que siga sufriendo.

Y aunque me inchaba de inseguridades y conflictos conmigo mismo decidí entrar, quería verlo mas que nada.
Pero al cruzar la puerta, sentí como si todo fuera absolutamente nuevo, como si fuera la primera vez que entré ahí. Totalmente Desconocido.

Y lo volví a ver. Su cabellera rubia, sus ojos rojizos, su linda cara, su aura que reflejaba tanta valentía y fuerza,
Se veía tan tranquilo, como si nunca hubiera sufrido lo que pasó. Quise llorar...y lo hize, lloré en medio de la florería por no haberlo protejido.

Bakugo se dio cuenta y aunque pareciera que no le importaría se acercó a mi, y me preguntó que pasaba. Yo solo me sentí tan culpable por haberme enterado de esa forma, por su amiga, no por el. Aunque me preguntó, si ella no me lo hubiera dicho ¿El me lo habría contado?

No aguanté y lo abrazé fuertemente. El parecía tan desconcertado por lo que sucedía que nisiquiera le importó apartarme.

-Perdón...-le sollozé.

-.¿Porqué pides perdón?-contestó.

-...Por todo lo que tuviste que pasar...-.
Sentí como el cuerpo de Bakugo se tensó en mis brazos en cuanto dije dicha respuesta.
Pasaron unos minutos y Bakugo no decía nada, seguíamos en silencio.

-...Tu...¿Cómo sabes...eso?-tartamudeó.

Aunque no era el, pude sentir el gran temor que sentía en ese momento. ¿Tenia miedo de que yo me enterará?

-Lo siento, de verdad...tu amiga me lo contó ayer...-.

Bakugo se apartó de mí rápidamente y puso una mueca de furia combinada con algo agridulce.

-Tu... ¿Qué piensas sobre mi ahora?-.

¿Porqué me preguntaban eso? No lo entendía, y tampoco sabia que responder, temía que con cualquier cosa que dijera nuestra "relación" que pendía ya de un hilo se fuera al caño.

-Sigo pensando exactamente lo mismo que cuando te conocí-contesté.

El se quedó en silencio por un tiempo.

-Mientes-respondió- No hay manera de que me veas así después de saber eso, seguro solo quieres verme la cara de idiota para acostarte conmigo, talvez pienses que soy una puta regalada ¿No es así?-.

¿Eso es lo que piensa Bakugo de si mismo?...yo no lo veo así, yo no solo quiero acostarme con el. No se que hacer, no se que decir, nunca habia lidiado con este tipo de situaciones y mucho menos con la persona que me vuelve loco.

-Maldita sea Kirishima solo lárgate, no quiero verte, yo solo...no quiero que pienses que soy una prostituta...tu simplemente no puedes estar con alguien cómo yo...-.

Bajó la mirada y vi las lágrimas resbalar por su rostro hasta llegar al suelo y hacer un agudo sonido al chocar. Me quedé en silencio.
"No puedo estar con alguien como tú", lo habia malinterpretado, no hablaba de mi, ni mi dinero, hablaba de si mismo.

-Bakugo...-el subió un poco la mirada y yo aproveche para abrazarlo lo mas fuerte posible, saber que estaba ahí, que estaba con el, y que posiblemente nunca mi iría de su lado.

-Bakugo, yo no te veo como nada de lo que tu dices, al contrario, te veo como alguien tan valiente por haber soportado esa situación. Te amo y te admiro tanto, quiero estar a tu lado, quiero hacerte feliz, quiero que te hagan saber que es sentirse amado aunque yo tampoco tenga la menor idea lo que se siente. Quiero despertar a tu lado y darte besos, quiero abrazarte y ser una parte de tu vida ¿Ok?-.

Nisiquiera sabía de donde me habian salido dichas palabras, solo dije conforme se me acumularon en la mente y no pude parar de decirlas hasta tenerlas completas.

Bakugo me miró confuso un rato y después se lanzó a mí abrazandome fuertemente y dándome un pequeño beso en la mejilla.
Nos quedamos asi un tiempo, sintiendo el olor y calor del otro.
Al abrazarlo o incluso tenerlo cerca era como si todo a mi alrededor desaparecíera, mis problemas se esfumaban y mis inseguridades se desvanecian en un lugar que seguramente no queria visitar.

-¿Enserio me amas?...¿No solo para acostarte conmigo después de lo que has descubierto?-me preguntó aun en el abrazo.

-Bakugo, te amo, te amo como no he amado a nadie en toda mi vida. Y no solo quiero acostarme contigo ¿Entiendes?.

Vi un inusual brillo en los ojos de Bakugo, ¿Felicidad podia ser?. No tuve tiempo de pensar cuando mis labios fueron apresados.
Bakugo había iniciado un beso, no uno como la otra vez, uno tan tierno, adorable y lleno de amor que sentía me iba a derretir.
Después de un rato el beso cesó y solo quedamos nosotros dos alrededor de un montón de flores.

Me armé de valor para preguntar algo arriesgado en su momento, pero que ahora ya no lo era tanto.

-Bakugo, ¿Te gustaría ser mi... pareja?-propuse con nerviosismo.

-Tch...si te arrepientes después...voy a matarte-.

Sentí un sentimiento de felicidad tan inimaginable. Cargué a Bakugo y mientras el me reprochará que lo bajará lo besé. Lo amaba, tanto, tanto, tanto.
Una idea riesgosa de arruinar el ambiente me surgió en la mente.

-¿Sabes como podemos cesar este hermoso momento?-pregunté.

-¿Uh? ¿Cómo?-respondió con confusión.

-Las flores de mi jardín, florecen en primavera, pero mi amor por ti, florece mi vida entera-.

A lo contrario que esperaba, no me azotó un jarrón en la cabeza, tampoco me mandó afuera de la tienda. En realidad me sonrió, nunca lo habia visto sonreir tan sinceramente, mierda, estoy tan feliz, se ve tan lindo.
Me estoy volviendo loco de verdad, su sonrisa es tan hermosa, la mas hermosa que haya visto en todos mis años de vida.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Ayudamegustomucho🤸
Palabras: 1241

¡𝕋𝕖 𝕔𝕠𝕟𝕢𝕦𝕚𝕤𝕥𝕒𝕣é, 𝔹𝕒𝕜𝕦𝕘𝕠!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora