Viejas heridas se vuelven a abrir

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No hay nada mejor para rematar una mañana perfecta que un largo trayecto en taxi con dos chicas furiosas.

Percy intento hablar con Annabeth y Zoë, pero ellas se comportaban como si el acabase de darle un puñetazo a su abuela. Lo único que logro arrancarle fue que en San Francisco habían tenido una primavera plagada de monstruos. Había al campamento dos veces desde las Navidades, aunque no quiso contarle a Percy (lo cual le valía madres dado que se preocupaba de que se sentía observado)

A 1KM DE ESE LUGAR

Satán: Jujujuju, solo míralo - con ojos hambrientos y baba escurriendo por su boca- es perfecto y pronto será mío. 

CON PERCY

Percy no sabia nada sobre el paradero de Nico di Ángelo y probablemente Bianca lo mataría si no lo encontraba.

Percy: ¿Alguna noticia sobre Luke? - comiendo una banana de color azul-

Annabeth negó con la cabeza, Percy no sabia lo delicado del tema debido a que estaba enfocado con su banana azul, Annabeth siempre  había admirado a Luke, el antiguo líder de la cabaña de Hermes que los había traicionado para unirse a Cronos, el malvado señor de los titanes. Y aunque ella lo había negado, Percy estaba seguro de dos cosas, que el señor que le robo la banana era hombre muerto y que a Annabeth todavía le gustaba Luke. Habían luchado con Luke el invierno anterior en el monte Tamalpais; increíblemente, él había logrado sobrevivir a una caída por un precipicio de quince metros. Ahora, por lo que Percy sabia, seguía navegando en su crucero cargado de monstruos, mientras su señor Cronos, hecho pedazos durante siglos, se volvía a formar poco a poco en el interior de un sarcófago de oro y aguardaba a reunir fuerzas suficientes para desafiar a los dioses de Olimpo. En la jerga de los semidioses, a esto lo llamamos un "problema".

Annabeth: El monte Tamalpais todavía está infestado de monstruos, no me atreví a acercarme, pero no creo que Luke siga allá arriba. Si estuviera, ya me habría enterado.

A Zoë no le tranquilizaba eso, en cambio a Percy estaba triste porque se le acabo su banana azul.

Zoë: ¿Y el sátiro?

Annabeth: En el campamento, hoy mismo lo veremos.

Percy: ¿Ha tenido suerte? En su búsqueda de Pan - con lagrimas en los ojos al ver como se le acabo su comida-

Annabeth jugueteó con su collar de cuentas, como suele hacer cuando esta preocupada.

Annabeth: Ya lo veras.

Mientras cruzaban Brooklyn, Percy pido un teléfono para llamarle a Sall. Los mestizos procuran no usarlo, porque puede difundir nuestra voz por ese medio es como mandar a los monstruos a una señal luminosa: ¡Eh, estoy aquí, atrápame si puedes! Pero Percy considero que esa llamada era importante. Dejo un mensaje en contestador de casa, tratando de explicar todo lo que sucedió en Goode. Seguramente no le salió bien. La idea era transmitir a Sally que se encontraba perfectamente, que no se preocupara y que se quedaría en el campamento con Zoë hasta que las cosas se calmaran. También le pidió que le dijera a Paul que lo sentía.

Luego continuaron su trayecto en silencio. Dejaron atrás la ciudad, entraron en la autopista y empezaron  a recorrer los campos del norte de Long Island, donde abundaban huertos, bodegas y tenderetes de productos frescos, sin embargo en la mente de Percy este estaba en un entrenamiento viendo al fantasma de su abuelo que era producto de su imaginación estaba realizando re taekuondo.

EN OTRO LUGAR

Presidente de los Estados Unidos: Es un honor tenerla aquí señora Sujin - saludando a Sujin Lee-

Yo solo dependo de mi propio poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora