﹫te vi | baning.

O3

El castaño estaba rodando sobre su cama de un lado a otro, últimamente el albino estaba hiendo amable con él y estaba confundido, al principio pensó que era una broma, pero no sucedía nada.

– ¿Estará enfermo? —Se pregunta. – ¿Será una especie de apuesta con el capitán?

Sus iris miel miran unos minutos el techo mientras pequeñas escenas aparecían en su cabeza, se dispuso a seguir rodando.

– Esto es tan confuso —Se queja.

– King, ¿listo para la misión? —Entra al cuarto sin previo aviso sorprendiendo al castaño quien cae al suelo. – ¡King!, ¿estas bien?

– Si... Solo fue un pequeño golpe —Ríe nervioso ante el acercamiento de la chica.

– El capitán sigue negándose a dejarla ir, ¿crees que esos mandamientos sean tan peligrosos? —La iris violeta miraba la ventana.

– Si el capitán esta así, es lo más probable —Deduce mirando sus dedos con duda de si hacer la pregunta que tanto ansiaba preguntarle. – ¿Quieres ir a dar una vuelta antes de marcharnos?

– Claro King, sería divertido —Le sonríe la alta con un ligero color rosa en las mejillas.

Tropieza, antes de caer algo lo sostiene salvándole de un golpe que seguro dejaría evidencia, suelta un gracias al alzar la vista topándose con unos ojos rojos, una sonrisa burlona y unos cabellos platinados o blancos.

– Ban... —Susurra sorprendido. – Gracias.

– Fíjate por donde caminas enano, no queremos accidentes antes de irnos —Comenta con su tono cantarín.

– ¡Idiota! —Exclama con un puchero y de brazos cruzados.

– ¿Y qué tal? —Cuestiona sin verle.

– ¿De que hablas? —Suelta al no entender la pregunta.

– ¡Ban! ¡King! —El rubio camina hacia ellos. – Que bueno verlos, estamos apunto de abrir, pónganse a ayudar.

Ambos chicos asiente ante la orden de su capitán, pronto el lugar se llenaría de gente.

El castaño sigue al albino debido a que ahora solía ayudarle en la cocina o llevar las ordenes, pronto las horas empezaron a pasar.

– ¡Ban! —Nombra al verle pisar un escalón.

– ¿Sucede algo enano? —Voltea a verle.

– ¿Te referías a la salida con Diane? —Interroga recibiendo el asentir del albino. – Estuvo bien, fue divertido, ¿cómo... supiste?

– Te vi practicando en la mañana, luego vi a Diane entrar a la habitación y al salir de ahí se le notaba feliz, aparte tu estaban rojo como tomate —Lo último lo dice con burla.

– ...Ban... Quiero preguntarte otra cosa —Traga saliva esperando la respuesta del albino.

– ¿Qué pasa? —Le mira serio.

– ¿Por... Por qué últimamente estas siendo tan amable conmigo? —Los iris miel veían los rojos esperando con un poco de ansias la respuesta.