Capítulo 2: Como un Deja Vú

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La jornada ha terminado, afuera está nevando por lo cual todos intentan abrigarse lo mejor que pueden, incluyéndome. Poco a poco se retiran ya sea en grupo o individual, apago mi computador dejando mi escritorio ordenado, tomo mi bolso colgándolo en mi hombro, mientras camino al elevador le escribo a mi hermana avisándole que en unos minutos estaré en casa. No sé si el destino se empeña en juntarnos o hacer que nos encontremos, pero al entrar al elevador aparece Hanne algo agitada al haberse apresurado, al verme hace una pequeña reverencia subiendo, hay seis personas metidas en este lugar estrecho.

Todos vamos a planta baja, por lo cual una vez las puertas se abren todos salen sin dudarlo, Hanne va adelante, ha soltado su cabello, se reúne con un grupo afuera del edificio y me recuerda a mí cuando también disfrutaba de esos momentos.

— ¡Aquí estás! —se queja Somi—Dae y yo íbamos a ir por esa pizza si no aparecías.

—Morimos de hambre—Dae se cuelga de mi brazo—Ya que estamos los tres cada uno debe escoger un ingrediente para la pizza.

—Entonces cada uno debería pagar—propongo. Las dos me miran deteniéndose.

—Oppa, tú eres el mayor aquí.

— ¿Eso qué? —despeino a Somi—Vi que mamá te dio dinero.

—Pero debo comprar otras cosas con ese dinero.

—Entonces no hay pizza.

—Oppa—se queja Dae imitando la voz de Somi. Sabe que a ella es difícil resistirse.

— ¿Noche de tragos? —propone uno de los principiantes—Así entramos en calor con este frío.

—Soju y cerveza—propuso otra obteniendo la aprobación del resto.

—Con algo de ramyeon—Hanne sonrió escuchando las ofertas. No me había dado cuenta de que me había detenido a verla, ella se percata de mí y sonríe un poco, sé lo que va a decir o hacer por lo cual me apresuro a largarme de aquí.

...

Apenas entro por la puerta de mi departamento Bam me recibe con ladridos y saltos, lo abrazo acariciando su estómago provocando que se eche en el suelo boca arriba. Mentiría si dijera que ese animal no me alegra en medio de mi soledad.

— ¡Oppa! La cena está servida, ven a comer.

Somi ha preparado la mesa sorprendiéndome, cuando quiere lucirse lo hace. Tomo asiento al dejar el bolso en el sillón, ella hace lo mismo dándome los palillos.

—Vaya, no sabía este lado de ti.

— ¿De qué hablas? Siempre me ha gustado la cocina.

—Debiste estudiar alguna carrera culinaria.

—No, me gusta la cocina, pero no lo suficiente para ser mi pasión—recogió algo de fideos con sus palillos, fideos que estaban húmedos por la sopa—Mamá me llamó hace minutos, poco antes de que llegaras.

—Dijo que vendrá también, le daré mi cama, no quiero que duerma en la sala—comento. Tomo una rebanada de pan dándosela a Bam—Debo buscar la colchoneta inflable para que duermas allí, podrías dormir en la habitación con ella.

—O podríamos dormir ambas en la cama.

—Como quieran.

—Dijo que mañana al mediodía estará aquí.

—Debo trabajar.

—Lo sé, no te preocupes, Bam es un buen chico—sonríe— ¿Sueles sacarlo a pasear?

Adultez • JJK #03 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora