Adoro

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Flufftober Día 21: Pelea y disculpa.

Universo: Canon

-x-

Mikey llevaba media hora observando su teléfono, sin decidirse a presionar el botón de "Enviar". Estaba frente al edificio donde vivía Baji, recargado sobre su motocicleta,mirando hacia su ventana; en verdad esperaba que en algún momento se asomara y le viera, tal vez si lo hacía con insistencia, terminaría despertando algún sentido extraño. Siempre le había dicho que tenía la mirada pesada.

Para su desgracia, eso no sucedió.

Habían discutido hace un par de días, ni siquiera recordaba bien el por qué empezaron a pelear, pero el hecho de que Draken tuviera que meterse a separarlos había sido un signo inequívoco de que se habían dejado llevar, y las cosas se salieron un poco de control. Era diferente cuando se trataba de cosas que involucraran asuntos de la ToMan, era consciente de que no todos estarían de acuerdo con él siempre, pero ésto y aquello eran cosas diferentes.

Pensó que todo se arreglaría en cuanto se vieran de nuevo, pero Baji no se apareció frente a él ni ninguno de sus amigos los últimos días, y no dejaron de culparlo durante todo ese tiempo por ello. Por supuesto que se defendió, como siempre, seguramente él había tenido la razón y por eso se enojó Baji, pero era difícil convencerse de eso si ni siquiera lograba recordar lo que ocasionó el percance.

Estaba comenzando a hacer frío, tenía hambre, seguía enfadado y no había señales de Baji.

—¿A qué hora piensas salir? Idiota...

Mientras tanto, en uno de los apartamentos del edificio, se encontraba Chifuyu echando un vistazo por el reducido espacio entre las cortinas de su habitación.

Baji-san, el Comandante sigue allá abajo ¿en verdad no hablarás con él?

—No tengo nada que hablar con ese imbécil—escupió, cambiando la página del manga que le había prestado Chifuyu.

Sabía que llevaba más de medio tomo, pero por más que tratara, no era capaz de concentrarse en lo que leía. Estaba seguro de que ya se había regresado a esa parte por lo menos tres veces y seguía sin entender el hilo de la historia.

Todos sus pensamientos estaban saturados de Mikey.

Siempre tenía que ser él quien lo buscara, y ya estaba cansado de eso. Era así desde que eran niños, una parte de él le decía que también tenía su orgullo, y que no podía permitir que siguiera siendo pisoteado por ese maldito enano con fuerza sobrehumana; sin embargo, pensaba en si tal vez Mikey estaría enojado por haberlo ignorado todo este tiempo, o si se habría preocupado, siendo que era una tontería, al fin y al cabo.

Lo peor, es que sabía que, al menos en esta ocasión, era su culpa que terminaran peleando de esa manera, y por eso no tenía cara para ir con él a disculparse. Jamás pensó que sería Mikey quien le buscaría y, el hecho de que no le llamara ni enviara mensajes, le dejaba claro que esperaba que en algún momento se diera cuenta de su presencia.

«Será imbécil», suspiró con pesadez, cerrando de golpe el tomo de manga que sostenía entre sus manos. ¿Cómo demonios iba a saber que estaba afuera si no se lo decía? ¿Qué tal si Chifuyu no lo hubiera visto desde hace rato? Ya había pasado casi una hora, no tenía sentido que siguiera ahí.

—Bajaré. No te atrevas a asomarte de nuevo, Chifuyu—le advirtió, ante la mirada perpleja de su amigo, quien se limitó a asentir con la cabeza mientras Baji dejaba su habitación.

Se suponía que sólo estaría con Chifuyu, así que tampoco traía mucha ropa encima. Maldijo la repentina corriente de aire que le atrapó en cuanto salió del edificio, abrazándose a sí mismo instintivamente en un vano intento por mantener calor. Su largo cabello también terminó despeinándose, cayendo sobre su rostro, y maldijo una vez más al notar que no traía su liga consigo.

A través de los tiempos | BajiMai/MaiBaji | Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora