ℜ𝔢𝔞𝔩𝔦𝔡𝔞𝔡 |• ℌ𝔞𝔯𝔲𝔠𝔥𝔦𝔶𝔬 𝔄𝔨𝔞𝔰𝔥𝔦•

467 23 3
                                    

— te veré luego — beso mi frente y salió de casa.

Me había casado con Sanzu el había cambiado tanto, era más tranquilo y trabajador.

La mañana y tarde pasaron hasta que el llegó, cenamos juntos contame su día en el trabajo.

Ambos reíamos sobre cosas tontas, eran los momentos mágicos de nuestro matrimonio.

Subimos a la habitación la cual era testigo de todas las noches en las que el me hacia gemir y rogar.

Hoy sería una de esas noches.

— ven aquí — palmeo sus piernas.

Sonreí acercándome a el.

— te haré mía una y otra vez — beso mis labios lentamente jugando con mis muslos — te amo — murmuró.

Sus besos bajaron a mi cuello.

Su lengua rozaba mi cuello y dejaba suaves mordiscos por este.

Mis gemidos comenzaron a hacerse presentes en el momento que bajo su mano para tomar mi clítoris entre sus dedos, bajo mis panties.

Aprovecho que llevaba solo una sudadera grande de el y mis bragas.

Su mirada era penetrante y desafiante.

En el sexo, Haruchiyo siempre había sido dominante y joder que delicioso se sentía.

— tócate para mí — mordió mi labio suavemente.

Aflojo su corbata mientras suspiraba al verme, se sentó en el sofá que estaba frente a la cama sus piernas abiertas mientras sus ojos celestes se posaban en mi.

Mi mano bajo hasta mi intimidad rozandome con mis dedos, suspiros salían de mis labios.

— quítate la camisa —  sonrio mordiéndose el labio.

Obedecí haciéndolo su celular comenzó a sonar.

— mierda — dijo molesto atendiendo la llamada — lo sé, pero ya estoy en casa podría hacer el informe mañana — suspiro — bien, bien voy en camino — rodó los ojos — como ordene — colgó y suspiro molesto — ven a aquí — palmeo su muslo — te cogeré como un animal cuando regrese — beso mis labios y sin más volvió a acomodarse su ropa.

— ¿Volverás temprano? — hice un puchero.

— espero cariño — beso mi frente y salió de la habitación.

— ¡Ve con cuidado! — sonreí.

Claro me había quedado caliente pero podia esperar.

Sanzu llegó a las 2 de la mañana a casa, estaba cansado así que no pasó nada y lo entendía estaba cansado de aquel trabajo, verlo dormir tranquilo me hacia feliz.

A la mañana siguiente tomamos la misma rutina, desayunamos hasta que fue a su oficina.

La mañana fui hacer compras para prepararle la cena, llegue a casa y tome una ducha rápida.

Eran las 6 de la tarde, comencé a preparar la cena luego de 1 hora por fin estuvo.

En unos minutos el llegaría, apague las luces para sorprenderlo y así fue.

El auto llegó y las llaves fueron insertadas en la puerta...

Aquella imagen hizo que mi corazón se rompiera.

Con las luces apagadas entro besando a una chica, luego encendió las luces, mis ojos están desbordando de lágrimas... Hacia unas semanas había llegado con una mancha de labial cosa que decidí ignorar... Pero me dió tantas señales y yo decidí ignorarlas... Me estaba engañando.

El se separó de la castaña al verme.

— cariño — camino hasta mi.

No dije nada, solo deje ir mi mano contra su rostro dándole una fuerte bofetada. Subí a la habitación para encerrarme.

— t/n, abre por favor — somataba la puerta.

Estaba hecha un mar de lágrimas en ese momento ¿por qué fui tan idiota?

Abrí la puerta observando su maldito rostro relajarse e intentando abrazarme sin más el anillo que llevaba en mi dedo anular se había estrellado contra el pecho de Sanzu cayendo al suelo.

— ERES UN IMBÉCIL — reproche — ¿Hace cuánto? — tome sus mejillas entre mi mano con odio — RESPONDE —

— no me veas así — su mirada era diferente.

— ni siquiera mereces que te vea Haruchiyo — tense la mandíbula — estaba tan ciega ¡Já!... Supiste verme la cara de idiota ¿No? —

— t/n... Es un malentendido —

— ¿UN MALENTENDIDO? — lo empuje contra la pared — ¿No tienes otra excusa mejor? ¿Que? ¿Te la encontraste y decidiste ayudarla? Porfavor — limpie mis lágrimas — creí que habías cambiado — negué — incluso encontraba pastillas en tus sacos decidí creer estupideces —

Sanzu veía hacia otro lado sin verme.

— lo siento — murmuró.

— tu no lo sientes — murmure, entre a la habitación decidí tomar mi maleta, no sabía a dónde iría.

— te dije que te dije que te amaría para siempre ¿No? Realmente te amo — tomo mi muñeca.

— Suéltame — forcejee — ¿Crees que alguien que ama hace esto? — reí — ¿Que se siente saber que tuviste la culpa de romper mi corazón? — lo observe.

— yo te amo t/n, por favor —

— esto no tiene remedio Haruchiyo, dijiste que habías cambiado — mis lágrimas volvían a salir — ve y busca a otra chica entonces — lo empuje de nuevo — no puedo creerlo —

— no solo es mi culpa que lo nuestro no haya funcionado —

Lo ví molesta — me preocupo por ti, te acepto, te doy todo lo que quieres y ¿¡Me haces sentir como una idiota!?... Y no, no necesito que me ames —

Sus ojos celeste penetraron los míos, mi cabeza dolía quería caer ahí mismo.

Por última vez bese sus labios — soy una idiota, por amarte y haberte entregado todo de mi — me separe.

Busque mi celular.

— hermano, iré a visitarlos — trate de sonar feliz — es que quiero salir un poco de la rutina... ya sabes — mordí mi labio conteniendo mis lágrimas — los veo luego, bye —

— eres tan buena en todo — murmuró — me enamore de la mujer más hermosa del mundo — rio bajo — y la perdí por mis idioteces —

Recogí mi ropa y alguna cosas mías que estaba en la casa— me da igual si quieres quedarte a vivir aquí, solo se responsable en pagar siempre —

Entre al baño, dejándome caer al suelo mientras lloraba quería gritar haci que lo hice en silencio, luego de uno minutos limpie mis lágrimas y me maquille un poco me ví al espejo y sonreí.

Salí de ahí, Sanzu no estaba en la habitación.

Tome mis maletas y baje, el estaba sentado en el sofá.

— lo lamento, espero seas feliz — suspiro.

Mordí mi mejilla y gire a verlo — cuídate, y trata de cambiar Haruchiyo —

Sin más salí de la casa, mi corazón estaba a punto de estallar.

El auto de Ran estaba fuera de la casa.

— ven aquí — abrió sus brazos sin esperar fui a el — se lo que sucedió, ese imbécil se lo contó a Rindou — beso mi cabeza — luego nos encargaremos de eso —

— vamos a casa t/n — Rindou revolvió mi cabello.

Las semanas habían pasado y el no volvió a buscarme, tanto Ran como Rindou me protegían siempre.

El amor duele de muchas maneras,
normalmente estamos cegados por el mismo...
Y no aceptamos la realidad, pero cuando ella nos golpea
Es un dolor y sufrimiento insoportable del cual pensamos que nunca vamos a salir.

꒦꒷꒦ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ ✦˖ ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ ˖ ࣪✦꒦꒷꒦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora