O2 | ❝𝗟𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼❞

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Union
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Yatziri había sido bien recibida en el núcleo de la familia real de los Teca, sus dotes para crear plantas medicinales habían ayudado en mucho a la recuperación del rey Teca. Como agradecimiento, la reina ordenó que se le diera un dormitorio para que pasara las noches necesarias antes de que decidiera regresar al inframundo.

━━━Su majestad, lamento los desastres que mis titanes y mi servidor causaron sobre su reino ━━━se disculpó la menor con un tono apenado. Ambas caminaban solas por los pasillos para que la reina les mostrará su alcoba.
━━━No pido que entienda mi posición, mucho menos pido su perdón. Yo también estoy arriesgando mucho al estar de su lado.

━━━Mi niña, tú no eres culpable de esto. No eres el dios que busca sacrificar a mi hija ━━━Yatziri asintió ante sus palabras.
━━━Los hijo no tienen por qué pagar el pecado de los impuros. Solo respóndeme una cosa ━━━Llegaron a la puerta que corresponde a la estancia de la diosa.
━━━¿Por qué decidiste quedarte a ayudarnos? Eres la hija del dios Mictlan y de la diosa micte, no comprendo por qué traicionaste a tu familia para ayudarnos a nosotros.

Yatziri quería responder con la verdad, pero sabía que no era lo adecuado para ese momento. Se avecinaba una guerra y lo menos que quería ocasionar era miedo.

━━━Tiene razón, soy hija de los dioses del inframundo y la muerte, pero también tengo un juicio propio. No conozco a Maya, solo he oído de ella gracias a las órdenes de mis padres. Pero, humana, diosa o semidiosa; mi único deseo es que todos estemos en paz.

La reina Teca sonrió con orgullo, acarició suavemente la mejilla de la pelirroja robándole un jadeo. La reina tuvo sus sospechas desde el inicio, pero conforme tuvieron esa pequeña charla pudo ver que sus intenciones eran sinceras. Además, ¿por qué se arriesgaría a salvar a su media hermana que apenas y conoce?

━━━Maya podría aprender mucho de ti. Siéntete en casa, ahora también eres parte de los Teca.

━━━Gracias Reina Teca ━━━La mayor dejó sola a Yatziri para instalarse en su alcoba.

Al abrir la puerta, las grandes ventanas abiertas iluminaban el espacio con la luz del amanecer. Yatziri exploró cada rincón, maravillándose con la simpleza de los Teca. Su habitación en el inframundo estaba cubierta de oro, tanto que le era estrobos el brillo, pero aunque los Teca también podían hacer buen uso de ese recurso, sus lujos eran simples y artesanales.

Se acercó a la cama, tomando en sus manos las prendas tradicionales que los Teca le obsequiaron para que se sintiera más cómoda. Cambio su estorbosa armadura por la suave tela del vestido, agregando un cinturón de lentejuelas y plumas que asentaban su cintura, un collar de finas piedras preciosas y unos zapatos de cuero que hacían juego con su brazalete de tobillo con adornos de plumas.

Se admiró en el espejo, sintiéndose encantada con esa nueva apariencia más humana. Se fijó en el detalle de sus ojos, la esclerótica negra y el iris en forma de esas flores naranjas que tanto le encantaban; no tenía la habilidad de poder ocultarlos por mucho tiempo, al menos un par de horas podría lograrlo. Mientras estaba inmersa en sus pensamientos, un extraño ruido proveniente de los ventanales le hizo ponerse en alerta. Camino lentamente a la orilla de la ventana, mirando hacia el suelo en busca del causante de ese ruido; no había nada, suspiro aliviada y se dispuso a volver a lo que estaba.

━━━Buenas noches, princesa ━━━Saludo el alvino, causándole un susto a la princesa del inframundo.

Yatziri miró al costado de la ventana, Zatz estaba recargado en la orilla de la ventana, con sus brazos y piernas cruzadas, rápidamente las mejillas de la princesa se pintaron de rojo, sintiendo los ojos del príncipe sobre ella.

𝑪𝒆𝒎𝒑𝒂𝒔𝒖𝒄𝒉𝒊𝒍 | Maya y los Tres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora