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—¿Seguro que El Jugador está aquí?— Preguntó Courtney mientras se paraba delante del edificio seguida por el resto.
—¿A quién se le ocurren esos nombres?— Preguntó Rick cruzándose de brazos.
—A mi me gustan.— Comentó Beth mientras las gafas analizaban el perímetro. —Chuck dice que la señal está activa. Así que, sí, está aquí.— Añadió la chica en nombre del robot.
—Me pregunto que está haciendo.— Comentó Yolanda con curiosidad.
—Da igual.— Respondió Selene sabiendo que lo que estuviera haciendo no iba a ser nada bueno.
—Vale, ¿estáis seguros de esto?— Courtney se dio la vuelta y miró a todos, sabiendo lo peligroso que era todo aquello.
—Ya te digo.— Respondió Rick mientras daba la vuelta al reloj.
—Estoy segura.— Respondió Yolanda con decisión.
—¡Sí!— Dijo Beth emocionada.
—Hagámoslo.— Sentenció Selene con decisión.
—Es hora de conseguir respuestas.— Dijo Rick mientras se disponía a ir a por el hacker.
—¡Eh! Hay que tener un plan. Y está vez Courtney tiene el bastón de mando.— Les advirtió Selene con seguridad.
—¿Porque? ¿Por ser Stargirl?— Preguntó Rick retandola.
—Por que gracias a ella los tres tenéis una identidad como súperheroes.— Les recordó Selene con obviedad.
—Ya, claro, lo que tu digas.— Dijo Rick mientras comenzaba a caminar siendo seguido por el resto del grupo.
—¡Para! Vas a activar las alarmas.— Le detuvo Courtney justamente cuando Rick se disponía a romper una puerta.
—Para algo están Beth y las gafas.— Les recordó Selene, haciendo que Beth usará las gafas para sacar la clave.
Una vez dentro, los cinco recorrieron los pasillos en completo silencio y, en cierto sentido, llamando la atención por su ropa, aunque sólo cuatro de ellos, Selene pasaba desapercibida con demasiada facilidad.
—¿Esta muerto?— Preguntó Courtney al ver a un hombre en el suelo.
—No tiene pulso.— Negó Selene mientras se ponía de pies.
—¡Oh, que tenemos aquí!— Una sexta voz hizo que los cinco mirasen hacia el pasillo, observando en él a un hombre y a una mujer.
—No tienen pinta de Hackers.— Comentó Rick a Beth.
—Maravillosa deducción, Sherlok.— Comentó Selene sarcásticamente. —Esos dos son Sport Master y Tigresa, los perros guardianes de Icecle.— Añadió, haciendo que los cuatro comprendieran que aquello había sido una trampa.
