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Selene se miró en el espejo de su habitación mientras sostenía una pequeña caja, en su interior se encontraba una especie de reloj de arena con una sustancia negra en su interior. Al verla, Selene suspiró con frustración recordando lo que en su interior se encontraba: gran parte de su poder. Tras el accidente con su madre, había ido escondiendo en él todo lo que podía de sus poderes, por temor a hacerle a alguien lo que la hizo a Camille, por supuesto Selene aceptaba que tenía poderes la gustaba aprender sobre ellos, pero tenía miedo. Sabía que todo lo bello que veía en ellos estaba compensado e incluso superado por todo el caos y dolor que este podía provocar, y eso es lo que ella tenía miedo. Sobretodo ahora, que había optado por dar el gran paso de entrar en mundo de los héroes y de los villanos.
Selene observó el reloj, recordando la primera vez que le vio y la primera vez que escondió en su interior su poder. Había sido posterior a la muerte de su madre, apenas tenía seis años, pero era consciente de lo que la había hecho a ella y lo que le podría hacer a los demás. Por eso le robó a su padre aquel objeto, aparentemente normal pero mágico, era lo suficientemente resistente para su oscuridad. La pregunta que atormentaba a Selene era, ¿por cuánto tiempo? Evidentemente llegaría un momento en el que tendría que hacer frente a todo ese poder que había ido escondiendo y renegando, ya no solo a la hora de usarlo sino de que volviera a su cuerpo, si ya de por sí era doloroso desprenderse de él, la chica no quería imaginar como sería recuperarlo.
Conocía como su padre le había obtenido, y sólo pensar en el dolor que Shade más de una vez la había descrito, la hacía querer esconderse debajo de una roca o en cualquier sitio donde aquello no la encontrará. Pero, a fin de cuentas, Selene sabía una cosa que era evidentemente, tarde o temprano debía de hacer frente a su destino o en este caso a ese poder del que había renegado.
—¿Se puede pasar?— La voz de Jordan desde el otro lado hizo que Selene cerrará corriendo la caja, para a continuación esconderla y dirigirse a la puerta para abrirla y abrazar a su tío. —Cameron me ha contado que has vuelto a hacer amigos.— Sonrió el rubio haciendo que la chica rodará los ojos, ya que sabía que su primo era capaz de decirle a su padre cualquier cosa, pero no le juzgaba, ella tenia la misma confianza.
—Sí, se llama Courtney.— Sonrió la chica con una amplia sonrisa.
—Me alegro mucho.— Dijo Jordan observando la expresión de la morena. —¿Se ha puesto en contacto contigo?— Ante la pregunta de su tío, el rostro de Selene se oscureció.
—Creo que ni recuerda que existo.— Respondió con frialdad Selene, haciendo que Jordan cambiará su expresión. En parte entendía por qué Shade no estaba nunca presente, pero ¿ignorar a su hija? Eso era algo que Jordan no entendía, no entendía como un padre podía fingir que su hijo no existiera.
—Lo hará, ten fe en ello. Además, se que tu padre te quiere. Cada uno lo demuestra de una manera diferente.— Explicó Jordan intentando animar a su sobrina.
