6 Días - JOERICK

Multiverso

Omegaverse

Erick Colón, así me llamo. Para mi sorpresa el día que sabría que sería, si alfa, beta u omega mis padres murieron en un accidente, dejándome a mí en la deriva.

Ser omega no es nada fácil para mi mala suerte, mi olor dulzón a chocolate, es muy llamativo. Los olores son únicos y hay alguna grandes variaciones, pero a mí me ha tocado uno común que por supuesto nadie tiene, y un poco bastante llamativo.

¡Que suerte la de Erick!

Por supuesto, es sarcasmo.

Mi familia, padres, su trabajo eran empresarios que tienen una gran cadena de hoteles. Al ellos morir, todo sus inversiones, todo su legado pasó para mí. Que hasta mis 18 años, no pude tocar nada, por lo cual para no quedar todo en la nada la empresa la siguió manejando mi allegado primo, Christopher Vélez. Él es un alfa, pero es el mejor alfa que podría haber, si hablamos de apariencia física, es alto, de tez blanca, cabello negro, fuerte y muy lindo. Y si hablamos ya de personalidad, es amigable, tierno, sobreprotector conmigo, amable, totalmente distinto a la mayoría de malditos alfa que creen que son lo mejor del mundo.

Ser omega, como he dicho, tiene muchas desventajas y es que el típico omega, debe ser sumizo, totalmente. Y todo el mundo cree, que ellos son muy inferiores que solamente estamos para cumplir la necesidad de un alfa. Y es molesto, es tan molesto que a veces me dan ganas de hacer cosas, que no son apropiadas, matarlos. Si, no a todos, pero hay un montón de alfa en mi pueblo natal, que por suerte ya no vivo ahí, que son el mismísimo infierno.

A la edad que supe que sería un omega, mi olor, mi celo y todo lo que conlleva eso, atrajo a un alfa. Uno de los peores, creí que ahí mismo moriría aunque primero me utilizarían como juguete sexual, para luego desechar como a todos. Ese día me encontraba solo, mis padres estaban muertos; todavía no sabía en ese momento. Y al vivir, en ese tiempo prácticamente en un bosque las noticias no llegaban tan rápido.
El alfa Reed, el hombre más hijo de puta en la faz de la tierra me vio y se volvió loco por mi aroma, a pesar de mi corta edad. Eso no les importa, muy pocos pueden controlar ese deseo que tienen de tener a un omega, y más si su olor les encanta.
No sé cómo, todavía no lo puedo creer, salí vivo de ello.
El alfa corría hacia mí y al estar por llegar, otro alfa se le tiro encima. "Corre, desaparece de aquí" esas fueron las palabras del segundo, de quien me salvó, así que eso hice. Nunca supe quien fue la persona que me ayudó, que me salvó de la tortura y ojalá lo supiera, porque quisiera poder darle las gracias y de alguna otra forma, devolverle ese ¿favor? ¿Ayuda?
Solamente sé que los alfas habrán tenido una gran pero gran pelea, porque yo no corro rápido pero puedo decir que nadie me siguió y que al fin y al cabo, llegué a refugiarme.

Por lo cual, ahora a mis 28 años, me he mudado de mi lugar de nacimiento para abrir una empresa nueva en Miami, para seguir el legado (que ya a cumplir mis 18, ya comencé con ello), las cadena de hoteles más reconocida e importantes en el mundo.

Ser el jefe, no es fácil, pero no olvidemos ser un jefe omega. Sí, parece que odio ser omega pero no es tan así, es que he lidiado con tantas cosas malas, que a veces me olvido de las cosas lindas que tiene.

Es tan difícil que nos acepten como somos, que no hayan diferencias, y con eso debemos vivir. Sí, por supuesto que ha cambiado a lo que era antes, ahora está todo un poco más llevadero pero creo fuertemente, que las diferencias siempre van a estar.

En mi empresa tengo un grupo de trabajadores, alfa, betas y omegas, están los tres tipos, y creo fuertemente en todos ellos, pondría las manos al fuego por el hermoso grupo que pude formar.

Mi empresa consta de 20 trabajadores, 7 son betas y los otros se reparten entre alfa y omega.

Tenemos una linda relación, siempre nos apoyamos cada uno con el otro, si sabemos que se acerca el celo de alguno, estamos ahí para prevenir cualquier cosa mala que pueda pasar. Siempre estamos antentos para darle libres esos días. Ya ha pasado de que algún omega le agarro su celo trabajando, y puedo decir de forma muy orgulloso, que nadie fue atacado por otro, y que esa persona fue llevado a su casa en buenas condiciones.