009

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—¿Y qué? ¿Ya están saliendo? —Jake miró a Jay con el ceño fruncido, pues su pregunta le había sido repentina.

Estiró la mano para tomar un puñado de los dulces que descansaban en el regazo del mayor entre los tres, quien sólo se había dedicado a comer con tranquilidad sin dejar de mirarlos curioso. Heeseung no le quitaba los ojos de encima y de algún modo comenzaba a ponerle nervioso; ambos seguían observándole de esa manera y no podía evitarlo. Le miraban como si estuviese cometiendo algún delito o algo por el estilo. Los tres nuevamente en la terraza del instituto como solían frecuentar.

—No —encogiéndose de hombros llevó un par de dulces a su boca después de quitarles el envoltorio.

—Pero ayer estaban follando.

—No estábamos haciendo eso.

—Lo estabas casi jodiendo.

Rodó los ojos soltando un profundo suspiro irritado. Es que no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, ¡sus amigos le acusaban de follarse a Park Sunghoon! ¿Cómo podían si quiera pensarlo? ¡Él jamás haría algo como eso! Jake estaba enojado e indignado, muy indignado.

—Ya JJ, no creo que Jakey fuera capaz de joderse a Sunghoon en la azotea...

—¿Lo escuchas? Heeseung me cre-

—Creo que sería al revés —completó con una mueca pensativa, mirando a su novio sobre su hombro; pues se encontraba sentado entre sus piernas.

Jay sonrió divertido al ver la mueca incrédula que Jake había dibujado en su rostro, pasando de ser incrédula para ser una molesta. Se dejó caer dramáticamente en el techo soltando un gemido exasperado, ¡su mejor amigo también le había traicionado! Lo esperaba de Jay ¡pero no de Heeseung! ¡No de su Heeseungie!

—¡Que no me quise joder a Sunghoon y Sunghoon no quiso joderme! ¿Por qué fue esa su primera conclusión de todos modos?

—Tae, estaba encima de ti... sobre tus piernas... besándose.

—No lo estaba besando, estaba comiéndoselo —Jay corrigió dándole un pequeño apretón en el muslo para llamar su atención, a lo que Heeseung le miró de inmediato. —¿Qué no viste? ¡Hasta de lengua y todo! —Heeseung rió al ver la mueca asqueada que Jay fingió junto a la sacudida de su cuerpo fingiendo sentir escalofríos —Si no interrumpíamos seguramente nos hacían sobrinos y yo no quiero ser tío tan joven.

El menor fulminó a Jay ncon la mirada, levantándose para volver a sentarse con las piernas cruzadas sin dejar de enviarles dagas imaginarias con sus ojos. —En primer lugar somos hombres.

—¿Y eso qué?

—¡Que no puedo darte sobrinos, Jay Park!

El aludido rodó los ojos soltando un bufido para luego hacer un pequeño puchero molesto, a lo que Heeseung rió levemente.

—Jakey, ¿te gusta Sunghoon? —Heeseung preguntó con curiosidad, observando atento a cualquier reacción o movimiento.

Jake aplanó los labios unos segundos antes de soltar un profundo suspiro, pensándolo seriamente durante un buen rato. ¿Gustarle Park Sunghoon? Es decir, era lindo y muy dulce, lograba hacerle sonrojar más de lo que alguna vez alguien haya logrado antes, pero no había pensado si quiera en desarrollar sentimientos profundos hacia él. Era cierto que la mitad del tiempo compartían sesiones de besos más de lo que hablaban y que usualmente se buscaban para aquello, pero realmente no sabía lo que pudiese significar; Park Sunghoon le buscó en primer lugar por la apuesta que había hecho con sus amigos y, quizás, si no hubiese aceptado él nunca hubiera sabido de su existencia. ¿Qué era lo que quería Sunghoon de él de todas maneras? ¿Por qué seguía buscándolo?

—No lo sé... —respondió finalmente en un suave murmuro, observando sus dedos jugar entre ellos.

—Tal vez deberías hablar con Sunghoon seriamente, preguntarle realmente qué es lo que quiere de ti.

—J tiene razón Jake, deberían hablar de lo que sea que tienen —llevó un par de dulces a su boca para después hablar con la boca llena. —Aywer rewalmewntwe pawrewcwía ewstawr a puwntwo de fowllawr.

—Te estás manchando todo —Jay murmuró estirando la manga de su suéter para limpiar la barbilla de su pequeño novio y parte de sus mejillas que se habían ensuciado de dulce y saliva.

Jake observó a su mejor amigo quejarse en voz baja para que dejara de limpiarlo alegando que ya no era un bebé, a lo que Jay sostuvo sus mejillas apretando ligeramente logrando abultar sus labios para mantenerlo quieto y terminar de limpiarlo. Sonrió al verlos siendo tan cercanos y cariñosos, imaginando algún escenario donde Park Sunghoon y él terminaran peleando de aquella manera como lo estaban haciendo ellos.

Quizás  podría gustarle después de todo.

𝐏𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐀 𝐀𝐏𝐔𝐄𝐒𝐓𝐀 % jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora