Niñez

545 57 7
                                    

Rusia daba pequeños pasos con sus pies descalzos tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a sus hermanos que dormían desde hace más de 2 horas.

Conocía perfectamente el horario de cada uno, desde que se levantaban hasta la hora de dormir. Así que podía salir cuando dejará de escuchar al moldavo pasar las hojas de sus libros o cómics y cuando escuchaba el pequeño *click* de la lámpara. Pero para estar seguro se asomaba por la puerta para confirmar que estuviera dormido, después podía seguir sin tanta preocupación hasta el siguiente cuarto.

Al parecer sería una de esas noches largas. Apenas iba a abrir la puerta cuando los sollozos llegaron a sus oídos. Giron la perilla con lentitud para no hacer un ruido que despertará a alguno de sus hermano, entró por la pequeña abertura que hizo y cerró la puerta con el mismo cuidado.

Pudo ver al alemán entre la oscuridad, sentado contra la cabecera de la cama mientras sus cobijas lo cubrían de pies a cabeza, sólo un hueco para poder ver.

Se acercó a la cama para subirse y acomodarse junto al mayor pero el repentino sobresalto de este hizo que se detuviera.

Rus- Soy yo. - Se subió rápidamente para tomar al alemán de las manos y darle un beso en la frente.

RDA- M...me asustas..te. - Soltaba pequeño sollozos, pero tenía una sonrisa al ver al ruso frente a el.

Rus- Perdón, no quería hacer ruido. - Correspondió a sonrisa mientras secaba sus lágrimas con delicadeza notando los ojos irritado por el llanto junto con su nariz levemente roja. - ¿Estas bien?

RDA- Si, sólo... La sonrisa se volvió más pequeña pero seguía ahí, desvío la mirada tratando de evitar que se encontrar a con la de Rusia, y sus manos soltaron las del contrario. - Extraño a Ale y a mi papá. - Ocultó su rostro entre las rodillas, ahogando los sollozos que salían sin control. Era difícil para el seguir viviendo en la casa del causante de que su familia estuviera separada. Él que mató a su padre aquel invierno mientras el mismo observaba desde lejos. Él que lo separó de su hermano en una noche helada, sin tener una oportunidad de despedirse o por lo menos darme un último abrazo.

Rusia no sabía que hacer para consolar a RDA, odiaba verlo llorar, prefería verlo con una sonrisa como cuando jugaban en el día. Lo quería demasiado y haría cualquier cosa para verlo feliz.

Así fue como su plan empezó. Gateo hasta llegar a lado del alemán para poder cubrirse con las cobijas que este traía. Tomo con nervios su mano para entrelazarla y recargo su cabeza en los hombros del mayor.

Rus- A...Ali. - Llamo con hilo de voz tan bajo que apenas y el mencionado logró escucharlo. - Te amo.

El mayor levantó su mirada para notar como el rostro del ruso estaba completamente rojo y con pequeñas lágrimas de vergüenza.

RDA- ¿Q...que?

Rus- T...t...te amo. - Repitió con más vergüenza pero está vez viendo directamente a los ojos del alemán. - Y...ya se que significa ser...novios. - La última palabra la dijo más bajo, pero fue comprendida por el contrario.

RDA- ¿T...tu qui...quieres...?

Rus- Asintió frenéticamente mientras el rojo de su rostro se extendía hasta sus orejas y cuello. - ¿T...tú ta...tam...también quieres...?

RDA- ¡Si! - Se cubrió la boca con una de sus manos al darse cuenta del grito, sólo esperaba no haber despertado a nadie. - Y...yo...si quiero.

Sintió los como en ruso lo envolvía con sus brazos mientras le daba un beso en la mejilla.

Rus- Te prometo que estaré contigo siempre. - Dijo seguro de si mismo y de sus palabras. - Yo soy como tu familia, así que no estás sólo.

El mayor se sorprendio con lo último. ¿Rusia se preocupó tanto por él que hizo todo eso?

RDA- Asintió con las mejillas sonrojadas y correspondiendo al abrazo del menor abrazandolo fuertemente, ocultando su rostro entre su cuello. - Gracias.





















Me quede dormida antes de acabarlo jsjsjsjs.

Para lo que leyeron el libro de "Durante la guerra" Esto vendría pasando poco después del primer beso. Esto sirvió para aclarar como se hicieron novios inicialmente.

RusGer week Donde viven las historias. Descúbrelo ahora