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El castaño estaba mirando a la chica que tanto amaba desde lejos, no había podido obtener el valor para dirigirle la palabra después del supuesto rechazo.

– Demonios —Murmura para si mismo.

– Señor King, buenos días —Entra la albina captando la atención del castaña.

– Buenos días, princesa —Saluda con una leve sonrisa.

– ¿Aún no han hablado? —Cuestiona acercándose viendo a su amiga castaña atrás vez del cristal.

– No he podido, tartamudeo o huyo —Contesta frustrado.

– ¡Se que puede!, solo tenga confianza en si mismo —Alienta dándole empujones para que salga a hablarle.

El castaño había huido de nuevo dejando confundida y perdida a la castaña, pateaba la piedra que había encontrado mientras caminaba, maldecía en voz baja su cobardía y nervios, realmente deseaba decirle la verdad, pero no podía hacerlo

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El castaño había huido de nuevo dejando confundida y perdida a la castaña, pateaba la piedra que había encontrado mientras caminaba, maldecía en voz baja su cobardía y nervios, realmente deseaba decirle la verdad, pero no podía hacerlo.

– La piedra no te ha hecho nada —Reconoce la voz y voltea para ver al albino.

– Lo se —Suspira. – Soy un idiota.

– Lo eres —Afirma obteniendo una mirada fulminante. – Perdón, Diane te esta esperando, esta preocupada por tu rara actitud.

– No puedo verla, me dan nervioso —Murmura. – ¿Lo viste no?

– Si, te vi huir como siempre —Burla, el castaño bufa ante ese comentario. – ¿Sigues preocupado por mi?

– ¿Te dolerá? —Pregunta y escucha la risa del contrario.

– A cualquiera le dolería ver a la persona que ama con otra persona, pero igual uno esta feliz porque esa persona amada encontró su alegría —Revuelve sus cabello. – Se que serás feliz con Diane.

– Ban, lamento no poder corresponderte... —Se disculpa volando unos centímetros lejos del suelo. – Yo...

El bajo fue callado por unos labios, la hada no podía articular ninguna palabra después de eso, el albino ríe ante su expresión de sorpresa.

– ¿Q-Que fue eso? —Interroga tocando sus labios mientras le lanzaba una mirada de enojo.

– Un beso, ¿no los conoces? —Divertido le sonríe al bajo.

– Eres un gran estúpido —Golpea su hombro.

– ¿Qué te parece hablar con ella hoy?, en la noche, preparé una cena especial para ambos —Propone, el castaño asiente con una ligera sonrisa.

– Gracias, muchas gracias Ban —Agradece.

El sol empezaba a ocultarse, el plan que tenían el par estaba por comenzar, la castaña sentada en una mesa con una vela, ninguno de los demás integrantes estaba, sólo ella, estaba confundida, no sabia que significaba todo lo que estaba sucediendo,...

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El sol empezaba a ocultarse, el plan que tenían el par estaba por comenzar, la castaña sentada en una mesa con una vela, ninguno de los demás integrantes estaba, sólo ella, estaba confundida, no sabia que significaba todo lo que estaba sucediendo, una ligera música aparece capturando su atención, un castaño aparece con una rosa, las mejillas de la chica no tardaron en colorearse, el chico se sonríe entregándole la flor, Diane no dejaba de verla, se sentía emocionada.

– Diane, tengo que confesarte algo —Dice obteniendo la atención de su contraria.

La comida fue servida por el albino quien les dijo que disfruten de la cena, ambos castaños agradecieron para retomar la plática.

– Y-Yo... ¡Me gu-gustas! —Exclama con un sonrojo llamativo. – Me pu-puse nervioso cu-cuando tu te me confesaste.... Y

– Esta bien —Interrumpe. – Igual me gustas... Y mucho.

– Diane... ¿Quieres ser mi novia? —Los iris morados estaban brillando ante esas palabras.

 ¿Quieres ser mi novia? —Los iris morados estaban brillando ante esas palabras

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﹫te vi | baning.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora