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-Buenos días, espero estén pasando muy buen tiempo en Corea.

-Buenos días, por supuesto muchas gracias.

Saint sentado al lado del señor Kao Noppakao, frente a su jefe y hablan de cosas intrascendentes esperando la llegada del señor Joss Wayer. La conversación típica antes de comenzar lo que será la reunión en sí, se alarga, Saint no puede evitarlo, perdido en su mente observa a su jefe hablar de datos y números. Observa atentamente esos labios y ve la lengua deslizándose sobre ellos para humedecerlos mientras sigue hablando, la mente de Saint vuela al recordar esa lengua lamiendo su polla, mira sus manos mientras recuerda esos dedos en su interior preparándolo.

Mierda, necesita centrarse, desde que despertó no deja de recordar el día anterior y lo que le hizo disfrutar, se sonroja cuando los ojos de Zee se encuentran con los suyos, este le echa una mirada severa. Joder se le olvidaba el plan.

-Disculpen, no me encuentro muy bien, ¿podemos parar? necesito ir al lavabo. -Todos preocupados decidieron hacer un descanso.

Mientras Zee hacía una llamada, ya preparada para escuchar lo que los otros dos hablaban se fue enfadando. Porque el señor Joss le preguntaba al señor Kao si había hecho algún movimiento con Saint, le animaba a intentar algo esa noche y hablaban de este de manera muy grosera.

Zee se disculpó y fue al aseo para no meterles de hostias a esos dos y también porque estaba preocupado por , nunca había estado tan distraído, estaba muy raro.

- ¿Cómo te sientes?

- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué los dejaste solo?

-Estaban hablando de mierdas de follarse a alguien, no me interesaba. Pero tú me preocupas, ¿qué te pasa?

-Nada.

-No mientas, estás distraído, no eres así. ¿Te sientes mal? Tienes fiebre.

-Zee no te preocupes, no tengo fiebre ni estoy mal. Me disculpo por estar distraído, acabemos la reunión, creo que podremos conseguir el trato que querías obtener.

Zee lo agarró para observarlo con detenimiento, los ojos de Saint le rehuían y noto como se ponía muy nervioso, se sintió más calmado, lo que le pasa es la vergüenza de la intimidad que tienen ahora, nada más. Decidió no contarle nada de los planes del señor Kao, quería ver cual será la reacción de su secretario a los intentos del hermoso coreano.

-Terminemos con la reunión para llegar a un acuerdo y firmar un contrato y poder celebrarlo. Si conseguimos acabar hoy, podremos tener tres días libres antes de viajar a Japón y allí podremos también hacer turismo, ya que no nos esperan hasta la semana que viene.

-Sería genial, poder contar con tantos días libres. No hemos parado de trabajar desde hace meses.

Finalmente vuelven al hotel, Saint tiene que transcribir todo lo que pasó en la reunión, también tiene varios documentos que dejar preparados, trabaja durante varias horas, sin parar, concentrado.

-Saint, deja eso ya. Son las cinco, ve a ducharte y arreglarte, tenemos la cena de despedida con nuestros nuevos proveedores. No quiero llegar tarde.

-Ya voy, deja que haga la copia de seguridad.

Mientras va a su dormitorio para quitarse la ropa e ir a bañarse, Zee abre el ropero y comienza a preparar la ropa que quiere que luzca hoy Saint, este le observa unos segundos, pero ya acostumbrado a sus manías entra en la ducha.

-Saint, espera, deja que te afeite.

-No hace falta, ya sé hacerlo.

-No te lo estoy pidiendo, siéntate ahí.

El jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora