¿Cuántos días llevaba escuchando el mismo disco una y otra vez mientras se encerraba en su habitación?
Lo odiaba.
Lo odiaba tanto.
Sólo quería que el dolor que sentía dentro desapareciera, pero con cada canción recordaba un hermoso momento que ahora sólo era una amargo sabor de boca.
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RDA- ¡Toma! - Grito extendiendo una caja de regalo frente al ruso.
Rus- ¿Y...y esto? - Se sintió nervioso al tener el regalo casi en su cara que era extendido por un completamente sonrojado alemán. Juraría que ni siquiera respiraba. Lo tomo antes de que terminará en el suelo por la falta de oxígeno.
RDA- Abrelo. - Ordenó comenzando a jugar con sus manos que ya se encontraban libres y que ahora no sabía dónde poner. Dio un pequeño respingo al ver que el ruso abría con algo de emoción la bolsa sacando un disco de vinil. - Yo...yo lo escuche y algunas canciones...me recordaron a ti. - Fue bajando el tono de su voz y mirando de vez en cuando al ruso, no lo podía ver tanto tiempo por que sentía que el aire le faltaba. Sólo era un maldito regalo para su novio, no debería de ponerse así.
Rus- ¿Qué es esto? - Pregunto al ver un pedazo de papel que tenía varios números y una que otra frase.
RDA- Son...las canciones que quiero que escuches. - Se acercó temblando por los nervios. - Estas son las del lado A y estas del B. - Señaló en el papel, poniéndose aún más nervioso al ver la sonrisa del ruso y cono este se volteava para quedar frente a él. - ¿Q...qué?
Rus- Nada. - Suspiro dedicándole una sonrisa boba de enamorado. - Te amo.
RDA- Sonrió las mejillas calientes y no tardo para que ese calor se extendiera a su cuerpo. Un revoloteo en su estómago y su mente en blanco eran tan normales cada que el ruso sonreía así. ¿Cómo es que el ruso le hacía todo eso con un pequeño gesto cotidiano? - Y...y...yo...
Rus- Vamos a escucharlo. - Estaba tan entusiasmado. Era raro que el alemán le mostrará ese lado tierno, no le gustaba ser cursi, pero cuando lo era se le hacía imposible no emocionarse.
RDA- ¡No! - Grito tomando el brazo del menor. Para detenerlo. - Quiero decir...es que...no tengo tocadiscos aquí.
Rus- Ali, estoy viendo uno.
RDA- No es mío.
RDA- Esta en tu oficina. - Quería reír con los intentos fallidos del mayor para que no escuchará el disco. Le gustaba que fuera cursi, pero también sabia que le era difícil demostrarlo. - Sólo déjame escuchar una canción ¿Si?
El alemán lo pensó unos minutos bajo la mirada suplicante del menor. Esos ojos grandes y expresivos, tan azules que prefería mirarlos en vez de ver el cielo.
Asintió sin estar completamente seguro. Soltó de a poco el brazo y, sin decir palabra alguna, le arrebató el disco para ponerlo el mismo. No tardó mucho para que una suave y calmada melodía comenzará a sonar en la habitación.
Love me tender, love me sweet
Never let me goSus mejillas se colorearon de un rojo más obscuro, y su mejilla azul estaba del mismo tono que la otra.
You have made my life complete
And I love you soSe acercó al alemán que seguía dándole la espalda, quiso tocarle el hombro para llamarlo pero este se le adelantó.