11. La última noche

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Narra Bojan:

Me animé a confesar en público lo que sentía por Rudy, y afortunadamente mis compañeros lo aceptaron muy bien.

Después de la cena fuimos a la casa a terminar de aprontar nuestras valijas -porque sabíamos que volveríamos muy tarde - y nos subimos a la camioneta de Fernando para ir a tomar unas copas al bar del muelle - donde besé por primera vez a Rudy - y luego a una discoteca.

La última vez que estuve en un club nocturno fue hace cinco años, ya me había olvidado de lo que era.

Estaba saliendo del baño cuando vi a una chica muy guapa, a quien le hablé usando mis conocimientos de español gracias a haber vivido varios años en España:

-Hola- le dije.

-Hola- dijo ella. -Qué tal?- agregó.

- Muy bien, tú?-contesté.

-Que alto eres- comentó.

-Sí, juego al baloncesto. Soy Bojan, soy de Croacia, pero vivo en Estados Unidos, juego en una franquicia de la NBA que se llama Utah Jazz- le respondí.

-Oh, si, la conozco. ¿Stockton y Malone?- preguntó.

-A Stockton lo conocí en persona una vez que vino a ver un partido nuestro, a Malone no- le comenté.

Ella tenía su teléfono en la mano y recibió un mensaje.

-Disculpas, me está esperando una amiga. Un gusto conocerte, Bojan. Buena suerte- dijo la desconocida.

Narra Rudy:

Estaba en la puerta del club tomando un poco de aire cuando escucho a una chica hablar en español, idioma que conozco en un nivel básico:

-Hay varios chicos altos esta noche, creo que son jugadores de la NBA-dijo la chica.

-Hola, ¿sabés hablar inglés?- le dije.

-Hola, sí- contestó en ese idioma. Soy Gabriela, ¿y tú?-dijo ella.

- Soy Rudy, de Francia, pero vivo en Estados Unidos, juego en una franquicia de la NBA que se llama Utah Jazz.- respondí.

-Hace un rato hablé con un amigo tuyo, Bojan- comentó Gabriela.

- Si, Bojan, mi mejor amigo- respondí.

-Oh, ¡vaya casualidad! Me parece guapísimo, y tu también. ¿Por qué todos los jugadores de baloncesto son guapos?- preguntó.

- Yo no tengo la respuesta a tu pregunta, pero sí puedo decirte que también eres guapa- le dije. ¿Me dejas darte un abrazo?-pregunté.

-Sí, claro. Nunca me abracé con alguien tan alto, me siento de baja estatura con mi metro setenta y uno- respondió Gabriela.

Caminamos hacia la esquina de la discoteca, me recosté en una pared, la abracé y tres segundos después estábamos besándonos.

-Y tú, ¿qué haces de tu vida?- le pregunté.

- Soy gerenta de marketing en una empresa muy importante en la Ciudad de México. Tengo apartamento en Vallarta y vengo a desestresarme cuando tengo tiempo- contestó.

La seguí besando y de a poco fui tocando varias partes de su cuerpo.

-¡Rudy!- dijo Bojan, que se apareció por ahí, tras buscarme dentro de la discoteca y no encontrarme.

-¡Bojan!- dijo ella- me olvidé de decir mi nombre, soy Gabriela. Vivo a dos cuadras de aquí, ¿quieren venir a casa a tomar un trago?

Nos miramos con Bojan y le dijimos que sí a Gabriela.

Unos minutos más tarde estábamos sentados en el sofá de su casa, tomando un vodka con naranja.

Le miré a Bojan con un gesto desafiante. Bogey se acercó y le acariciaba las piernas mientras yo la besaba. Gabriela usaba sus manos para acariciar nuestros pechos. Interrumpió mi beso para darle uno a Bojan y yo atiné a tocarle sus pechos por arriba de su ropa.

-Vengan conmigo- dijo ella un par de minutos después, señalando su dormitorio.

Cuando quise acordarme Bojan, Gabriela y yo estábamos inmersos en un universo de sensaciones placenteras. Era la primera vez que Bogey y yo hacíamos un trío, práctica sexual en la cual Gabriela tenía mucho conocimiento. Ella supo guiarnos para ayudarnos a lograr un momento muy agradable. Se excitó muchísimo cuando nos vio besarnos apasionadamente. Cuando acabamos nos hicimos masajes relajantes entre nosotros, y nos despedimos de ella porque ya era tarde y necesitábamos volver al hotel.

Volvimos a la discoteca a buscar a nuestros compañeros para regresar todos juntos al hotel, dormir y preparar las valijas. Se había acabado el verano inolvidable para nuestro equipo. Hora de volver a Salt Lake City. 

El verano inolvidable para nuestro equipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora