2

3 1 0
                                    


Tuve que salir en ese momento de la escuela, por suerte, tanto los profesores cómo el director lo entendían, sabían perfectamente el papel que desempeño, la hija perfecta de la familia perfecta,  al menos para algo servía mi posición.

Cómo imaginaba, mi padre me esperaba en la puerta de la casa, con una mirada de molestia, dios, fueron solo dos minutos los que me retrasé

- Espero que sepas que esto es... - Dijo, pero no lo dejé terminar

-Muy importante para la familia, si, lo sé perfectamente padre- Respondí con desdén y molestia

Entre a casa y me cambié rápidamente, como es costumbre, mi madre ya tenía preparado un vestido, ni tan corto, ni tan largo, a la altura de mis rodillas, con muchos holanes, hombros descubiertos, de color blanco, y a juego, estaba un collar de perlas y una peineta con un diamante blanco, por un momento deseaba ser una chica normal, no la heredera de la familia más poderosa de mi país.

- Señorita Lea, sus padres la esperan en el auto- Dijo una de las empleadas entrando a mi habitación

- Claro... Gracias Clarisa... - Le dije mostrando una sonrisa

Si, mis padres mostraban esa altiva y orgullosa expresión mientras saludaban a los miembros de la familia Choi, y no podía hacer nada más que sonreir y saludar, esta estupida princesa plástica debía desempeñar bien su papel

- Así que Lea, ¿tienes novio?- Preguntó la señora Choi

- Oh, ella no lo tiene- Respondió rápidamente mi madre con una risa altanera

- Es verdad, no tengo novio- Dije sonriendo

- ¿Y alguien te gusta, un chico de tu circulo o tal vez, un muchcacho de tu escuela?- Continuó

En ese momento no sé por qué, pero en mi mente apareció la imagen vivida de Álvaro, con su piel morena, esos ojos verdes tan brillantes y esa sonrisa adorable y casi imperceptible

- No, no hay nadie que me interese en este momento- Atiné a decir por fin

- Pues es algo encantador, Lea, pues, mi hijo está interesado en ti- Dijo el señor Choi con una desagradable sonrisa

Que asco, pensé para mi misma, Ji-hu Choi no me interesaba en lo absoluto, podría ser el soltero más codiciado del mundo, pero era un presumido idiota que creía que podría usarme como un trofeo para pavonearse

- Supongo que puedo conocerlo- Dije forzando mi tono alegre

Mis padres estaban encantados con la idea, casarme con un chico rico y poderoso, solo para usarme y poder presumir de su gran estatus

Salí por un momento al balcón de ese enorme salón, el viento frío golpeaba mi rostro, disminuyendo el rubor de este por el calor sofocante que sentía

- Señorita Lea Edevane, un placer conocerla- Escuché a mi espalda

- Igualmente, señor Ji-hu Choi, encantada- Respondí sin siquiera mirarlo

- Escuche, ¿por qué no nos divertimos juntos un rato?- Dijo mientras se acercaba más y más a mi

- No me parece correcto dejar a los demás mientras estamos en un almuerzo entre familias, señor Choi- Dije mostrando mi molestia

- Llamame Ji-hu linda, pronto estaremos comprometidos- Dijo tomandome la cintura y la barbilla

- Le agradecería que tome su distancia, ¿no es en Corea de mal gusto mostrar demasiado afecto antes del matrimonio?- Dije tratando de alejarlo

- No estamos en Corea Lea, diviertete un poco-

Mientras decía esto seacercaba más y más a mis labios, sin embargo se detuvo y bajo sus labios a mi cuello, rozando por milimetros con él, sintiendo su respiración sobre mi, su asqueroso aliento

-¡...!-

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

OMG, este es el segundo capítulo, ahhhh, esto apenas empieza y espero les guste mucho

Ok ok, si tendrá algunos clichés la historia, pero espero saber manejarlos para que no sea otra historia más de la chica rica y perfecta, quiero que la disfruten mucho ^///^

Besitos de parte de la autoraaaa muaaaaak, se depide Youngmi Kim :^

Y... Esto es lo que somosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora