ﾐSex&Candy!║Soojunkai║

⋋✿ 10 ✿⋌

— Llegas tarde —le reclamó Soobin a Yeonjun cuando lo dejo frente al pequeño avión privado

— Nos despertamos tarde, estuvimos ocupados besándonos toda la noche — respondió Hueningkai con burla.

Acercó a Yeonjun más hacia él y le dio un beso, nada parecido al de la tarde. Más bien lleno de deseo y necesidad.

Soobin se acercó y los aparto bruscamente.

—¿Qué te pasa imbécil? Esta es mi semana. Ahora mismo Yeonjun me pertenece.

Yeonjun sintió un vuelco en el corazón.

Incluso Soobin lo trataba como a un objeto.

Kai se encogió de hombros. No había mentido. Se habían levantado tarde después de una sesión de dulces besos toda la noche.

Yeonjun se la pasaba mejor cuando Hueningkai no hablaba demasiado.

— Bueno, me voy. No fui a la escuela por venir a dejar a Yeonjun así que creo que debo reponer clase. Adiós perdedor — Dijo dirigiéndose a Soobin y entrando a su camioneta para marcharse.

Yeonjun sólo sonrió.

Kai lo había ignorado, pero sin duda era mejor eso a que lo hubiera insultado o algo peor.

Cuando Huening se fue Soobin lo abrazó.

— ¿Te hizo algo? Se veía muy contento y sólo esta así cuando hace infeliz a la gente.

Yeonjun se escondió en el cuello de Soobin y aspiro el olor de su futuro esposo.

Soobin ya tenía dieciocho. Sólo faltaban tres años para que fuera legal en todo el mundo y al fin, se casaría con Yeonjun.

—No me hizo nada, supongo que esta de humor por haber tenido escusa de faltar a la escuela.

Unió su frente con la de Soobin y sintió los labios contrarios sobre la punta de esta.

—Bueno, sube ya al avión hermoso, nos atrasamos bastante.

Yeonjun asintió y sin más, obedeció.

; 🛫🛬

Japón era tal y como lo recordaba.

Con altos edificios modernos y restaurantes por doquier.

En tokyo estaba lleno de tiendas de animes, mangas,  grupos de bandas entre coreanas y japonesas por todas partes.

Yeonjun agarro más fuerte la mano de Soobin.

Pasaban la calle y ya había chocado con varias personas que no tenían ni un poco de precaución con los demás peatones.

— Dejalos Soo, van distraídos —Yeonjun calmaba a Soobin una y otra vez para que no fuera a golpear a alguien.

Caminar sin saber el rumbo por las calles de tokyo no había sido una muy buena idea.

— ¡Mira! Es un restaurante de maids. Entremos.

Jaló a su prometido para entrar a aquel restaurante.

En cuanto entro vio a demasiados hombres mayores dentro de el lugar.

Lo peor es que nadie parecía comer, sólo había un montón de chicas vestidas de maid haciendole compañía a los hombres.