La Subasta-Obamitsu

No me sirves.

Narra Iguro:

Mierda, es la primera vez que una chica se niega a que le toque el trasero. La chica es linda lo reconozco, más que prostituta cualquiera ¿Por qué mierda tuve piedad con ella? Su trabajo es complacerme.

Estaba parado a fuera de la puerta de mi oficina ¿Por qué derramó lágrimas? Se supone que a esto se dedica.

.- Yuki, lleva a la chica a su habitación, que no salga de allí .- Le dijo a una de sus empleadas que iba pasando.

Me dirigí a mi alcoba, caminé unos minutos por los pasillos, eso me ganó por tener una casa tan grande. Cuando entre opte por tomar un baño de agua helada, así se me bajaba el calentón que esa chiquilla me dio en vano. Por alguna razón en vez de ira por no cumplir para lo que la compre, me causaba curiosidad ¿por qué derramó lágrimas si se supone que ya a hecho esto?

Cuando termine el baño, salí con el cabello aun mojado y una toalla blanca rodeando mi cintura, me vi en el amplio espejo que tengo a un lado del balcón, mi cabello es largo, mi abuela ya quiere que lo corte. Puse mis vendas en mi boca

Sabes qué, yo la compre para cogermela ¿Qué me detiene?

Salí de mi habitación, sin importarme qué estaba semidesnudo, me ahorro tiempo ¿verdad?

Me dirigí hacia la habitación que había designado para la chica, la cual quedaba cerca de mi habitación, me aseguré que estuviera decente para ella, no porque ella me importe claro está.

Cuando abrí la puerta la vi cerca de la ventana, estaba de espaldas, estaba algo desarreglada pero conservaba su belleza, le faltaban sus zapatos. Ella pegó un brinco de asombro al verme. Iba a acercarme pero ella sostenía algo entre sus brazos, cuando mire bien noté que era Miel, el gato que rondaba por la mansión.

.- ¡Espere! -. La pelirosada bajó al minino, este dio un salto y escapó por la ventana.

.- No me das órdenes ¿Si entiendes eso? -. La tomó fuertemente de la cintura. La ojiverde torpemente choco contra el.

.- No olvides que estás aquí para algo. -

Mierda, estoy desesperado, la chica es sexy, pero sigo viendo que ella no lo desea como yo. Se que eso no debería importarme, puedo follarmela lo desee ella o no.

¿Qué estoy haciendo? No violaré a ninguna mujer, sin importar cuantas ganas tenga.

La aparte de mi, ella solamente se quedó parada, tambaleando.

.- Repíteme tu nombre -. Ordenó el varón.

.- Kanroji Mitsuri s-señor.- la pelirosa respondió como pudo.

.- Niña ¿Por qué mierda estabas en un burdel si no eres capaz de tener sexo con alguien?

.- ¿C-Cree que estaba allí por gusto?

Sus palabras me dejaron pensando, era cierto, algunas chiquillas estaban allí a la fuerza. Aunque reconozco que las que compré anteriormente disfrutaron estando conmigo, aunque a todas las regrese al poco tiempo.

.- Mira nada más, hablas, que sorpresa.

La joven al instante volvió a esconder su dulce voz, es linda. Resople y caminé hacia la cama, me senté y me recosté. Genial, compre a una prostituta que le teme al sexo.

.- D-Discúlpeme por favor.- respondo apenada, como si ella fuera la villana de un cuento.

.- mierda niña ¿en la escuela de prostitutas no te enseñaron a follar cuando se te pide?

.- S-si esa escuela existirá, créame que habría reprobado.- sorprendentemente, la pelirosa respondió la broma, susurrando, pero Obanai escuchó perfectamente.

La habitación se llenó de silencio, hasta que ese silencio fue roto por una risa, aunque fue pequeña, una risa honesta proveniente del peli negro.

Tiene cierto encanto, interesante.- Obanai se puso de nuevo de pie. Mitsuri desvió la mirada de él.

.- ¿Cuantos años tienes?.- Su semblante serio se restableció.

.- 19 años señor.- respondió rápidamente, pero seguía con la cabeza baja. Tenía una expresión triste, bastante convincente.

.- Mmmh, de acuerdo, esto es lo que va a pasar.- iguro medito un momento antes de responder.

.- te dejaré tranquila por esta vez.- la ojiverde  estaba asombrada ¿la iba a dejar.... Tranquila?

.- ¿no va a tomarme?.-

.- Si te refieres a que si no voy a violarte, no, no lo haré. Pero me debes una explicación mocosa ¿Por qué no te acostarías conmigo?

La habitación se llenó de silencio, solo espero que esta niña me respondiera, estoy consciente del daño irreparable que dejan las violaciones, no sería capaz de cometer tal atrocidad, solo los demonios más desgraciados comenten ese tipo de mierdas.

.- Mi madre fue la que me dio al burdel cuando era muy pequeña. Solo recuerdo que hombres que desconocía me arrebataron algo que jamás recuperaré. Todas las veces que se supone que para usted son "trabajo" fui violada. Así que no puedo evitar temblar cada que se repite. Lo siento si lo decepciono.

Obanai, se quedó en silencio ¿Qué?

Solo mire a la chica, ella estaba en silencio, pude notar como sus ojos se cristalizaban, caminé hasta la puerta y salí de la habitación lentamente.

Bueno, quería una respuesta y allí está. ¿Debería devolverla? Creo que es lo que voy a hacer, no me sirve de todas maneras.

Cuando entre a mi habitación, me puse la piyama y me recosté en mi amplia cama, mi habitación es enorme, un lujo exagerado. Al día siguiente les daría la orden a mis subordinados de escribir al burdel para devolver a Kanroji, su historia es una lástima, lo admito. No imaginaba que detrás de tanta belleza hubiera un dolor así.

Mire el reloj que reposaba mi pared, era tarde, mejor me voy a dormir.

Iguro Obanai. 🐍⚕️