La Subasta-Obamitsu

-Iguro Obanai-

El apuesto joven azabache, portador de dos hermosos ojos heterocromianos,se despertó una vez más en su mansión,su habitación era amplia y lujosa, la cama era grande y cómoda. El azabache ya mencionado se levantó de la cama,descalzo camino hacia el baño para darce un ducha. Al terminar peino su cabello negro como la oxidiana y se puso su traje posterior mente planchado por la gente de servicio. El día amaneció nublado algo que no le sorprendió mucho.

El Joven era un hombre serio y elegante. Era alguien cruel con todo el que se metía en su camino, el era frío con todo el mundo sin excepción.

Se dirige hacia a su despacho para desayunar como lo hacía a diario,no le gustaba convivir con los demás. Siempre solía ser muy solitario.

Narra Iguro:

Termine mi desayuno y fui a buscar a kaburamaru. Era mi serpiente,más que una mascota yo lo considero un amigo, siempre lo llevo conmigo a las reuniones o salidas que tenga, me da un aspecto atemorizante y eso me gustaba. Llegué por el a su terrario y lo saqué, lo dejé reposar en mi cuello y volví a mi despacho.

Vi el sobre con la invitación a ese Burdel de mala muerte, hace días que confirme mi presencia, era joven y solo buscaba una mujer para pasarla bien,¿Qué?, no es un delito querer algo de acción de vez en cuando, veré si comprare a alguna zorra. La tendré unos cuantos meses y cuando me aburra la devolveré, solo quiero pasarlo bien, y eso no era un delito.

-Obanai-Sama,tiene una cita para las tres de la tarde, su abuelo y Shinazugawa-Sama quieren verlo.

Eso lo dijo mi secretaria, dio una reverencia y se marchó, mi abuelo últimamente a estado viniendo seguido a la mansión, no me molesta claro, aunque no lo parezca de verdad le tengo un gran cariño. Sanemi no me sorpendia que viniera el es mi mejor amigo, es una persona impulsiva pero sorprendentemente confiable.

Pasaron las horas con el Joven de 23 años trabajando, llegaron las tres de la tarde y siempre puntal el hombre salió al gran patio de su hogar para toparse con su familiar y su amigo.

Sanemi Shinazugawa es un peliblanco impulsivo, tiene una mirada filosa como si fuera o hubiera asesinado a alguien. El no era amigable con cualquiera, pero Iguro se ganó un lugar muy grande en su corazón.

Mientras que el abuelo de Iguro era un viejo amigable, siempre tenía una linda sonrisa en el rostro,parecía que nada en este asqueroso mundo podía hacerlo enojar, por alguna razón el viejo siempre olía a pastelillos recién hechos.

- Mi querido amigo! Como estas? Aún no puedo creer que aceptaras ir a la subasta, el torpe de Uzui nunca te convence de nada y ahora resulta que quieres ir a ver a las prostitutas.- Exclamó Sanemi con alegría mientras apretaba la mano de su mejor amigo; Procuremos en disfrutar cuando vallamos, hay que elegir a una hermosa mujer para poder pasar bien la noche.

-Si Sanemi, lo que digas.

-Hijo siempre eres tan cortante, como has estado? Sanemi realmente es un tonto, aun no me creo que vayan a un burdel, procuren no comprar niñas pequeñas de lo contrario me desepcionarian bastante.- El anciano dio un sorbo a su cafe.

-No soy un enfermo, solo veré que puedo conseguir, pero ni loco me meto un una menor de edad.

-tenemos que tener cuidado, también algunas lunas fueron invitadas al evento.

Mierda, esas escorias, las detestaba, son mafiosos que abarcar el lado norte de la ciudad, nosotros los "pilares" ocupamos el sur, en el evento tendre que ver sus despreciables caras de rata.

- tengo algunas cuentas pendientes la luna superior cuatro y yo. Le di un sorbo a mi bebida- toda su familia pagará por lo que hicieron, son realmente despreciables y asquerosos.

El espacio se torno en un silencio incómodo, mi abuelo y Sanemi realmente se veían incomodados con mi comentario. Cuando tenia 13 años, la familia "Hantengu" asesinó a mis padres. En una amasacre, en mi propia casa, no les importo que un pequeño niño estuviera viendo tal atrocidad, ellos querían la fortuna de los Obanai, amenazando a mis padres y asesinandolos por que se opusieron a darles algún solo sentavo, ellos me sujetaron a la fuerza y
me abrieron de par en par la boca, dejando una despreciable cicatriz que odio con toda mi ser, desde ese día me quedé huérfano y me fui con mis abuelos.

- Iguro tienes todo mi apoyo. Haré todo lo que este en mis manos para ayudarte a vengar a tu familia- Sanemi sonrió maliciosamente.

Sanemi siempre será mi mejor amigo, está conmigo sin importar lo jodido que este. Realmente lo aprecio bastante. Nos conocemos desde niños. Casi me atropellan si no hubiera sido por que el salto a salvarme,desde ese día somos como uña y mugre.

- Mi hija realmente era una buena madre... Se que la extrañas mucho- El viejo sonrió- recuerdo lo feliz que estaba cuando descubrió que estaba embarazada de ti.

Mi abuelo de verdad que amaba a mi madre, siempre habla de ella, lo cual me llena de nostalgia, quisiera que ellos regresaran, lo único que me queda es este sentimiento de Ira y venganza...

♤♡♤

Me encontraba camino hacia ese Burdel. No estaba nervioso en lo absoluto, pero evitaría cruzarme con
Zou hakuten era el hermano de los Hantengu que iría en representación de los 6 hermanos.

Llegue a ese lugar y para mi sorpresa todo estaba realmente hermoso. La entrada estaba decorada con rosas blancas y negras. Entre despidiendo a mi chófer, todos estaban en la entrada. Sanemi, los idiotas de Sabito y Tomioka,Kamado Hashibira y Agadsuma la verdad no sabia que ellos vendrían,pero los salude de igual forma.

Entramos y nos recibió una mujer, nos llevó hasta el salón principal donde se llevaría a cabo la subasta, para mi desgracia las lunas estaban allí, los imbéciles de Domā,Zou,Gyokko y el que el único que me daba escalofríos kokushibo. Los pasamos de largo, ninguno quería armar un escándalo.

La estúpida de Daki, a quien ya conocía desde hace tiempo empezó a decir al micrófono.

- Sean bienvenidos! Cada una de nuestras hermosas damiselas subirá la escenario, toda cantidad de dinero es bien recibida! Sin nada más que decir empezamos con la subasta....

Siempre tuyo Iguro🐍🖤