﹫te vi | baning.

O5

El sol choca contra el rostro del castaño quien al sentir la calidez de los rayos suelta un bostezo mientras tallaba sus ojos, al abrirlos se topa con la habitación vacía.

Volaba hacia la parte baja donde ya todos estaban andando y arreglando el lugar.

– ¡Buenos días King! —La castaña se dirige hacia el de iris miel.

– Buenos días Diane —Devuelve el saludo.

– Buenos días, ¿comerá algo señor King? —Elizabeth estaba poniendo los platillos en la mesa.

– Claro —La albina asiente y camina a la cocina.

– ¡Vaya!, te levantaste algo temprano hoy —Comenta el rubio entrando al lugar mientras cargaba unas bolsas.

– Se habrá caído —Burla el albino saliendo de la cocina con un plato en la mano. – Tu desayuno enano.

– Gracias idiota —Rodea los ojos algo enojado.

King ayudaba a limpiar los platos, tal vez fue una escusa para estar a solas con Ban y poder hablar sobre el tema que lo tenía en las nubes.

– Podemos... ¿hablar? —Murmura sin verle.

– ¿Uh?, ¿sólo por eso estas ayudándome? —El bajo suelta un suspiro. – ¿Qué quieres que te diga?

– ¿Es verdad? —Voltea a verle encontrándose con los ojos inexpresivos de su compañero.

– La princesa saco buenas conclusiones —Afirma desviando la mirada. – De hecho me preguntó antes de contarte, pero solo le sonreí, supongo que eso se lo confirmo.

– Entonces... Te gusto —Sorpresa podía escucharse en su tono de hablar.

– ¡King! —Diane le habla con un ligero rubor. – ¿Podemos hablar a solas?

– Seguimos la plática luego señor King —La albina se retira dejando a los castaños solos.

– ¿Qué sucede? —Le señala que tome asiento junto de él.

– Yo.. —Duda dejando intrigado al hada. – Tu...

– ¿Si? —La castaña suelta un suspiro empezando a jugar con sus cabellos.

– King, me gustas —Confiesa colorada.

– ¿Eh? —Trataba de procesar la confesión. – ¿Q-Qué?

El bajo estaba bastante rojo, la chica veía curiosa al contrario esperando su respuesta.

– ¿Qué te paso? —Interroga sentándose a un lado.

– Estoy seguro que todos vieron eso —Suelta sin despegar la vista del cielo. – Las estrellas brillan mucho hoy.

– Puede ser... Pero te vi confundido —El castaño baja la vista hasta el pasto. – ¿Se debe a mis sentimientos?

– No... Yo... No se que me paso, estaba feliz, pero de la nada sentí un nudo —Explica soltando pequeñas lágrimas. – Su tono de voz se volvió triste, cuando reaccione se había marchado.

– Se te confeso la chica que amas, sabes que siento algo por ti, sentiste culpa —Los iris miel se encontraron con los carmesí.

– ...Ban —Susurra soltando mas lágrimas, sabía que era cierto, no quería dañarlo, el albino acaricia los cabellos del bajo mientras le sonreía.

– Esta bien, mientras sea feliz todo estará bien —Trata de tranquilizar al hada, seca sus lágrimas sonriéndole.