#13

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El entrenamiento acabó. Un interesante duo se formó entre Monoma y Haneul, siendo que en ambos se les notaba una buena destreza física y grandes estrategias cómplices.
Ganaron el primer encuentro contra Kendo y Tetsutetsu, para luego quedar como espectadores en los demás, charlando y haciendo algunos comentarios al respecto para futuros entrenamientos.

La hora pasó y se encontraban cambiándose luego de haber salido de las duchas. Monoma estaba extraño, y un suave rosa en sus mejillas lo delataba, aunque Haneul no lo conocía lo suficiente como para saber que aquello no era normal en él.

El rubio trataba de estar fijo en vestirse, siendo que, en un espejo que tenía en su casillero, lograba ver hacia atrás sobre su hombro, dónde tenía una interesante vista a la prominente espalda del bicolor.
Tragó en seco, tomó un peine para pasarlo por su cabello y sus ojos parpadeaban nerviosos queriendo no despegar la vista de sus propias hebras rubias.
Mientras que cierto bicolor se secaba el cabello con una toalla, para luego, cuando éste estaba un poco húmedo aún, sacudir leve su cabeza como si negara, haciendo que su cabello se peine por su cuenta.

[...]

- Hey. ¿No te gustaría ir conmigo a la cafetería que mencioné en el almuerzo? - Se atrevió a hablar mientras caminaban por el pasillo hacia las habitaciones.

- Dije que te llevaría, ¿no? - Luego de ello, se llevó una mano a cubrir su boca, soltando un bostezo inaudible mientras cerraba sus ojos.

Monoma apretó con suavidad sus labios reprimiendo una sonrisa mientras bajaba un poco su mirada al suelo queriendo ocultar la gran alegría que recorrió su cuerpo en aquél instante. - Claro. Entonces si tendré que pensar en qué camisa ponerme.

Luego de subir por el ascensor y llegar a sus habitaciones, se dedicaron un leve mover de manos junto a un "buenas noches" para entrar a sus respectivos cuartos.

El rubio estaba recostado con su vista en el techo, respiraba profundamente repasando todo lo que había pasado durante el día. Así, se levantó rápido y caminó hasta su mochila, tomando de dentro de ésta, el libro que se le habría sido otorgado en la mañana.
Mordió su labio inferior y cerrando sus ojos con emoción, abrazó el libro contra su pecho, para luego dirigirse hasta la cama y tirarse a la misma, suspirando eufórico al rebote en las mantas.

La sonrisa se mantenía en sus labios mientras sus ojos se cerraban. Se acomodó de lado, abrazando la almohada mientras el libro descansaba a un lado suyo, comenzado a quedarse, por primera vez, dormido con una hermosa expresión de felicidad en el rostro.




Tu chico tranquilo {Oc Chico × Monoma Neito}•|BNHA|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora