23. Contando la madera

16.1K 1.5K 1.3K
                                    

Capítulo 23. Contando la madera

Todos tocarán fondo hasta que ya no puedan respirar.

Todos conocerán lo que el sufrimiento significa realmente.


Estoy corriendo con fuerza, riendo en el proceso mientras escucho la cuenta regresiva de Jason para que me esconda en algún lugar de la casa.

Paso a Celeste que me observa con una pequeña sonrisa cuando suelto una risa de la que estoy segura que mi padre me hablaría y diría que me callara.

Muevo la cabeza hacia todos lados, tratando de encontrar algún buen escondite y que se demore mucho tiempo mi hermano en encontrarme.

Veo la puertita que hay debajo de las escaleras y entro sin pensarlo dos veces.

Cierro la puerta y me siento en el piso, cubriendo mi boca con la mano, evitando reír y delatarme. Tuve que convencer a Jason para que juguemos juntos y quiero aprovechar el tiempo.

Casi ya no lo veo o jugamos o hablamos y lo extraño demasiado.

Ha estado muy ocupado con la universidad y trabajando con papá, y parece que no le gusta nada de eso porque ya no sonríe como lo hacía antes.

Escucho los pasos que hay al otro lado de donde estoy y desaparecen con un pequeño llamado que lanza mi hermano.

—¿Cali? ¿Dónde estás?

Sonrío y me siento más atrás, evitando tocar los cajones acomodados a los lados, en donde están guardados los adornos de Navidad.

Apego la espalda a la madera que recubre las paredes del pequeño lugar y caigo con fuerza hacia atrás. Mi nuca me duele por el impacto que doy contra el piso duro.

Me apoyo en las palmas de la mano volteando para ver lo que hay a mi espalda. Al parecer he abierto una pequeña puerta y un callejón oscuro ha aparecido.

¡Es como Narnia!

Me paro y camino por el oscuro sendero ansiosa de encontrar algún nuevo lugar del cual sé que estoy preparada para afrontarlo, he visto muchas películas y sé cómo debo actuar.

Escucho unas voces algo fuertes y las reconozco de inmediato. Mamá y papá están discutiendo, otra vez.

Las últimas semanas han estado más insoportables que nunca y eso solo me provoca más ganas para salir de esta casa.

—¡Estoy tan harta de que ella siempre se meta en nuestro matrimonio! —Escucho la inconfundible voz exhausta de mamá.

Me detengo cuando los escucho con claridad y desearía poder verlos.

—Ella no es la que se ha metido, fuiste tú. Casarme contigo es el infierno en vida.

Mamá suelta un gemido de dolor y sé que ha empezado a llorar, es lo único que ha estado haciendo estos días. Ha habido noches en las que ella iba a mi habitación para dormir conmigo.

Como cuando yo era más pequeña y ella me cobijaba, ahora los roles se han invertido y yo soy la que intenta hacerla sentir mejor del monstruo que se ha estado convirtiendo mi padre.

—Yo te amo Sebastiano, ¿por qué no puede amarme?

—Porque yo la amo. Amo a Tanelia y no puedo seguir contigo. La infelicidad que tengo contigo me está matando. —Se quedan callados, pero los sollozos de mamá se vuelven cada vez más potentes—. Voy a irme con ella y quiero el divorcio.

Barracuda ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora