Capítulo 20

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Y se desmayó.

Suyin tuvo un sueño. Un largo, largo sueño, en el una niña de un moño alto y con un vestido rojo. Miro hacía un lado y algo molesta regaño al niño un poco más grande a su lado.

"Hermano mayor ¿Cómo puedes ser tan torpe? No debes dejar que otros te intimiden." Al ver que el muchacho seguía con la cabeza gacha hizo un puchero y le pasó a la tortuga que tenía entre sus brazos con una pequeña manta.

El animal que tenía un gran lazo rojo decorando su caparazón saco su cabeza al sentir que era movido.

"Te voy a prestar a pequeño Bandido para qué te sientas mejor, solo taparlo que tiene frío." La niña asintió satisfecha al ver al niño tomar cuidadosamente a la tortuga a pesar de que no la miraba." Hermano mayor debes aprender de Bandido, aunque no lo parezca es una tortuga con muchas cualidades, es muy lista y no le tiene miedo a nadie a pesar de que tiene un caparazón siempre va con la cabeza afuera. Es tan feroz que cuando la encontré estaba peleando con dos perros" con sus manos hizo un gesto de rugido." La tía ama de llaves, ni el tío mayordomo, ni mamá, papá o mis hermanos saben que vive conmigo . Solo yo la puedo encontrar cuando desaparece, es muy buena escondiéndose"

El muchacho a su lado apenas sonrió, pero la niña sabía que la escuchaba. Se acercó como si estuviera contándole un secreto.

"Además tiene mucho estilo, le gustan las pinturas y perfumes de mamá. Pero no le digas o no me dejara quedarme con ella."

De pronto la voz del muchacho llegó algo helada e indiferente.

"¿Aprender de una tortuga? No escuchaste a los demás, pronto seré un niño abandonado. ¿Crees que actuar como una tortuga puede ayudarme?"

Miró a la tortuga y pensó que era muy estúpida.

" No seas tonto, claro que sí, ya quisiera ser como Bandido. Debes sentirte halagado te estoy mostrando a mi super mascota secreta. ¡Ah! Hermano mayor tu frente está sangrando."

La niña se paro de un salto del asiento, y viendo la mirada indiferente del niño coquetamente dijo.

"Hermano mayor, espera un momento, ¿sí? Xiao Yin irá a buscar algo para curarte. No te muevas te encargo a Bandido"

Él no prometió nada.
Sin esperar respuesta ella corrió hacia el interior de la mansión, el muchacho solo entonces levantó la mirada y miró a la niña con ojos cálidos.

La niña entró a su casa donde pasando difícilmente entre todos los adultos que conversaban y bailaban en el salón subió a su habitación. Busco entres sus cajones y tomo un paquete de curitas, desinfectante, su oso de peluche y un puñado de caramelos. Perfecto lo tenía todo listo.
Los tomo a brazos llenos.
Volvió a bajar apresuradamente y en cuánto llegó a dónde estaba el hermano mayor no lo encontró.

¿Dónde estaba?

"¡Eres un bastardo! Ya me tienes hartó, el inútil de tu padre te abandonó, ninguno de tus padres ha regresado. Lo vamos a perder todo y todavía tengo que cuidarte muchacho mugroso.¡ Tienes que ser un perro agradecido, te estoy cuidando!" La pequeña niña corrió algo asustada hacia donde venía la voz, se sintió algo agitada pero tenía que llegar.

Y lo vió, el muchacho que hasta unos segundos estaba con ella estaba acostado en el suelo, encogido bocabajo mientras era golpeado por un hombre de mediana edad. Lo golpeaba, lo golpeaba y patea a muy fuerte, tanto que podía escuchar el golpe de su cuerpo contra el piso.

Su corazón dolía fuerte al verlo aguantar el dolor y apretar sus dientes, sangre en la cara y estaba sucio por estar acostado en el suelo.

"Muchacho apestoso, tus padres se creían la gran cosa. Siempre a la sombra de tu padre. Ahora no va a ser nada más que un pobre viejo sin nada. Ya te dije que me des ese maldito animal."

El niño protegía muy testarudo a la pequeña Bandida bajo su cuerpo, era una barrera humana con su cuerpo.

Los ojos de la niña se llenaron inmediatamente de lágrimas contenidas, su carita se puso roja y soltó de una sola todas las cosas en sus brazos. Corrió apresuradamente hasta dónde estaba el hombre.

"Suéltalo, suéltalo ya no le pegué" comenzó a tirar de su ropa para que retrocediera pero al ver que no surtía efecto intento morderlo. " Ya no le hagas daño" suplicó.

Lágrimas ya habían empezado a salir de sus tiernos ojos, y un dolor en el pecho la hacía sentirse angustiada, pesada y agitada.

Aún así el sentimiento de desesperación e impotencia era más grande.

Al sentir la llegada de un intruso el hombre no se molestó en mirar de quién se trataba y solo pateó hacia atrás su pequeño cuerpo.

" Suéltame mocoso "

Y siguió golpeando. La niña que cayó fuertemente al padimento sintió una presión aún más grande en el corazón. Su respiración se volvía más pesada.

El muchacho que hasta ese momento no se había atrevido a hacer nada más que soportar se levantó al escuchar la pequeña voz que pertenecía a esa tierna niña. Solo para verla tirada en el suelo, pálida y temblorosa mientras se agarraba el pecho.

De un momento a otro el antes débil muchacho le propinó un fuerte puñetazo a su abusador. Y tomó a la niña en brazos. Su cuerpecito era muy frágil y las lágrimas en su mejilla la hacían ver aún más lamentable.

"Her..hermano mayor, no puedo respirar... Me duele mucho el corazón.¿Voy a morir?" La niña lloraba desesperadamente y el niño apretó los dientes apresurando el paso a pesar de que parecía cojear. No respondió.

"Por favor, cuida de Bandido si me muero. Mamá y papá no me dejan tener animales en casa, así que si me muero debes cuidar a Bandido. ¿Me lo prometes?"

La niña lloraba en sus brazos, y no se daba cuenta de lo desesperado que se veía el muchacho. Al no recibir respuesta insistió.

"Prometelo hermano mayor."

" La voy a cuidar."

La niña quedó satisfecha y apesar del dolor, sonrió aliviada. Desde siempre era llevada al hospital de manera constante. Había escuchado al médico decir a sus padres que su enfermedad era impredecible, tenían que estar preparados para cualquier cosa.

En medio del dolor en su pecho se aferró al hermano mayor que acababa de conocer y la oscuridad la arrastró.

Suyin abrió lentamente los ojos, lo primero que vió fue a un preocupado Bao Bao con los ojos rojos aferrado a su mano.

Los rostros preocupados de su madre y el mayordomo, además de la cara sería del doctor Yu.

"Mamá..mamita. Por fin despertaste, Bao Bao estaba asustado... Bao Bao no cuido bien a su madre, la madre de Bao Bao no despertaba tenía miedo de ser huérfano otra vez.La madre no vió a Bao Bao en todo el día" El pequeño bebé se subió como pudo a la cama y se arrojó a los brazos de su mamá. Suyin se sintió culpable, el bebé lloraba y estaba todo rojo. Quería consolar y detener sus lágrimas, así que lo acunó apesar de notar el suero intravenoso en su brazo.

Lágrimas de una cara infantil demasiado parecida al niño que la acompañaba en su sueño. Porque estaba segura de que era ella. Y ese sueño lo fue tan real como un recuerdo.

Una cara tan parecida.

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No les dije que iba a cambiar😉

Nueva actualización.
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Los amodoro y pronto nos leemos de nuevo.

Tome al hijo del protagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora