Y... Esto es lo que somos

5

Al día siguiente desperté con los gritos de mis padres inundando la casa, claro, había desobedecido y los había avergonzado, como siempre, solo les importaba su estupido estatus, su inflado ego

-¡Estas loca Lea!- Gritó mi madre en mi cara -¡Perdimos la oportunidad de ser más ricos que nunca, todo por tus berrinches!

Rodé los ojos, estaba acostumbrada a que me culparan por todo, simplemente continué masticando mi pedazo de pan con mantequilla y tomando un sorbo de mi café

- ¿Siquiera te importa lo que nos hiciste?- Bufó mi padre a modo de pregunta

-  ¿Y a ustedes les importa que ese degenerado quisiera tocar a su hija sin su consentimiento?- Respondí firme

- ¡Solo estas exagerando, no iba a lastimarte!- Volvió a espetar mi madre

Estaba harta, sus comentarios solo se dirigian a mi, a insultarme y rebajarme, claro, simplemente no les importaba, no quería seguir tolerando esto, así que en un impulso golpee la mesa, casi con demasiada  fuerza, como para derramar mi café sobre mi vestido

- ¿¡Exagerando!?, ¿¡EXAGERANDO!?- Grité levantandome de mi silla-  ¡Él trató de tocarme sin que se lo permitiera, creyó que por que nos ibamos a comprometer tenía derechos sobre mi!

Tal vez fui algo agresiva, pude ver el rostro de mi madre, lleno de sorpresa y algo de miedo, nunca les había gritado así, incluso yo me  sorprendí

- Se me hace tarde para la escuela, nos vemos en la noche- Dije por fin para ir a mi habitación y cambiarme de nuevo

Honestamente no quería hablar con nadie, supongo que la noticia de mi pequeño escape se había extendido como la polvora, y no estaba equivicada

- ¡Lea! Todo el mundo habla de lo que pasó ayer en el almuerzo de la familia Choi- Dijo Adi al verme entrar al aula

- Lo sé Adi, y justo eso esperaba, no esperaba menos- Le respondí sin ganas

Adi no paraba de hablar, simplemente quería saber que pasó, estaba a punto de contarle cuando lo ví entrar, serio como antes,  nada que ver con la noche anterior, pensaba en eso cuando el recuerdo del beso cruzó por mi mente, me sonrojé instantaneamente al verlo voltear en mi dirección, creo que él lo notó, pues pude notar una sonrisa casi imperceptible en sus labios.

No puede ser, estaba caminando hacia mi.

- ¿Podemos hablar señorita Edevane?- Dijo al estar al lado mío

- C-claro- Tartamudeé en respuesta para despues seguirlo fuera del aula

Fuera de ella, simplemente se paró frente a mi, mirandome con esos ojos que me provocaban escalofríos, no era una mala mirada, simplemente intimidante

- Me parece que tenemos algo de que hablar Lea- Dijo sonriendo

Ese tono en su voz,  esa mirada, su seguridad, me parecía que quería algo de mi, y esperaba que fuera compasivo conmigo, pero no debería esperar mucho honestamente

- Supongo que no crees que pueda ser benevolo, ¿cierto?- Rió

- No dije eso- Solté casi susurrando

- Sal conmigo- Dijo sorprendiendome

- ¿Qué?- Pregunté incredula

- Dije, sal conmigo-

Al decir esto lo tenía a centimetros de mi rostro, este chico me ponía nerviosa, y eso no podía ser bueno

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