adore you

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"¿Podemos vernos ahora mismo en la piscina del hotel?"

Eso es lo que decía el mensaje de Jake.

Ni-ki lo releyó varias veces, acostado en la cama girando el teléfono con sus manos. Eran las diez de la noche. Antes planeaba dormir y escribirle al día siguiente, pero Jake se le había adelantado como siempre.

Se levantó y se puso un abrigo para subir a la azotea donde se encontraba la piscina. No había mucha gente en los pasillos, mucho menos en el ascensor, llegó en diez minutos exactos. Y efectivamente hacía muchísimo frío.

El reflejo del agua de la piscina alumbraba toda la estancia chocando contra los barandales de vidrio. A la izquierda habían dos chicas preparándose para irse, a la derecha podía ver a Jake de espaldas, sentado en una tumbona mirando el cielo nocturno.

Se acercó haciendo una reverencia a las chicas que iban a saliendo. Cuando estuvo detrás de Jake miró en la misma dirección que él. El cielo estrellado era hermoso a lo lejos donde se encontraba con el mar. Hipnotizante.

—¿Qué te gusta más? —preguntó Jake— ¿el cielo o el mar?

—Ambos.

—¿Por qué?

—Los dos son azules, me gusta el azul.

Jake soltó una risita. Por supuesto, ya lo había pensado antes.

Ni-ki se sentó en la tumbona a un lado y se percató de la botella a los pies de Jake.

—No puedo beber alcohol.

—No sé si yo pueda tampoco —habló cogiéndola y destapándola— hemos viajado a muchos países y en todos las reglas son distintas... ya ni siquiera sé en cuales soy mayor de edad y en cuales no. Y de todas formas esto no es licor, es jugo de uva.

—Me gusta el jugo de uva.

—Menos mal —la comisura de sus labios curvándose— a mi amigo Jay le gusta también, él tiene tu edad, te caería bien, es muy escandaloso.

—¿Crees que una persona escandalosa me caería bien?

—Bueno, te caigo bien yo ¿no?

"Buen punto" pensó Ni-ki.

Jake bebió directo de la botella y luego se la pasó a Riki.

—Vamos a tener que darnos besos indirectos, olvidé traer vasos —pero él en realidad no los olvidó.

Ni-ki bebió de la botella sin mucho reparo, Jake abrió sus ojos sorprendido.

Hay una diferencia entre ser introvertido y ser tímido.

—¡Pásamela pásamela! —Jake la cogió y bebió felizmente, lamiendo juguetón el pico de la botella antes de devolverla. A Ni-ki le parecía chistosa esa forma tan infantil de actuar.

Bebieron sin decir mucho, solo viendo el cielo y comentando una que otra cosa sobre constelaciones. Se sumieron en ese silencio cómodo y especial que no muchos consiguen. Se le llama coexistir

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