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Las semanas iban pasando y con ellas la convivencia mejoró mucho entre ambos pares de hermanos, hasta que se perdió la desconfianza. Y dos meses más tarde ya era normal para los gemelos llegar a casa con sus particulares roomies. 

—Smiley ¿qué tanto haces en el baño?— Preguntó Angry desde afuera, a lo que el mayor abrió la puerta, lo metió dentro y volvió a cerrar. 

—Souya ¿crees que estoy gordo? — Preguntó serio Nahoya. 

—¿He?— No entendía las preocupaciones de su gemelo, si bien desde que dejaron Toman no hacen ejercicio tan seguido, no es como si estuvieran fuera de forma —Pues si estas un poco repuestico pero nada mal ¿por qué preguntas? —

—Porque me molesta que esos dos desgraciados se vean tan bien— Dijo mirándose de nuevo en el espejo y pellizcandose los gorditos de la cadera. 

—Deja de hacer eso, estás bien tal cual eres— Dijo el peli azul quitándole las manos de la cadera. 

—Pero yo quiero estar en forma— Dijo dándose la vuelta y mirándose el trasero *Por alguna razón ahora que me pongo a detallarlo esta bien grande*

—No se porque le pones tanto color a eso, si de estar en forma, te apuesto a que ninguno de ellos puede levantar bultos de papa o cualquier cosa. Es más, si te estás comparando con ellos que son bien delicados, estás muy mal. Ayer Ran se estaba quejando de que se partió una uña restregando la ropa— Souya le estaba regañando pues el creía que su físico jamás debía depender de compararse con otros sino que se sintiera cómodo con el mismo. 

—Vale, vale, ya entendí. Hombre que puedes hablar un montón cuando te enojas— Lo calmó —De igual forma mira que tengo las piernas bien trozudas, a la mierda. A partir de mañana voy a hacer ejercicio— Tomo la decisión —¿No se por qué dejamos de hacerlo? —

—Pues dos trabajos de medio tiempo cada uno, más las labores de la casa no dejan ánimos para hacer nada— Explicó el menor a lo que su hermano asintió. 

Desde que empezaron a vivir con los Haitani el cuarto de Souya pasó a ser de ellos, mientras que los gemelos dormían en el que era el cuarto del mayor. Los demás espacios los compartían. Al ser ya adultos, los Kawata habían comprado una cama doble para cada recámara por lo que sin querer gastar más, simplemente dispusieron dormir juntos, de igual manera ambas partes eran hermanos. 

Pero después que Smiley tomó la decisión de hacer ejercicio, Angry no se sentía cómodo. Ellos siempre hacían todo juntos pero le daba mucha flojera ponerse a hacer flexiones, abdominales, sentadillas y demás solo por verse bien. Ellos ya comían sano así que de salud no tenía por qué preocuparse. Mirando a su hermano alistarse y llegar todo sudado y cansado ya era suficiente ejercicio para él. 

Por otro lado Ran estaba que se jalaba los pelos del encierro. El no era como Rindo que simplemente le das un compu y ya es feliz. No el mayor necesitaba aire, salir, mirar, gritar, bailar, cualquier cosa pero por fuera de ese diminuto apartamento que lo estaba volviendo loco. Ya ni haciendo o medio haciendo las labores domésticas se distraía (nunca fue bueno en eso así que aún no las podía hacer bien). 

El día que vio a Smiley salir a correr tuvo una idea y esa misma noche se la dijo a los gemelos —Chicos— les llamó y cuando tuvo su atención siguió —¿Pueden comprarme un tinte para el cabello? —

—¿Y eso?— Preguntó Nahoya. 

—Pues me quiero pintar el pelo— Dijo como si fuera lo más obvio del mundo. 

—Me refiero a ¿para que te vas a pintar el pelo si de igual forma vas a estar acá adentro?— Se explico mejor el de cabellos durazno. 

—A pues por que quiero salir— Dijo bajito casi terminando en un susurro. 

Kawata Twins, Haitani BrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora