Lisa era una joven de 17 años cuando su pesadilla llego, una cicatriz le marco el rostro, desde ese momento ya no volvió a ser la misma de siempre, paso de ser una chica llena de vida y alegría a apagarse por completo, volviéndose así amargada por t...
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Los días habían pasado y las cosas entre Lisa y Jennie iban muy bien, ambas estaban intentando llevar su relación lentamente, tenían citas todo el tiempo, cuando estaban ocupadas igual estaban juntas, Jennie hacia sus tareas cuando Lisa trabajaba en sus clases por qué querían pasar todo el tiempo necesario juntas pues los planes universitarios de Jennie estaban muy cerca de ser tomados, cosa que preocupaba a todos, Lisa tenía miedo de lo que esto conllevaba, pero Jennie la tranquilizaba siempre, distrayéndola con besos y citas, las cuales eran interesantes, pero siempre eran dentro de la casa de un de las dos, no salían a lugares concurridos porque las inseguridades de Lisa siempre eran mucho más fuertes. Sin embargo esta vez ambas estaban en el coche camino a un restaurante que Rosé le había recomendado a Lisa para poder tener una noche agradable, había aceptado solo por Jennie, ella estaba muy emocionada por estar junto a ella por fin y según había dicho quería presumir lo bonita que era su novia.
—¿segura está todo bien?—Preguntó Jennie por milésima vez a Lisa
—Claro que si Nini— frenó en un semáforo rojo — si estas conmigo lo estoy
—No quiero que sientas que te presiono
—Ya he salido antes, admito que fue difícil, sin embargo ya me encerré mucho tiempo, ahora estoy contigo y tú me mantienes protegida en tu atmósfera con eso es suficiente — se acercó a ella y besó su nariz para seguir conduciendo.
Al llegar al estacionamiento del restaurante, Lisa espero un minuto pensando en si hacerlo sin máscara o no, pero Jennie beso su máscara y la colocó en su rostro expresando "No tiene que ser todo si no quieres" y sonrío ante eso, eligió ponérsela y entraron al restaurante, el lugar era sencillo, pero elegante, tomaron asiento en una de las mesas más apartadas, la luna iluminaba un poco y las luces hacían el ambiente más relajado
—¿Estás bien?— preguntó Jennie al ver a Lisa inquieta mirando a todos lados
—Estoy bien— sonrío — ¿tú?
—Sí, estoy feliz
—Creo que es lo más importante— Jennie extendió su mano y tomó la de Lisa
—Tú me haces feliz
—Eso provoca que quiera besarte Jen
Jennie sonrío y se acercó a ella para besar su mejilla.
La cena transcurrió tranquila, reían y hablaban de todo lo que harían y los planes a futuro, Jennie era joven, futura universitaria con mucha energía y Lisa estaba comenzando a vivir con ella, eso sin olvidar las diferencias que tenían, cosa que aunque Jennie dijera que no importaba, la inquietaba, no quería limitar nada para Jennie, no quería que estuviera dividida entre la universidad y estar preocupada por su noviazgo si se iba, así que tomó una decisión y esperaba no equivocarse, aunque lo dudaba mucho, siempre pensaría en lo mejor para Jennie.
—¿Tienes frío? — preguntó Lisa al tomar su mano por encima de la mesa
