-El Día Siguiente-

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A la mañana siguiente se despertó con la salida del sol y se dispuso a comenzar sus ejercicios de estiramiento como cada mañana, tras eso fue a la cocina a ver que podía tomar, pero para su sorpresa había en el comedor una gran mesa con una infinidad de opciones de desayuno, desde café, todo tipos de zumo y té. Una gran sonrisa cubrió su rostro lanzándose a comer. En mitad de ese proceso la pelirroja apareció por el comedor con el pelo revuelto y aun en pijama, estaba medio dormida, no fue difícil adivinar que se acababa de levantar.

-Buenos días Quinn - Dijo esta bostezando de nuevo sirviéndose una taza de café caliente y un poco de leche.
-Buenos días ivy - dijo Quinn emocionada sin dejar de comer - todo esto... lo hizo Ghas? -la pelirroja asintió.
-Tranquila, ya te acostumbraras a ello - dijo comenzando a comer, tras eso miro el reloj - sera mejor que nos demos prisa, o llegaremos tarde.
Ambas comieron con velocidad y se cambiaron, Ivy como siempre iba con un traje verde apretado y unos tacones, Quinn iba con cuna camiseta corta algo apretada una falda, negra, corta y plisada; y por ultimo unos botines con tacón rojos. Iba a recogerse el pelo con dos coletas pero Ivy la obligo a llevarlo suelto, ella refunfuñando se subió al coche y se dirigieron a la universidad.
Al bajar del coche ella observo asombrada la gran universidad, estaba impresionada y como era de eperar todos los miraban causaban demasiada sensación.
-Ivy todos nos miran como voy a explicar mi aparición, como voy a pasar desapercibida? -estaba demasiado nerviosa, la pelirroja se rió divertida
- Ese es el tema, no hay que pasar desapercibida hay que llamar la atención. Toma esto -le dio un saquito de cuero lleno de esporas -Soplalas o rocíalas sobre alguien si tienes problemas y todo se arreglara, ahora vamos te presentare a alguien que te puede ayudar a orientarte.
Esta la seguia pensativa, con sus palabras aun rondandole la cabeza, queria saber a que se referia con aquella bolsa de esporas.

No mucho despues de haber recorrido algunas pasillos del instituto Ivy la coloco frente a alguien. Cuando ella alzo su rostro lentamente pudo ver que se trataba de un chico; era alto, con un gran pelo entre moreno y rubio, se podría decir que lo tenia de color miel, una mirada que derretía, con sus ojos verdes y una sonrisa cautivadora pero Queen apenas se inmuto, desde lo del Joker no tenia mirada para nadie, su llama se había apagado, nunca le había importado nada, siempre había sido muy extrovertida, pero ahora parecía ser lo contrario. No es que se hubiera vuelto cerrada, simplemente no tenia ganas de socializar con nadie pero susacciones y movimientos corporales daban a entender que era muy tímida.

-James, esta es... Harley, es nueva y sabes que tengo clase ahora.... podrías enseñarle las cosas? - La pelirroja no le dio opción alguna, antes del que muchacho pudiera responder ella desapareció, se había ido corriendo. El suspiro negando y luego miro a la rubia que se encontraba frente a el.

-Bueno, ya que no me queda opción...-El muchacho resoplo y luego sonrió- Me llamo James y tu pequeña eres...? - Antes de pudiera terminar la frase la pierna de la rubia se había levantado lanzándose contra la cara de este, pero el la detuvo al instante con una mano, con una pequeña sonrisa juguetona la bajo. La rubia frunció el ceno e hizo una mueca, cuando le soltó la pierna ella le dio la espalda.

-Vamos no iras a Ignorarme no? A demás sin mi estas perdida, por que no intentas ser un poco mas amable?

La rubia le lanzo una mirada asesina y suspiro - Me llamo Harley -Decir aquello le sonó realmente extraño, no estaba acostumbrada a decir su nombre, pero no podía decir su apellido, por si acaso. James sonrió ante su respuesta - Bueno me vas a ensenar esto o que?-James rió divertido comenzó a caminar - Despues de todo, el día no sera tan aburrido.

La verdad es que James no estaba nada mal, la había conseguido sacar alguna sonrisa forzada varias veces, aun que ella no quisierasonreír, incluso había reído junto a el; y respecto a las clases, no asistieron a ellas, solo caminaban por el instituto y parecía que les era permitido de alguna manera solo a ellos. El día se le paso volando y había conseguido olvidar por un rato sus problemas.

Quinn, el ArlequínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora